Hegemon: Yo también considero El Padrino, la primera, como una - TopicsExpress



          

Hegemon: Yo también considero El Padrino, la primera, como una obra maestra del cine. Pero la novela de Puzo supera a la película. Leí primero la novela y luego ví la película. Es cierto que una de las partes de la historia más intensa es el enamoramiento de Michael por Apollonia en Sicilia pero existen grandes diferencias con el de Berto por Iliena. Corleone nunca perdió el control, una de sus caracteríticas, y planificó la conquista de Apollonia siguiendo los estrictas costumbres de la zona estando seguro del resultado final. En Berto e Iliena existe una incertidumbre, pasión y yo diría que amor infantil en toda su historia que no la hace del todo creíble. Por cierto, los dos, Berto y Michael, tenían a otra persona lejos de la nueva historia de amor, uno en España y el otro en USA para acabar también los dos, con esa otra mujer. A los dos tampoco les afecta traumáticamente el final trágico de ese amor apasionado. El amor de Berto e Iliena parece imposible, el de Corleone por Apollonia, no. Además de esta parte de la historia, encuentro sublime la parte de cómo padre e hijo logran adivinar los pasos y la traición de sus enemigos para adelantarse a ellos y eliminarlos. Toda la obra de Puzo está basada en una doble moral, o en una moral contradictoria. ¿Quienes son los buenos? ZGZNA: Es verdad que el enamoramiento súbito, el que entra por la vista desde la primera mirada, es un tema frecuentísimo en la literatura escrita por hombres y que a mí me hace reflexionar sobre los diferentes significados que se le pueden dar a la palabra “amor”. En cuanto a amores que empiezan así y acaban trágicamente, a mí me viene a la cabeza el joven Werther, de Goethe, que justamente estoy leyendo ahora. Por cierto, a lo largo del libro, el protagonista reflexiona sobre muchos temas. Reflexionando sobre la naturaleza del amor, dice precisamente el 18 de julio: “Y aunque el amor no fuera otra cosa que fantasmas pasajeros, esto bastaría para labrar nuestra dicha cuando, deteniéndonos a contemplarlos como niños alegres, nos extasiamos con tan maravillosas ilusiones (…) ¿Se puede llamar fantasmas a lo que nos hace felices? ”. Pío Moa Pero observe, Hegemon, que Michael es un hombre muy poderoso que está por así decir de descanso en Sicilia y puede planificarlo todo a su gusto. El caso de Alberto es completamente distinto. No es poderoso, solo un soldado en unas condiciones bélicas en que puede perder la vida en cualquier momento. Su repentino amor por Iliena es fácil de entender, le resulta “el cielo en medio del infierno”, y entre todos se prohíben hablar de una situación que puede terminar desastrosamente en cualquier momento. Más difícil de entender es el amor de Iliena por él, mientras que el de Irina por Paco no ofrece secreto. No he querido profundizar ni explicar la actitud de Iliena: es una mujer básicamente débil, que afronta los rigores de aquella vida con una actitud entre contemplativa y ausente, que le es posible porque su belleza atrae a ciertos hombres que le evitan ser arrollada por los acontecimientos. Pero podemos suponer, sin estar muy seguros, que ella también se ha enamorado de Alberto –después de todo lo prefiere al atractivo y desenvuelto Paco–. Pero se trata de un sentimiento irracional, que surge de afinidades y necesidades profundas. (zgzna). ¿No hay amores a primera vista en la literatura escrita por mujeres? ¿Quizá las mujeres son más reflexivas o calculadoras en estos asuntos? zgzna A mí me gusta la relación entre Alberto e Iliena. Sobre todo por lo que dice al final; yo la percibo tal y como usted lo dice: “Un sentimiento irracional, que surge de afinidades y necesidades profundas”. Además, es “un cielo en medio del infierno”, un remanso de paz. Algo mágico y verdadero que parece que no pueda ser real. Bueno, la verdad es que yo no conozco – ni mucho menos – toda la literatura escrita por mujeres pero, en la literatura escrita por mujeres que yo he leído – por ejemplo, las Brontë, el amor surge de otra forma, más paulatinamente y es fruto del conocimiento y de la relación. No dudo de que haya mucha literatura contemporánea escrita por mujeres en la que las protagonistas se “enamoren” así. Pero yo no la he leído. Hegemon: "Pero podemos suponer, sin estar muy seguros, que ella también se ha enamorado de Alberto –después de todo lo prefiere al atractivo y desenvuelto Paco–. Pero se trata de un sentimiento irracional, que surge de afinidades y necesidades profundas". Efectivamente. Una de las cosas sin “resolver” en su novela es por qué se enamora Iliena de Berto. Tal vez fue intencionado. En él se puede aceptar el “amor súbito” que todos hemos experimentado, más o menos. ¿Pero, y ella? ¿Se enamora por necesidad, por protección, por experimentar algo distinto con Berto hasta lo que ha vivido ahora con amantes bruscos, de diferente edad y que no le daban cariño, al contrario de Berto? ¿Se enamora de verdad de Berto? Está claro que en esto, el amor de Berto e Iliena es muy diferente al de Michael Corleone y Apollonia. Debería repasar la parte de la novela en que Berto conoce a Iliena. No estoy seguro pero si no lo dice explícitamente, el amor entre los dos es una amor idílico, de esos que se experimentan con poca edad, casi infanil o adolescente en un entorno muy hostil. Por eso parece imposible, con poco futuro, sin necesidad de conocer el final trágico. Pío Moa (Kufisto): Vito es en parte producto de las circunstancias, como lo somos todos. Pero solo en parte. Su historia y la de Michael viene a ser una epopeya sórdida. Pero pensándolo bien quizá sea eso una virtud del relato, más que un defecto. Es cierto que liquida a otros que son peores que él, pero no mucho peores, y que la cosa no se convierta en una hagiografía le da mayor interés. No sé quién se preguntaba: “¿Por qué las hagiografías suelen ser aburridas?”. (zgzna) Las historias de amor repentino se convierten fácilmente en falsas cuando se explotan demasiado. Yo creo que me inspiré, muy lejanamente, en la de Tristán e Iseo o Isolda. Mi impresión es que rara vez “funcionan” en la realidad y a menudo, sin ser insinceras, tampoco tienen verdadero fondo y se quiebran con facilidad. Claro que eso suele ocurrir también con las no repentinas. En la de Alberto e Iliena, termina con la muerte de ella, Carmen lo acepta, seguramente porque la rusa está muerta, y seguramente a Alberto de le olvida con el tiempo, una vez acepta llevar una vida “normal”. Pero queda en la trastienda y resurge en el sueño interrumpido que le empuja a escribir su juventud: de pronto se da cuenta que aquel pasado tan traumático quizá sea digno de ser recordado. También el “El padrino” está el enamoramiento de Michael y Kay: es completamente inexplicable que Kay, que al principio ve en Michael la persona honrada, intelectual, que quiere poner espacio entre él y la familia, siga con él cuando está bien claro que se ha convertido en un mafioso sin escrúpulos, quizá no del todo deshumanizado, pero que la ha traicionado por Apollonia y es capaz de tratarla de modo brutal.
Posted on: Sat, 17 Aug 2013 20:59:47 +0000

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