Hermanos mucho se habla de la Crucifixión de San Pedro: Fue - TopicsExpress



          

Hermanos mucho se habla de la Crucifixión de San Pedro: Fue crucificado al revés cabeza abajo. Pedro en su cruz, invertida. ¿Qué significa todo esto? Es lo que Jesús había predicho a este Apóstol suyo: "Cuando seas viejo, otro te llevará a donde tú no quieras"; y el Señor había añadido: "Sígueme" (Jn 21, 18-19). Precisamente ahora se realiza el culmen del seguimiento: el discípulo no es más que el Maestro, y ahora experimenta toda la amargura de la cruz, de las consecuencias del pecado que separa de Dios, toda la absurdidad de la violencia y de la mentira. No se puede huir del radicalismo del interrogante planteado por la cruz: la cruz de Cristo, Cabeza de la Iglesia, y la cruz de Pedro, su Vicario en la tierra. Dos actos de un único drama: el drama del misterio pascual: cruz y resurrección, muerte y vida, pecado y gracia. Hay muchos que dudan de esto, sobre todo los protestantes, pero los católicos sabemos que fue cierto. Pues dice la tradición que a San Pedro lo crucificaron cabeza-abajo, en el circo de Calígula y Nerón. Al lado del Monte Vaticano. Y en el Monte Vaticano había una necrópolis, un cementerio. Y a San Pedro lo enterraron en esa necrópolis en la ladera del Monte Vaticano, y en una tumba pobre. San Pedro era pobre. Aquellos cristianos eran pobres. Lo entierran en la tierra, en una tumba pobre. Cuando Constantino vence a Majencio en la Batalla de Puente Milvio el 28 de octubre del año 312, dice que vio el signo de Cristo en el cielo, y que le dio la victoria sobre Majencio, a pesar de que éste tenía tropas muy superiores. Por eso puso el signo de Cristo en su lábaro. Todo esto lo cuenta el historiador Eusebio de Cesarea en su vida de Constantino, y dice que lo oyó de viva voz del mismo Constantino. Constantino, en agradecimiento a Cristo, que le había dado la victoria, según él, se convierte al cristianismo. Junto a la Basílica Lateranense, en Roma, hay un obelisco que pone: «Aquí fue bautizado Constantino, por el Papa Silvestre». Constantino da paz a la Iglesia en el año 313 y edifica una serie de templos cristianos. Uno de ellos la Basílica en honor de San Pedro, sobre la tumba de San Pedro. ¿Y cómo Constantino sabía dónde estaba enterrado San Pedro? Hacía muy pocos años que había muerto San Pedro. El recuerdo que ha quedado de San Pedro en Roma, desde su tumba hasta la cúpula de Miguel Ángel, es incomparablemente superior al de todos los emperadores romanos de los que de la mayoría sólo quedan ruinas. Los emperadores romanos tuvieron todo el poder terreno en sus manos. San Pedro fue un pobre pescador ignorante; pero murió por una verdad: la gran verdad de Cristo-Dios. Cristo, el hombre que más ha influido en la Historia de la Humanidad. Y el Hombre más amado de la Historia. Cristo, el Hombre que con su doctrina de amor al prójimo, hizo posible en la Historia la abolición de la esclavitud, la igualdad de los derechos de la mujer ante la ley, y hoy el derecho a vivir del no nacido, en contra de los que defienden el aborto, que quieren legitimar la condena a muerte de un inocente. La doctrina de Cristo defiende siempre los derechos del tratado injustamente. Y Cristo, el más amado de la Historia. Ningún hombre ha sido amado más allá de su tumba. A lo más, admirado, pero no amado. El amor a un difunto sólo dura unos años en el corazón de sus parientes. Y nada más. Cristo hace dos mil años que murió, y hoy se le ama como a nadie en el mundo. Miles y miles de hombres y mujeres lo han amado hasta la muerte. Unos dando la vida de golpe, como los mártires. Otros dándosela gota a gota, consagrándosela por entero. Millones y millones de cristianos que lo aman con locura y están dispuestos a morir por Él antes que traicionarle. La muerte y la victoria de Pedro es prenda de nuestra esperanza. Pues ese Pedro, a quien Cristo hizo piedra fundamental de su Iglesia, está aquí. Su tumba está aquí. Sus restos están aquí. Y encima, su único y legítimo sucesor en la Tierra. Una cadena de 265 Papas, legítimos sucesores de San Pedro, le transmiten su autoridad. El que quiera estar en la Iglesia que Cristo fundó en Pedro, tiene que estar en la Iglesia del Papa de Roma, que es el único en la Tierra legítimo sucesor de San Pedro. Estamos en la Iglesia de Juan Pablo II de Roma, el único legítimo sucesor de San Pedro, en quien Cristo fundó su única Iglesia. Nadie más en la Tierra puede pretender ser legítimo sucesor de San Pedro. Hay una continuidad local. El altar papal está sobre la tumba de San Pedro. Los Papas de Roma han dicho siempre misa sobre la tumba y los restos de San Pedro. San Pedro está representado por las llaves cruzadas y la cruz al revés. Las llaves cruzadas nos recuerdan las palabras del Señor a Pedro: Yo te daré las llaves del reino de los cielos: lo que atares en la tierra será atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos (Mateo 16: 19). La cruz invertida se basa en una afianzada y bien consolidada tradición que, cuando Pedro fue martirizado, llevósele para ser crucificado. Él indicó que no ser digno de morir como el Señor Jesús tuvo y pidió ser crucificado cabeza abajo. Esta es la forma en que murió.
Posted on: Thu, 10 Oct 2013 02:08:41 +0000

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