Hermanos preciosos hijos de San Francisco de Asís, en este - TopicsExpress



          

Hermanos preciosos hijos de San Francisco de Asís, en este décimo octavo domingo del tiempo ordinario Nuestro Padre celestial en al iluminar con su espíritu santo al escriba judío Sirac nos recuerda que todo en esta vida es ¡Vanidad, pura vanidad!, y nos acogemos a esa antigua bella canción italiana que se canta en la biografía de San Felipe Neri fundador de la Congregación del Oratorio youtube/watch?v=fFeOkKBjTH4. De nada nos sirve trabajar para vivir de la apariencia y de la vanidad para que todos digan las mejores alabanzas sobre nosotros si el espíritu está en niveles espirituales iguales a los excrementos de aquel que se ganó el infierno por querer ser mejor que DIOS, porque solo aquel que hombre trabaja con sabiduría, ciencia, y eficacia puede dejar su parte a otro que no hizo ningún esfuerzo, es decir nadie sabe para quién trabaja, pero por desgracia esto también es simple vanidad de ahí que en la entrada de todos los cementerios se encuentra aquella lema encima del pórtico de las entradas “aquí terminan las vanidades del mundo, en la tumba, en el polvo. De nada nos sirve trabajar de sol a sol para que en algún momento terminemos muertos no en forma material sino espiritualmente. De ahí que la mayoría de aquellas personas que se dedican a solo trabajar pero no descansan son las que más sufren de las enfermedades del siglo XXI como son stress, paranoia, desconfianza, arrogancia, prepotencia, y otras demás propias de las personas que son materialistas, por tanto recordemos que cada vez que nos vamos cada noche a la camita para dormir, debemos recordar que el hombre prueba la muerte temporal cuando está dormido, entonces acostumbrémonos a orar y dar gracias a DIOS por todo antes de descansar en la noche porque no sabemos si amanecemos para poder disfrutar de todas aquellas bendiciones. En la carta a los Colosenses el apóstol Pablo, nos exhorta a buscar el paraíso y los bienes del cielo porque es donde Cristo Nuestro hermano mayor nos está esperando con las miles de habitaciones. Tengamos siempre en cuenta solo las cosas celestiales y no las de la tierra porque de nada nos sirve disfrutar los bienes de la tierra sino las compartimos con los demás. Sin ser tan irónicos, pero en verdad esta palabra está bien dirigida para aquellas personas que teniendo muchos bienes materiales son tacaños al compartir sus bienes con su prójimo y por tanto eso es caldo de cultivo para una amarga habitación en la oscuridad en el momento de la muerte estando en su vida desde ahora oculta a Cristo. Hermanos, recordemos que desde el momento en que recibimos el santo bautismo y los demás sacramentos la sangre del cordero no ha despojado del hombre viejo que éramos Adán y de sus obras y nos ha revestido del hombre nuevo que es Cristo. En el santo evangelio según el médico Lucas, Nuestro Señor Jesucristo nos recuerda como el codiciar los bienes ajenos es el principio básico para iniciar a ser tentado por el demonio de la avaricia estando a nivel piramidal en el décimo (10) mandamiento de la ley de DIOS (no codiciar los bienes ajenos); esta posición de este mandamiento va acorde con los niveles que tiene que pasar el hombre creado por DIOS para alcanzar la verdadera esencia de DIOS al llegar al primer mandamiento; por medio de nuestra abundancia que tengamos debemos de dar siempre gracias a DIOS por aquellos bienes que nos da a diario porque nuestra vida no está asegurada por los bienes que acumulemos en vida, y nos propone la parábola del hombre rico que solo buscaba almacenar cada día más recursos para comer y tomar para mañana morir sin tener vida eterna olvidándonos de DIOS, olvidándonos de aquel y de las obras de misericordia corporales, de nada nos sirve si somos ricos para el mundo pero somos los hombres más pobres a los ojos de Dios", es mejor vivir en un tugurio entre cajas de cartón pero estar millonarios en obras de caridad que ser millonarios en bienes materiales pero ser pobre en bienes del cielo es decir ser pobres en obras de caridad. Al construir graneros el hombre necio al acostarse a dormir en su cama no se acuerda que como creación de DIOS en cualquier momento el Padre del cielo le va a solicitar la vida sin tener proyectos para la salvación de su espíritu. Sería mejor destruir nuestros graneros construidos con injusticias construidos en forma deshonesta compartiendo aquellas reservas de trigo para poder reconfortado a aquel que esta con necesidades, por tanto desaparezcamos toda clase de construcción de nuestra avaricia y construyamos puentes en vez de colocar tejados, muros, y puertas y expongamos al sol aquel trigo enmohecido por los años y saquemos nuestras riquezas al prójimo necesitado, atesoremos tesoros en el cielo donde “ni los gusanos se lo comen, ni la herrumbre los oxida, ni los ladrones se lo llevan” (Mt 6,20). PAZ Y BIEN, desde Villavicencio, Colombia Hermano fundador, San Francisco de Asís Hermanos cofundadores, presbítero John Jairo Álvarez y Hno. David Francisco de la Inmaculada Concepción.
Posted on: Sun, 04 Aug 2013 06:15:50 +0000

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