Hijo!!!!! La huella que ha dejado tu partida permanece indeleble en mi mente y en mi corazón y gracias a Dios, a tu querido hermano Mauricio, a la familia y a los amigos, he ido superando la tristeza, dando paso a la esperanza y confianza en Dios y respetando sus designios. Aun así hijo, me haces una falta infinita, añoro tus besos, tus abrazos, tus palabras, tu apoyo y protección; el vacío que haz dejado en mi vida y en la de tu hermano ha sido insustituible, la vida nos marcó con tu ausencia y no podemos evitar el lamentarlo, añorar tu presencia terrenal, imaginarnos el hoy, el ahora contigo, en tu proyección y descendencia truncada con tu partida. Infinitas gracias doy a Dios por darme la fortaleza y salud física y mental para seguir adelante, por darme nuevas ilusiones, por la vida de mi Mau, y su adorada hijita, por el invaluable apoyo de mis amados papas y mis hermanas, hermano, cuñados, cuñada y sobrinos, y por la compañía, complicidad y fraternidad de las amigas tan especiales con que cuento, y también la de algunos amigos que siempre han estado presentes. Y en lo más profundo de mi ser agradezco el haberte tenido a mi lado durante 22 años, en los cuales se tejió un mundo de ilusiones y recuerdos; desde antes de concebirte soñamos tu papá y yo con “nuestro mono motas”, y escogimos tu nombre Alejandro “hombre fuerte, líder de hombres”, significado del nombre en griego, lengua que le dio origen. La mayor alegría, el mayor regalo de mi vida, mi máximo orgullo fue tener ese par de hijos, “el pollo mono“ y el “pollo negro” de papá, y mi trofeo quedó incompleto con tu partida, mi corazón abierto con una herida insoslayable, invisible ante los demás, pero profundamente sensible e imposible de borrar, sin remedio, sin cicatriz, sangra y seguirá sangrando hasta el final de mis días, es el dolor de madre, un dolor inverso al del parto, es amor… es dolor… es algo que siento y no quiero dejar de sentir, es la huella de tu vida en la mía y la marca de tu ausencia… Te amo hijo…, estás en mi corazón, en mis oraciones, en mis sueños, vives en mis pensamientos y desde donde estés seguirá existiendo ese cordón umbilical que cuando naciste describí como “ el vínculo más grande que existe entre madre e hijo y que solo termina con la muerte” y que hoy describo como el vínculo más grande entre madre e hijo que va más allá de la muerte. Han pasado diez años, vendrán otros hasta que Dios lo disponga … y con mi corazón abierto sigo amando a mi hijo Mau, a mi nieta Sarah, a mi querida mamá y a mi papá (QEPD), a mis hermanos y sus familias, a mis familiares, amistades y seres queridos que me rodean, y también llevó el recuerdo de los otros seres queridos que han partido, empezando por tu papá “mi Germán”. Descansa en la paz del Señor hijo, seguiré orando por ti hasta el reencuentro eterno… Siempre ….Mamá
Posted on: Sat, 22 Jun 2013 20:28:53 +0000
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