Historias 555 Las Rosas Desde hace mucho tiempo Coyoacán - TopicsExpress



          

Historias 555 Las Rosas Desde hace mucho tiempo Coyoacán estaba ubicado a márgenes del lago de Texcoco sus poblaciones rivereñas estaban en la orillas del pedregal y los suelos fértiles los hacían producir diferentes tipos de cosechas desde vegetales y flores, desde antes de la conquista aquí se aprovechaba también el sistema de chinampas o canales por donde distribuían el agua a las parcelas, esto con el avance de la ciudad de México poco a poco empezó a desaparecer, al secarse el lago de México, pequeños manantiales permitían la vida agrícola pero no por mucho tiempo. En los años 30´s del siglo pasado todavía la gente cultivaba, en aquel pueblo se sembraban flores que se comercializaban en mercados como Portales, Coyoacán y aún más lejos, así, un día Dón Narciso el dueño de un sembradío observo que sus flores del tipo de rosa de castilla, una rosa pequeña pero muy vistosa, de un pasillo del surco están pisoteadas y algunas de ellas el botón arrancados pero solo era un parte, los demás se miraba bien con mucho coraje se puso a preguntar a las personas quién había visto algo, podían ser algún mal vecino o chamacos traviesos sería pero la respuesta negativa en aquella área las casas próximas no estaban cerca, solo la de él, pero no recordó haber escuchado nada y observado. Pasaron algunos días, en aquella mañana de Agosto, con frio por la llovizna de la noche la neblina se levantaba y en el horizonte se dibujaban los Volcanes al fondo, iniciando actividades temprano lo primero que fue hacer fue revisar su plantación de rosas, todo estaba bien pero al mirar estaba nuevamente las rosas cortadas y algunas pisadas pero otro punto diferente, al de los días anteriores, echando maldiciones comento quiénes seria los cabrones que jodían su plantación pero No podía saber quién. Aquel día con coraje realizo sus actividades pero en la mente con coraje y rabia observa a todos lo que pasaban cerca o los vecinos pero no podía sospechar de ninguno o todos era culpables pero a la vez no podía asegurar nada, así pensando buscando en aquella casa de paredes de abobe busco el viejo fusil de su padre, y comento que ahora si le daría un escarmiento, a los malandros de flores. Aquella tarde busco como hacer su estrategia y solo miro aquel fresno que estaba a un lado de la huerta frondoso y alto por lo que pensó ahí seria el punto coloco una escalera grande y ahora solo tendría que esperar la noche, siempre sus flores aparecían en las mañanas en el suelo. Aquella tarde solo preparo su quinqué de petróleo y espero a que anocheciera, eran las 11 de la noche era ya tiempo de subir a escondite y esperar a los causantes e estropear su huerta, subió al árbol con un jorongo se lo acomodo para soportar el frio de noche y a esperar con suerte le daría el escarmiento de su vida. Por ratos el sueño vencía, el croar de las ranas de los canales cercanos invadían por momentos el cielo medio nublado por momentos dejaba ver la luz de la luna que en esos días era llena , para su suerte por lo menos algo de luz en aquella oscuridad de las chinampas, pero no pasaba nada. Así paso el tiempo y el frio de la madrugada una pequeña capa de neblina se dejaba observar por la parcela pero por momento la luz de luna se filtraba, a las 3.00 a.m. se escucharon algunos ruidos lo que puso en alerta A Don Narciso que preparo su fusil y abrió más los ojos para observar a detalle quién era el causante de maltrato de su plantío, por un momento observando de un lado a otro, mirando a detalle por los arbustos , pero no podía ver nada con claridad así pararon algunos segundos, su pulso empezó a aumentar por el temor pero también por su coraje por fin pondría orden y castigo, cerca el camino hacia el canal de agua por detrás de los carrizos empezó observar una mujer o por la forma a lo lejos es lo alcanzaba a observar, el detalle avanzaba entre los surcos de su parcela lo le podía distinguir la cara pero su vestido holanes hacían movimiento con el aire, llevaba una canasta con la respiración forzada y el sudor empezó a preparar el fusil, observo que aquella figura se detenía en un punto y miro como las rosas empezaba a cortarlas y las echaba a su canasta , pero el miedo empezó a entrar a Don Narciso, al ver que la extraña figura de pronto su cabeza dio un giro como como que se había dado cuenta que el observaba y vio como volteaba a verlo y empezó a avanzar como si flotara en el camino, lo más siniestro avanzando hacia donde él estaba, a pocos segundos ya estaba en la escalera al pie del árbol, no podía jalar el gatillo los nervios y el miedo, lo traicionaron, por más que trato de jalar el gatillo este se trabo, mirando alguna escapatoria o bajar para bajar rápidamente del árbol , a lo lejos el perro de casa ladraba, pero ese aliento se cortó cuando la extraña figura avanzaba hacia la escalera y empezaba a subir por ella, el miedo fue tanto que Don Narciso se desmayó y se cayó del árbol. Por la mañana sus familiares lo encontraron desmayado por fortuna había caído en algunas ramas que habían amortiguado el golpe, algunos rasguños, al despertar les puedo contar a ellos lo que había pasado, vieron nuevamente las rosas de castilla en el suelo en solo punto de la huerta. Después de ese detalle las cosas llegaron a la normalidad hasta hora no se sabe quién era o que era lo paso en aquellos días y de la extraña mujer tampoco. Relato de mi abuelo mexboby/2013/08/historias-558-las-rosas.html
Posted on: Thu, 22 Aug 2013 20:56:29 +0000

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