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Hola a tod@s!! Nuestra protagonista del día es una de las mujeres más importantes de la velocidad mundial durante gran parte de los años 90´s y sin duda la mejor a nivel europeo. Destacó además por su gran polivalencia, ya que cosechó éxitos en varias pruebas diferentes, tanto lisas como de vallas, y tanto al aire libre como en pista cubierta. Ella es Irina Privalova. Nacida el 22 de noviembre de 1968 en Malakhova, Rusia, a sus 20 años ya se proclamaría Campeona Nacional de la URSS en los 100ml. Pero su revelación internacional tuvo lugar en 1991 cuando se proclamó en Sevilla campeona mundial de los 60 m lisos en pista cubierta batiendo a la favorita Merlene Ottey. Ese mismo año logró bajar por primera vez de los 11 segundos en los 100 m al aire libre (10,98 en Oslo) y fua 4ª clasificada en los 100 y los 200 m de los mundiales al aire libre de Tokio. Su objetivo para los Juegos de Barcelona no era más que el oro. Tras hacer una gran marca de 10,82 en Moscú poco antes de la cita olímpica, partía como una de las grandes favoritas. Finalmente logró la medalla de bronce en una reñida final de los 100 m con 10,84, por detrás de la estadounidense Gail Devers (10,82) y la jamaicana Juliet Cuthbert (10,83). Además fue 4ª en la prueba de 200 m y ganó la medalla de plata en los relevos 4x100 m como miembro del Equipo Unificado que solo fue superado por Estados Unidos. En 1993, durante la temporada de pista cubierta estableció en Madrid un nuevo récord mundial en los 60 m con 6,92, rebajando en cuatro centésimas el anterior récord de Merlene Ottey. Se esperaba un gran duelo en los 60 m de los mundiales en pista cubierta de Toronto entre Priválova y la campeona olímpica de 100 m, Gail Devers. Finalmente el triunfo se lo llevó Devers. Dos días después, Priválova se desquitó ganando el oro en los 200ml. 1994 sería un gran año para ella: no sólo batiría el mítico récord de Europa de 100ml de la alemana Marlies Göhr (10.77 en Lausana), que lo tenía con 10,81 desde 1983, sino que además sería la gran dominadora en los Campeonatos de Europa de Helsinki, ganando cómodamente tanto en 100 como en 200 m, aunque en los relevos 4x100 m las rusas se vieron derrotadas de forma sorpresiva por las alemanas. Priválova fue elegida como la mejor atleta europea del año por la Federación Europea de Atletismo. En los Campeonatos del mundo en pista cubierta de Barcelona 1995 decidió probar suerte en la distancia superior de los 400 m, haciéndose con la medalla de oro con una gran marca de 50,23 Sin embargo en la temporada al aire libre siguió concentrada en las pruebas cortas de 100 y 200 m. En los Campeonatos del Mundo al aire libre de Gotemburgo de ese mismo año, sumó otras dos medallas (bronce en 100 m y plata en 200 m). Ese año realizó además la mejor marca de su vida en los 200 m (21,87 en Mónaco). Tras varios años compitiendo al máximo nivel sin sufir lesiones graves, en 1996 comenzaron los problemas, que lastraron su carrera durante las siguientes temporadas. Participó en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, aunque su actuación fue muy discreta, ya que no logró el pase a la final en ninguna de sus dos pruebas individuales. Durante los mundiales en pista cubierta de París 1997 volvió a lesionarse y se vio obligada a renunciar a la temporada al aire libre. Sin embargo regresó en 1998 en un gran estado de forma. Durante los Campeonatos de Europa de Budapest sólo la gran velocista francesa Christine Arron pudo batirla en la final de 100 m haciendo 10,73, quitándole a Priválova el récord europeo de esta distancia. Eso sí, Priválova hizo 10,84 (su mejor marca desde 1994), y además consiguió la victoria en los 200 m y el bronce en los relevos 4x100 m (tras Francia y Alemania). Pese a todo las lesiones volvieron en 1999 y apenas compitió durante ese año, perdiéndose los Campeonatos del mundo de Sevilla. Parecían ser los últimos destellos de una atleta inolvidable, que sin embargo nunca pudo brillar en unos Juegos Olímpicos. En 2000, a los 31 años y cuando muchos la daban ya por casi por retirada y sin haber ganado nunca un título olímpico o mundial a nivel individual, dedidió volcar sus energías en una nueva prueba, los 400 m vallas, dado que no tenía demasiadas opciones en las pruebas de velocidad, dominadas de forma abrumadora por la estadounidese Marion Jones. La prueba fue todo un éxito: en los Campeonatos Nacionales de Rusia lograría vencer clasificándose para los Juegos de Sidney 2000: Priválova consiguió la medalla de oro olímpica en los 400 m con un gran tiempo de 53,02, venciendo de forma amplia a la vigente campeona olímpica, la jamaicana Deon Hemmings (53,45) y a la campeona mundial, la marroquí Nezha Bidouane (53,57). Además sumó otra medalla de bronce en los relevos 4 x 400 m, donde Rusia acabó por detrás de Estados Unidos y Jamaica. Tras su triunfo olímpico ya no volvería a cosechar resultados destacables, y prácticamente se retiró de las pistas. Intentó participar en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004,a sus 35 años, pero los problemas físicos la obligaron a renunciar. Privaló decidió poner fin a una carrera deportiva impresionante, con un total de cuatro medallas olímpicas, once en campeonatos del mundo (seis al aire libre y cinco en indoor) y otras seis en campeonatos europeos. Además, sigue conservando los récords mundiales de 50 y 60 ml indoor. Nadie ha sido capaz de correr más rápido que ella. Hoy en CORRE POR TI os queremos ofrecer aquella sensacional final de 200ml del Mundial de Goteborg en 1995 en donde la rusa se colgaba la plata superando a toda una leyenda: Merlene Ottey. Sin embargo, y aún mejorando su bronce de dos años antes en Stuttgart, nada pudo hacer para evitar la victoria de una Gwen Torrence que se mostró intratable.
Posted on: Wed, 04 Sep 2013 22:36:25 +0000

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