Hoy cumples 88 años y aún perdura la angustia de una niñez atrapada por la guerra. Sobreviviste a las bombas de la aviación fascista, pero el terror se quedó grabado en tu memoria. Desde los refugios, escuchabas cómo se desmoronaban los edificios. El hambre casi te impedía caminar. Muchos días sólo comías un trozo de pan negro y duro, que maltrataba ferozmente tus encías. Para ti, el año 39 no fue el año de la victoria, sino el comienzo de un tiempo de infamias. Los asesinos de entonces reposan ahora en lúgubres mausoleos. En cambio, tu sonrisa no ha perdido un ápice de claridad. Pienso que tu ternura ha vencido a la España de Franco, negra y cainita. Eres como un árbol en mitad de un yermo, recordando que el mal nunca tiene la última palabra.
Posted on: Sun, 21 Jul 2013 21:09:33 +0000