Hoy desperté llorando y no entendía la razón, un sueño había - TopicsExpress



          

Hoy desperté llorando y no entendía la razón, un sueño había tenido que me ablandó el corazón me hizo reflexionar entendiendo muchas cosas que quisiera platicar, lo único que recuerdo que al despertar de mi sueño una lagrima encontré bañando mi rostro entero, mi cuerpo pálido y frío como si muerto estuviera, bañado por un sudor que me invadía por completo, mi mente muy confundida que en mi interior estallaba sin entender la razón ni que era lo que pasaba. Un sueño impactante y triste pero a su vez muy hermoso por completo recordé, haciéndome prisionero de sus filosas espadas y su divino poder, no sé bien que es lo que fue y mucho menos su significancia, solo sé que me atrapaba y como fiera enjaulada no fácil me liberaba, me convertí en prisionero como el más manso cordero por su presa acechada, dragones tigres y fieras que mucho daño me hicieran entorpeciendo mi mente y mi cuerpo sedujeran. Era un abismo profundo que continuación relato, una montaña gigante y un risco con un alto y peligroso peñasco, un acantilado viejo que se caía a pedazos hasta el fondo nunca visto y el final nunca encontrado, pendiendo del filo estaba cayendo casi mi cuerpo, lagrimas gruesas brotaban que me carcomían por dentro, gritaba desesperado pero nadie me escucho pues me encontraba yo solo y nadie me socorrió, mi corazón palpitante saliendo casi del pecho causándome un gran dolor y un sentimiento no expreso. Al verme tan solo y triste y por fieras acechado, mis temores se crecieron y mis nervios se tensaron, a mí al redor veía no existía cosa alguna que esperanza me brindaran, todo estaba terminado y ya no quedaba nada, un universo en penumbras sin un ser que lo poblara, no había cerros, montes, praderas, casas, familias ni nada que me alegrará. Mi tristeza fue más grande al no ver a mi familia, a mis amigos y hermanos, a mis padres tan queridos que tantas ofensas hice y que en cada vez que caí con amor me perdonaron, solo rodeado por fieras salvajes feas y extrañas que querían mi cuerpo entero y destrozarlo en pedazos saciándose así sus ansias. A punto ya de caer al abismo más incierto., una serpiente tan grande me cautivó con sus exóticos y rítmicos movimientos, mi cuerpo aterrado estaba y temblaba como hoja movida por el más devastador de los vientos, pero mis ojos brillaban excitados por su sacrílegos y malignos movimientos, me veía emocionada y su húmeda y babeante lengua queriendo besar mí rostro e inyectarme todo el mal a través de su veneno, decía no tienes a nadie estas solo en este mundo, te has quedado sin nada pues que aún no entiendes eso. Ven conmigo amigo mío y te mostraré lo hermoso, no temas seré tu guía, serás eternamente joven, guapo, inmortal y muy famoso, tendrás todo lo que quieras, tendrás todo lo que pidas, serás tu propio patrón rico y muy poderoso, comenzarás nueva vida serás multimillonario, el mundo será tu esclavo estarán siempre a tus pies y serás el más dichoso. Mi mente no asimilaba esas palabras tan bellas, mi cuerpo se resistía y mis ojos brillaban con el más intenso destello de la falsa felicidad y la luz de las de las tinieblas, imaginaba y decía por fin tendré muchas cosas que siempre había deseado y que jamás obtendría. A punto ya de aceptar y quedarme para siempre en esa falsa creencia que resonaba en mi cabeza, una luz intensa y fuerte me invadía de repente, entre la niebla y las sombras de pronto se hace presente un hermoso y bello ángel tan puro como el agua y blanco como la nieve, en su cabeza una corona y empuñando una espada, se desataba una lucha mortal y devastadora que confundía mi cerebro y aterraba mi memoria, en mi interior una guerra interna se provocó que carcomía mis entrañas y que mi cuerpo quemaba, sentía volar en pedazos y mi cabeza estallaba. En tanto me desmayé y no supe más de mí, lo último que recuerdo fue que la serpiente mordió el rostro del bello ángel haciéndole derramar en instantes su bendita y poderosísima sangre, creí estar muerto, pues me perdí por completo, de una manera divina y sin saber cómo pasó todo esto, al despertar me di cuenta que estaba vivo, sano salvo y sin maldad en mi pecho, pero lo más sorprendente, el ángel seguía conmigo me sostenía en sus brazos como un bebé apretándome con fuerza junto a su pecho, no comprendía yo las cosas pues él no tenía heridas su cuerpo estaba perfecto, se le veía feliz se le apreciaba contento. Solo escuché de sus labios estas palabras que hoy dejo, vive intensamente tu vida y disfruta cada momento, haz de cada día el último de tu existencia, vive hoy por que mañana tal vez no tengas tiempo, escucha la palabra de DIOS y su divina enseñanza poniendo en práctica sus divinos mandamientos, no juzgues, no critiques, no des por hecho, aprende a perdonar, ayuda cuando sea necesario, enséñate a comprender y escuchar y te prometo que serás… ETERNAMENTE FELIZ. Juan M. Canchola R.
Posted on: Thu, 15 Aug 2013 10:00:20 +0000

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