Hoy la palabra en Apocalipsis 3:14 / 20 carta a la iglesia de - TopicsExpress



          

Hoy la palabra en Apocalipsis 3:14 / 20 carta a la iglesia de laodisea. 3.14 Laodicea era la ciudad más opulenta de las siete que había en Asia. Se le conocía por su banca industrial, la manufactura de lana y la escuela de medicina que producía un medicamento para los ojos. Pero la ciudad siempre tuvo un problema con el suministro de agua. En cierta oportunidad se construyó un acueducto para transportar agua a la ciudad desde manantiales de agua caliente. Pero cuando el agua llegaba a la ciudad, no estaba ni caliente ni fría, solo tibia. La iglesia había llegado a ser tan insípida como el agua tibia que llegaba a la ciudad. 3.15 El agua tibia es desagradable. La iglesia de Laodicea se había vuelto tibia y por lo tanto era desagradable y repugnante. Los creyentes no adoptaban una posición firme. La indiferencia los había conducido a la ociosidad. Al dejar de hacer algo por Cristo, la iglesia se había endurecido y estaba satisfecha de sí misma. Estaba destruyéndose. No hay nada más desagradable que un cristiano solo de nombre que es autosuficiente. No se conforme con seguir a Dios a medias. Permita que Cristo avive su fe, y póngala en acción. 3.17 Algunos creyentes suponían equivocadamente que la abundancia de bienes materiales eran indicio de la bendición espiritual de Dios. Laodicea era una ciudad rica y la iglesia también lo era. Pero lo que la iglesia pudo ver y comprar llegó a ser más valioso para ellos que lo que no se ve y es eterno. La riqueza, el lujo y la comodidad pueden convertir a las personas en confiadas y satisfechas de sí mismas. Pero por mucho que usted tenga, no tiene nada si no posee una relación vital con Cristo. ¿De qué forma influye su nivel económico actual en su vida espiritual? En vez de concentrarse en la comodidad y el lujo, busque su verdadera riqueza en Cristo. 3.18 A los de Laodicea se les conocía por su gran riqueza, pero Cristo les dijo que debían comprar oro de El (el verdadero tesoro espiritual). La ciudad estaba orgullosa de su ropa e industrias de tintorería, pero Cristo les dijo que debían comprar vestiduras blancas de El (su justicia). Laodicea se enorgullecía de su ungüento precioso para los ojos que curaba muchos problemas de la vista, pero Cristo les dijo que compraran medicina de El para curar sus ojos a fin de que vieran la verdad (Joh 9:39). Cristo les estaba mostrando a los de Laodicea que los verdaderos valores no radican en los bienes materiales sino en una buena relación con Dios. Sus posesiones y logros no tenían valor, comparados con el futuro eterno del reino de Cristo. 3.19 Dios castigaría a esta iglesia tibia a menos que se apartara de su indiferencia y se volviera a El. Su propósito al disciplinar no es castigar sino atraer a la gente hacia El. ¿Es usted tibio en su devoción a Dios? Tal vez Dios lo discipline para ayudarle a salir de su indiferencia; pero lo hará porque lo ama. Usted puede evitar la disciplina de Dios buscándole una vez más mediante la confesión, la oración, la adoración y el estudio de su Palabra. Así como la chispa de amor puede volver a encenderse en el matrimonio, de igual modo el Espíritu Santo puede reavivar nuestro fervor por Dios cuando le permitimos obrar en nuestro corazón. 3.20 La iglesia de Laodicea era rica y se sentía satisfecha de sí misma, pero no contaba con la presencia de Cristo. El estaba llamando a la puerta del corazón de los creyentes, pero ellos estaban tan ocupados disfrutando de los placeres mundanos que ni se daban cuenta de que El intentaba entrar. Los placeres de este mundo -dinero, seguridad, bienes materiales- pueden ser peligrosos porque su satisfacción temporal nos puede volver indiferentes al ofrecimiento de Dios de darnos satisfacción eterna. Si descubre que es indiferente a la iglesia, a Dios o a la Biblia, ha empezado a sacar a Dios de su vida. Siempre déjele abierta a Dios la puerta de su corazón, y así lo oirá cada vez que llame. Dejar que entre es su única esperanza de satisfacción total. 3.20 Jesucristo está llamando a la puerta de nuestro corazón cada vez que sentimos que debemos volver a El. Desea tener amistad con nosotros y quiere que le abramos la puerta. El es paciente y persiste en su intento de llegar a nosotros, sin irrumpir y entrar, sino llamando. Nos permite decidir si le entregamos o no la vida a El. ¿Mantiene su poder y presencia transformadora intencionalmente al otro lado de la puerta? 3.22 Al final de cada carta a estas iglesias se exhorta a los creyentes a que escuchen y tomen en serio lo que se les había escrito. Aunque el mensaje dirigido a cada iglesia es diferente, contiene advertencias y principios para todos. ¿Cuál de las cartas habla más directamente a su iglesia? ¿Cuál tiene el mayor énfasis en su propia condición espiritual en este momento? ¿Cómo reaccionará usted?
Posted on: Mon, 24 Jun 2013 02:03:54 +0000

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