Hubo alguna vez una mujer llamada Ana. Unos la llamaban Ana, otros - TopicsExpress



          

Hubo alguna vez una mujer llamada Ana. Unos la llamaban Ana, otros la llamaban esteril y otros, como su esposo, la llamaron ebria. Esta mujer, según relata la biblia, sufría en silencio porque era estéril. Dice que lloraba postrada con su rostro en el suelo y sin poder expresar palabras, sollozaba y gemía por su alma quebrantada. Ya puedo imaginar cuan duro fue para ella atravesar una situacion como esta. 1-Socialmente tenía que cumplir con su labor de esposa. Naturalmente, cumplir con su función de mujer que es procrear hijos. Uno de dus roles era darle a su marido ese honor. Darle su linaje y descendencia. Muchas veces la presión social nos hiere puesto que nos pone en competencia con nosotros mismos constantemente. Experimentamos frustración, complejos y nos sentimos en desventaja. Hace que sintamos culpa y a veces verguenza por nuestros defectos y limitaciones. Esto le pone un elevado nivel de presión a asuntos que no pueden ser cambiados como el de Ana. Por su limitación fisiológica, creo que esta mujer experimentó todo tipo de emociones, desde baja autoestima, decepción, conmiseración o lástima de sí, aflicción, soledad, locura y hasta pudo haber sentido en su razonamiento humano cierto abandono o exclusión por parte de Dios. Puedo imaginarla tocando su vientre y teniendo esta conversación para sí: ¿Señor, porque yo? ¿Será que merezco vivir asi? ¿Carente de una completa felicidad? Tu sabes cual es mi anhelo. ¿Será que nunca podré tener la dicha de ver correr delante de mí pequeñuelos jugando, corriendo y sonriendo? ¿Cual es el proposito detras de todo esto? Yo te amo y acepto tu voluntad. Eres Dios y tu sabes el porque de todas las cosas. Aun así, sabes que te amo!! Pero porfavor te pido que me mires. Que me prestes atención. Por favor concédeme tu bendición. Bendíceme con eso que tanto te pido. Ten misericordia de mi! Si me dieras tan solo uno! Uno solo, Señor!! Yo te lo entregaría todos los días. Lo presentaría delante de tu altar cada mañana. Yo te lo dedicaría y lo criaría en tus caminos. Que se haga tu voluntad, pero ten misericordia de mi petición y de mí. 2-Por otra parte, estába la otra mujer de su marido: Pinina. Dice la biblia que Pinina se gozaba burlándose de la condición de Ana. Ya puedo imaginar las cosas que probablemente le decía; desde burlas, presunciones prepotentes y alardes de superioridad ante Ana. Ya puedo imaginarla presumiendo con sus hijos. Exhibiéndolos en sus brazos delante de Ana solo para recordarle lo que ella definitivamente no queria recordar: que no podía tener hijos. 3-Y por último, pero no menos importante, dice la biblia que cuando su esposo la observó tirada en el suelo, moviendo sus labios y gimiendo, solo pudo llegar una conclusión y esto fue lo que le expresó: Mujer, estas ebria. Qué duro cuando los que amas se encuentran lejos de fijarse que algo te pasa. Cuando se encuentran desentendidos de tus sentimientos porque se encuentran lejos, faltos de tiempo o si cerca, escasos de relaciones familiares estables. Creo que su esposo no tenía la menor idea del quebranto que esta mujer experimentaba puesto que nadie es capaz de ver el corazón. Solo quienes mediante gestos de compasión y empatía se acercan con amabilidad y te preguntan acerca de tu estado o situación actual. Su esposo se apresuró a sacar conclusiones desde su punto de vista y probablemente Ana, al escuchar esta expresión, se sintió poco entendida. Y tal vez sintió que cargaba con un dolor que debía ser de los dos. La autoestima de esta mujer debió haber sido bastante tocada! Cuando leí esta historia, fui trasladada a aquella escena. Su llanto y sus lagrimas constantes delante de Dios, me hacen sentir y pensar que esta mujer llegó a ese punto que alguna vez en la vida todos experimentamos. Ese momento en el que hemos hecho tanto, que nos hemos esforzado tanto, que hemos sido rectos y fieles a Dios, que hemos confiado con todo el corazón y al parecer nada de lo que hacemos puede cambiar la situación. ¿Pero, cómo cambiar algo que no esta en nuestras manos cambiar? ¿Cómo controlamos nuestro destino si asi es como nacimos? ¿Si esta en nuestra humanidad?¿Como calmar nuestra mente y espiritu cuando el corazón te dice sí aunque todo a tu alrededor te dice no? Porque te aferras tan fuerte a la fe... y te aferras tan fuerte a la esperanza de que en algún momento Dios te escuchará y se apiadará, y cambiará todo tu panorama. ¡¡Qué momento este!! Porque ahí es cuando todo a tu alrededor (ciencia, sociedad, aún nuestra propia humanidad) te dicen: Ana, no!! NO es posible!! No lo sera por mas que llores o intentes cambiarlo todo. Es una condición. Naciste esteril, Ana. Lo mejor sería que lo aceptes, lo superares y sigas hacia adelante. Aunque muevas cielo y tierra hay cosas que no pueden ser cambiadas. Es la voluntad de Dios y con algun proposito El te envio así. Debes aceptar las cosas como son. Jajajajaja! Es que ellos no saben nada, Ana!! Y si en algo estuvieran correctos es cuando te dicen: Con algun proposito Dios te envio así. Pero no para que lo aceptaras y te quedaras asi. Ahora es cuando mas tienes que insistir, Ana!! Sigue llorando agarrada de tu esperanza!! Pronto llegará tu regalo!! Dicen: Aunque muevas cielo y tierra, no cambiará nada. Lo que no entienden es que cuando un hijo de Dios Mueve el Cielo, se levanta el Todopoderoso y hace estremecer hasta los cimientos de la tierra!! Tu esterelidad tiene fecha de vencimiento!! No hay ni uno solo!! Ni uno de sus pequeñitos del cual el Padre no tenga misericordia. Aferrate fuerte a la esperanza! Ana vio con sus ojos un imposible hecho posible. La recompensa de su fe llamado Samuel.
Posted on: Tue, 19 Nov 2013 01:52:11 +0000

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