II. LA ORACION SE APODERA DE LO ETERNO Ningún hombre es más - TopicsExpress



          

II. LA ORACION SE APODERA DE LO ETERNO Ningún hombre es más grande que su vida de oración. El pastor que no ora está jugando en religión; el pueblo que no ora está extraviado. El púlpito puede ser un escaparate de humanos talentos, pero la cámara de oración no tiene ventanas al exterior. Pobre como se muestra la Iglesia hoy día en tantas cosas, lo es más en cuanto a la oración. Tenemos muchas organizaciones, pero pocos penitentes; muchos espectáculos y actores, pero pocos orantes; muchos cantores, pero pocos corazones heridos; grandes pastores y débiles guerreros de Cristo; mucho aparato, pero poca pasión; muchos actuantes, pero pocos intercesores; muchos escritores, pero pocos luchadores. Fallando en esto fallamos en todo. Los dos requisitos para una vida cristiana victoriosa son visión y pasión; ambos son nacidos y sustentados por la oración. El ministerio de la predicación está abierto a pocas personas, pero el ministerio de la oración —el más elevado de todos los ministerios humanos— está abierto a todos. Los adolescentes espirituales dicen: «Hoy no iré al templo; sólo es una reunión de oración.» Creo que Satán tiene poco que temer hoy día de los púlpitos. Pero experiencias pasadas la obligan a levantar todo su infernal ejército en contra del pueblo de Dios cuando ora. Los cristianos modernos conocen poco aquello que Jesús dijo de «atar o desatar»; aunque la promesa es para nosotros: «Todo lo que vosotros atareis...» ¿Lo has realizado recientemente? Dios no es pródigo con su poder; pero para ser mucho para Dios tenemos que estar mucho con Dios. Este mundo está precipitándose al infierno con una velocidad tal que el más veloz aeroplano es, al lado de tal marcha, como una tortuga; sin embargo, hay pocos de nosotros pueden recordar la última noche que dejaron de acostarse para pasarla en vela ante Dios en demanda de un despertamiento mundial. No nos sentimos movidos a compasión. Confundimos el andamio con el edificio. La predicación de nuestros días, con su pálida interpretación de las divinas verdades, nos hace tomar la acción por unción, la comunión por nuevo nacimiento, y los balbuceos por despertamiento. El secreto de la oración es el orar en secreto. El pecador cesa de orar y el que ora cesa de pecar. Somos mendigos en bancarrota, pero no estamos quebrantados, ni aun ligeramente doblados. La oración es profundamente simple y simplemente profunda. «La oración es la más sencilla forma de hablar, simplemente infantil; sin embargo, es tan sublime que sobrepasa y agota todo vocabulario humano. Una catarata de palabras ardorosas tan grande como la del Niágara no impresiona a Dios ni le mueve. Una de las más ardientes y profundas intercesoras del Antiguo Testamento no tenía palabras.» Sus labios se movían, pero su voz no se oía. Ninguno expresión lingüística. Hay «gemidos indecibles», que no pueden ser expresados con palabras. Estamos tan por debajo del nivel del Cristianismo novotestamentario que no conocemos la clase de fe histórica de nuestros padres espirituales (con sus implicaciones y operaciones) y sólo conocemos la fe histórica de nuestros contemporáneos. La oración es para el creyente lo que el capital para el negociante. ¿Puede alguien negar que el afán de la iglesia moderna es por dinero? Sin embargo, lo que más preocupa a la iglesia de nuestro tiempo es lo que menos preocupaba a la iglesia apostólica. Nuestro énfasis es sobre donativos, el suyo era sobre oración. Cuando damos podemos edificar un buen local; cuando ellos oraban el local temblaba. En los días del Nuevo Testamento la inspiración del Espíritu sacudía el infierno. En cambio, en nuestros días, la oración que vence al mundo, nunca había sido dejada por tantos, al cuidado de tan pocos. Sin embargo, no hay sustituto para esta clase de oración; o la practicamos o morimos. Una religión de mera emoción y sensacionalismo es la más terrible de las maldiciones que puede sobrevenir a cualquier pueblo. La ausencia de realidad es bastante triste, pero la pretensión de ello es un pecado mortal. .Chadwick Conviene quitar la idea de que la fe es un heroísmo espiritual propio tan solamente de espíritus selectos. Hay, ciertamente, héroes de fe; pero la fe no es sólo para héroes Es un asunto de madurez u hombría espiritual. Es madurez, a la que todos pueden llegar. P.T. Forsyth Cuando Dios se propone hacer una misericordia grande con su pueblo, la primera cosa que hace es invitarles a orar. Matthew Henry Verdad sin entusiasmo, moralidad sin emoción, ritual sin vida, son cosas que Cristo condenó rotundamente. Con falta de fuego la religión se convierte en una filosofía sin Dios, un sistema ético o una superstición. Chadwick El llamamiento de la cruz es, por tanto, entrar en esta pasión de Cristo. Debemos tener sobre nosotros la marca de los esclavos. Gordon Watt Mi necesidad cumple tu plenitud, y tengo mi todo en Ti. Desconocido He visto rostros sobre los cuales la Sagrada Paloma aparecía invisiblemente. Carlos Lamb hablando de los Cuáqueros Fervientes en espíritu: sirviendo al Señor. El apóstol Pablo III. UN LLAMAMIENTO A LA UNCION EN EL PULPITO: ACCION EN LOS BANCOS DE LA IGLESIA Cuando un hombre se ha arrastrado durante años en un cristianismo convencional y de repente levanta un vuelo a una inteligencia espiritual y se hace activo y fervoroso en la batalla por el Señor, mostrando un incansable celo por los perdidos, hay alguna razón para ello. (Pero estamos en tiempos tan subnormales al presente que lo que era normal en los días del Nuevo Testamento parece anormal hoy día.) El secreto de este hombre o mujer que se levantan como un jet en los caminos del Señor es que en algún lugar o de alguna manera ha tenido, como Jacob, un encuentro con Dios y ha sido herido en su naturaleza carnal, pero ha sido fortalecido por el Espíritu Santo. Hay dos factores indispensables para la vida cristiana que tiene éxito: son visión y pasión. Los hombres pueden vencer imponentes tempestades de criticismo carnal y escalar las más peligrosas alturas de despiadada oposición diabólica para plantar por encima de todo la cruz de Cristo. ¿Cómo? Si han cogido una visión y contraído una pasión. Algunos nos exhortan ahora a no hacernos tan fanáticos que no seamos útiles para las cosas terrenas. Hermano, este peligro no existe en la generación actual. La verdad brutal y sin paliativos de nuestros días es que somos tan terrenales que apenas somos útiles para las cosas celestiales. Amigo, si fueras tan diligente en el cuidado de las almas como lo eres para tus negocios serias una amenaza al diablo; pero si fueras tan poco diligente para tus negocios terrenales como lo eres para los negocios celestiales, es seguro que tendrías que mendigar tu pan. George Deakin martilleé en mi mente por muchos años esta acertada sentencia: Una visión sin una tarea hace un visionario; una tarea sin visión, un galopín sin oficio ni beneficio; una visión y una tarea, un perfecto misionero. Isaías tuvo una visión cuando murió el rey, Uzias. Quizá hay una persona en tu vida que está impidiendo tu plena visión del Señor. La expansión espiritual tiene un alto precio y hay que pagarlo a veces mediante una decisión crucial. ¿Estás preparado para una visión a ese alto precio, la pérdida de mi amigo o de una carrera? No hay precios de ganga para una verdadera renovación espiritual. Si sólo quieres ser sabio y santificado para tu propia satisfacción, el ejército del Señor no tiene necesidad de ti. Isaías tuvo una visión en tres dimensiones. Observadlo en Isaías 6, versículos 5 al 9: «¡AY DE MI!», una frase de confesión; HEME AQUI, la palabra de limpieza; VE, la palabra de comisión. Fue una visión hacia arriba, vio al Señor; interna —se vio a sí mismo: externa —vio al mundo. Fue una visión de santidad. ¡Amados míos, cómo necesita nuestra generación una visión de Dios con toda su santidad! De humillación: «Yo soy inmundo.» De anhelo:«¿Quién nos irá?» Fue una visión de altura —vio al Señor sobre un trono alto y sublime. Una visión de profundidad — vio los escondrijos de su propio corazón. Una visión de anchura —vio al mundo. En esta hora cuando la generalidad de la Iglesia conoce más de promoción que de oración; cuando se ha olvidado la consagración, convirtiéndola en competencia, y se ha sustituido la propagación por propaganda, esta triple visión es imperativa. Donde no hay visión «el pueblo perece». Donde no hay pasión, perece la iglesia aun cuando se vea llena hasta las puertas. Un predicador mundialmente famoso, que había sido usado poderosamente por Dios en años pasados para un verdadero despertamiento (distinto del actual evangelismo de masas), me dijo que había tenido una visión así. Todavía puedo ver su rostro asombrado cuando me contó que no sabía si estaba o no en el cuerpo o había sido transportado, pero que pudo ver una multitud incontable sumergida en un abismo, rodeada de fuego, encerrada en el «manicomio del Universo»: EL INFIERNO. Este predicador nunca más fue lo que había sido antes, desde que tuvo esta visión. ¿Cómo podía ser de otro modo? ¡Oh, que Dios nos concediera una revelación semejante que rompiera nuestro corazón! ¿Nos hemos educado en el secreto de la oración y en la escuela de la adversidad, de tal modo que nuestros espíritus pudieran soportar semejante visión quebrantadora? Bienaventurado el servidor de Dios a quien el Señor imparta esta visión, si no físico-psíquica, sí de un modo espiritual. Nadie vive más allá de su visión. Inteligentes teólogos no pueden romper las murallas de hierro de la superstición y oscuridad espiritual tras las cuales han vivido millones de seres humanos durante milenios. Sólo hombres quizá con menos profundidad intelectual, pero con más profundidad de visión pueden hacerlo. Ser espiritual produce gozo y paz; sin embargo, el hombre espiritual no puede pasar por encima de hechos conturbadores como los siguientes. Leedlo y llorad: JAPON. — El gobierno declara que su población excede de los 70 millones de seres humanos y está creciendo a razón de un millón cien mil personas por año- Esto significa un aumento de cinco millones de almas sin Cristo cada cinco años, pues no pueden calcularse los verdaderos convertidos anualmente en más de cien mil. Pon esto en tu lista de oración. COREA. — Allí hay (1) nueve millones de habitantes, la mayoría refugiados, sin hogar y casi sin alimentos. (1) Al tiempo de escribirse este libro. Las condiciones han mejorado allí desde entonces; pero el cuadro es indescriptiblemente peor hoy día en Vietnam. — Nota del traductor. INDIA. — Centenares de millones de seres viviendo en tinieblas y sombra de muerte. PALESTINA. — Un millón de refugiados árabes. EUROPA. — Once millones de «personas desplazadas>. ¡Qué dolor de corazón causa este pensamiento! CHINA. — Más de 300.000 refugiados de la China comunista viven en chozas en los suburbios de Hong-Kong. Y si venimos a la condición espiritual, ¡ qué peso abrumador produce en el alma cristiana pensar que existen quince millones de judíos, trescientos millones de budistas ciento setenta millones de mahometanos, trescientos cincuenta millones de confucionistas, cincuenta millones de hinduistas, noventa de sintoístas, y otros millones de paganos para quienes Cristo murió, pero que no han sido alcanzados con las Buenas Nuevas del Evangelio! Aun en la misma América del Norte, tan cristiana, se calcula que hay veintisiete millones de menores de edad que no reciben educación cristiana, y diez mil aldeas sin iglesia alguna. Casi un millón de personas mueren cada semana en el mundo sin Cristo. ¿No significa nada esto para ti? Quizá, ¡quién sabe!, Dios está más enojado con América del Norte e Inglaterra que contra Rusia. ¿Te parece raro? Considera serenamente que en Rusia hay millones que no han tenido jamás la oportunidad de escuchar un claro mensaje del Evangelio, ni tener una Biblia, ni les es fácil escuchar un programa evangélico por radio. Millones acudirían a una iglesia si pudieran. La repetida declaración de que el pecador debe tener una visión del infierno es enteramente equivocada. Lo que probablemente necesita es una visión del Calvario, con el dolorido Salvador llamándole al arrepentimiento, pues si existe tan maravillosa salvación, ¿por qué debe perecer? Se cita a William Booth, el fundador del Ejército de Salvación, quien decía que quisiera, si fuese posible, que sus soldados, como final de su entrenamiento, pudieran estar 24 horas contemplando los sufrimientos eternos del infierno. El fundamentalismo, que profesa la misma fe que Booth, necesita tal visión. Y el grandilocuente predicador modernista lo necesita todavía más. Carlos Peace era un criminal que no respetaba leyes divinas ni humanas, Finalmente fue capturado y condenado a muerte. En la fatal mañana de su ejecución, mientras era conducido de su celda al cadalso, en la prisión de Armley (Leeds), Inglaterra, iba delante el capellán de la prisión leyendo rutinariamente textos bíblicos que hablan de la condenación y de la vida eterna que Cristo Jesús vino a obtenemos con su sacrificio. El reo tocó al predicador por la espalda y le preguntó qué estaba leyendo., replicó el criminal. El oír leer de un infierno con fuego que nunca acaba de consumir a sus víctimas, con la indiferencia con que lo estaba haciendo el funcionario de la prisión, era demasiado para Carlos Peace, y al mismo pie del cadalso, en el patio de la cárcel, le espetó el siguiente sermón: «Señor, si yo creyera lo que usted y su iglesia dicen, aun cuando Inglaterra estuviera cubierta de costa a costa de cristales rotos yo iría descalzo, o de rodillas, a predicar a las gentes que se arrepintieran y evitaran semejante suerte. Creo que los cristianos no deberían vivir para otra cosa que para salvar almas, si realmente creyeran lo que dicen creer.» Querido lector, porque la Iglesia ha perdido el fuego del Espíritu Santo los hombres van al fuego del infierno. Necesitamos una nueva visión del santo Dios. Dios es esencialmente santo. Los querubines y serafines no clamaban: «Omnipotente, omnipotente es el Señor», ni tampoco:
Posted on: Mon, 26 Aug 2013 17:28:39 +0000

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