ISRAEL NO ACEPTA LA FRONTERA DE 67,DIJO EL MINISTRO DE RELACIONES - TopicsExpress



          

ISRAEL NO ACEPTA LA FRONTERA DE 67,DIJO EL MINISTRO DE RELACIONES INTERNACIONALES Y ASUNTOS ESTRATEGICO ISRAELI ,YUVAL STEINITZ, TIZIPI LIVNE, LA MUJER MAS POPULAR .LA EX CANCILLER .MINISTRA DE JUSTICIA DIJO MANTENDREMOS LOS INTERESES NACIONALES Y DE SEGURIDAD DE ISRAEL COMO UN ESTADO JUDIO Y DEMOCRATICO . La ministra de Justicia reconoció que el reinicio de las conversaciones con los palestinos representa una «oportunidad», aunque, «una vez que comiencen, no serán fáciles. Siento un gran aprecio por el primer ministro Binyamín Netanyahu, por adoptar decisiones que representan los importantes intereses de Israel y por la determinación del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que condujo a los palestinos y a nosotros a la mesa de negociaciones», agregó la ministra. . El ministro israelí de Relaciones Internacionales y Asuntos Estratégicos, Yuval Steinitz, rechazó que haya aceptado las fronteras de 1967 como base para negociar. No hay ninguna opción de que nosotros aceptemos entrar en ningunas negociaciones que comiencen por definir las fronteras territoriales o con concesiones por parte de Israel, incluida la congelación de la construcción" en los asentamientos, dijo Steinitz , La principal demanda palestina era que Israel se comprometiese a aceptar las fronteras de 1967 como base para iniciar las conversaciones, aunque fuese con intercambios territoriales a cambio de los grandes asentamientos judíos en Cisjordania. Los palestinos pedían también una congelación en la construcción de asentamientos y la puesta en libertad de los presos anteriores a los acuerdos de Oslo de 1992. Steinitz afirmó que los palestinos aceptaron emprender negociaciones que se prolongarán al menos durante nueve meses y se comprometieron a paralizar en ese tiempo sus intentos unilaterales de conseguir reconocimiento por parte de los organismos internacionales. El jefe de la diplomacia de EEUU dijo que el acuerdo "aún se encuentra en vías de ser formalizado" definitivamente, aunque anunció que los jefes negociadores palestino, Saeb Erekat, e israelí, Tzipi Livni, se reunirán en Washington la próxima semana para mantener conversaciones preliminares y discutir los detalles de la negociación. Livni enfatizó que es lo correcto para el futuro de Israel, su seguridad y su economía. La ex canciller israelí Tzipi Livni.nacida el 8 de julio de 1958 esta mujer considerada la más célebre figurar en cabeza del pelotón de las personalidades políticas más populares del país.del partido,La ex canciller .dice tener la intención de restaurar “la confianza” de los israelíes. En 1976, el año anterior a la victoria electoral del Likud y la llegada de Begin a la jefatura del Gobierno, Livni ingresó en las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) para cumplir el servicio militar obligatorio, que ni excluía ni excluye a las mujeres. Durante tres años sirvió como instructora en una escuela de formación de oficiales y portó el galón de teniente. En 1979 colgó el uniforme para matricularse en la Facultad de Derecho de la Universidad Bar-Ilan, cerca de Tel Aviv, con la intención de sacarse el título de abogada, pero antes aceptó de nuevo prestar servicio en la defensa y la seguridad de Israel, y en esta ocasión, al parecer, asumiendo importantes riesgos y peligros. 1980, con 22 años, tras comentarle la posibilidad una amiga, fue reclutada por el Mossad, la agencia estatal de inteligencia, espionaje y lucha contraterrorista en el extranjero, para la que trabajó en paralelo a sus clases universitarias. La naturaleza secreta de las actividades de los agentes del Mossad impide conocer con certificación oficial qué funciones desempeñó Livni en esta institución, aunque cabeceras de las prensas israelí e internacional señalan que perteneció a una “unidad de élite” y que realizó “misiones sensibles” en París, en una época en que la capital francesa era el escenario de una guerra subterránea y a muerte entre infiltrados de los servicios secretos israelíes, activistas de los partidos palestinos y agentes de países árabes como Irak. Según fuentes consultadas por estos medios, Livni, tras la pantalla de estudiante en la Sorbona, habría mantenido una vivienda empleada como piso franco por colegas implicados en misiones de búsqueda y eliminación. También, habría realizado labores de reclutamiento y de reunión de información. En agosto de 1983 Livni solicitó y obtuvo la baja del Mossad para completar sus estudios en la Universidad Bar-Ilan y para casarse con el publicista Naftali Spitzer. La pareja formalizó su relación en 1984 y ella, ya con el título en la mano, empezó una andadura como abogada especializada en derecho mercantil y de la propiedad. En los doce años siguientes, Livni llevó una vida hogareña y profesional estrictamente privada, dedicada a la crianza de sus dos hijos, Omri y Yuval, a su trabajo en el bufete. Un alejamiento del servicio público y de la política que no alteró el fallecimiento de su padre en 1991, siete años después de jubilarse de la Knesset. Livni tomó la decisión de entrar en política en 1996, gobernando el Partido Laborista (Avoda) al mando del veterano Shimon Peres, en un momento de gran incertidumbre y desasosiego a raíz del asesinato en noviembre del año anterior de Yitzhak Rabin, predecesor del anterior, por un extremista judío y de la escalada de atentados terroristas de los partido palestinos Hamás y Jihad Islámica. Su opción partidista era, por tradición familiar y por convicciones personales, el Likud, que, con Binyamin Netanyahu de líder, se oponía a buena parte de la letra de los Acuerdos de Oslo firmados con la OLP en 1993. En las elecciones generales del 17 de mayo de 1999, anticipadas por Netanyahu ante los síntomas de descomposición del Gobierno y la aparición de profundas grietas en el propio Likud –escisiones del Partido de Centro y el Herut-Movimiento Nacional-, Livni volvió a candidatear a la Knesset y esta vez, aunque por los pelos y en unas circunstancias nada propicias, conquistó el escaño: iba en el lugar décimo octavo de la lista y el partido, en los peores resultados de su historia, retuvo 19 puestos. La mayoría operativa sacada por el Avoda y sus aliados unida a la victoria del nuevo líder laborista, Ehud Barak, en la elección a primer ministro desalojaron al Likud del poder. Como consecuencia, Livni cesó en su alto puesto funcionarial y se estrenó como parlamentaria de la oposición. En la Knesset, pasó a integrar los comités de Justicia y Asuntos Legales y Constitucionales, y de Promoción del Estatus de la Mujer, y presidió el subcomité encargado de la legislación para la prevención del lavado de dinero, un cometido apropiado para quien con el tiempo iba a adquirir una sólida reputación de honestidad en un entorno político cuajado de escándalos de corrupción. La llegada a la jefatura del Likud de Ariel Sharon, el histórico halcón de la derecha israelí, belicoso general en las pasadas guerras contra los árabes, temido y odiado por los palestinos, ministro de Defensa con Begin y últimamente responsable de Exteriores con Netanyahu, marcó el verdadero despegue político de la reservada y eficiente Livni. El orondo, carismático y controvertido ex militar, convertido en septiembre de 2000 en incendiario protagonista de la segunda Intifada, la revuelta palestina que sumió a los territorios autónomos y ocupados en un estado de guerra con las FDI y que dio el golpe de gracia al ya moribundo proceso de paz de Oslo, dispensó un afecto protector a una diputada con pedigrí nacionalista y recién entrada en la cuarentena a la que sacaba 30 años. En este Gabinete, Livni, codeándose con viejas luminarias de la política israelí como el laborista Peres, debutó en la función ministerial portando una cartera de bajo relieve, la de Cooperación Regional. A finales de agosto de 2002 pasó a ser ministra sin cartera, pero el 17 de diciembre de ese año, mes y medio después de dar el portazo los ministros del Avoda, Sharon le confió el portafolio de Agricultura y Desarrollo Rural. Reelegida en su escaño en las legislativas del 28 de enero de 2003, que proporcionaron al Likud una mayoría lo suficientemente amplia como para gobernar de espaldas a los laboristas (38 diputados con el 29,4% de los votos), el 28 de febrero Livni tomó a su cargo el Ministerio de Absorción de la Inmigración, una oficina de más caché político que las anteriores y que le aseguraba una mayor presencia mediática, pero que le resultó decepcionante, ya que iba detrás de la cartera de Justicia. Su pertenencia al círculo de confianza del primer ministro indujo a Livni a modificar algunas de sus opiniones más arraigadas. Así, la ministra interiorizó el argumento, deslizado paulatinamente por Sharon y su número dos en el Gabinete, el ex alcalde hierosolimitano Ehud Olmert, de que el mayor crecimiento demográfico de la población palestina en los territorios ocupados amenazaba el carácter eminentemente judío del Estado de Israel. En consecuencia, resultaba ineludible la evacuación unilateral y completa de la franja de Gaza y de ciertos puntos de Cisjordania no controlados por la ANP, repatriando tanto a las tropas como a los colonos allí asentados; a continuación, podría crearse un Estado palestino, rigurosamente separado y controlado de tal manera que no supusiera una amenaza para Israel. En otras palabras, se enterraba el sueño del Eretz Israel y se asumía la noción de paz por territorios en aras de la integridad y la seguridad nacionales. El 28 de noviembre Livni, en su acto de protagonismo que acrecentó las altas notas que le otorgaban los sondeos de valoración de líderes a pesar de su proyección más bien fría, fue la encargada de presentar al público los principales puntos de la agenda nacional de la flamante formación. En primer lugar, el Kadima se comprometía a salvaguardar el carácter democrático y mayoritariamente judío del Estado de Israel sobre las bases de la entrega a la ANP de algunos territorios de Cisjordania, el mantenimiento definitivo de los mayores asentamientos de colonos y el estatus indivisible de Jerusalén. Livni dio sus primeros pasos políticos en las filas de la derecha nacionalista. Con el paso del tiempo fue dejando de lado los ideales iniciales para escalar puestos hasta la cima de Kadima, donde fue una de las primeras en entrar nada más fundarse, a finales de 2005.El 18 de diciembre, con los preparativos de los comicios generales del 28 de marzo en marcha, el revolucionado panorama político israelí sufrió una nueva conmoción al sufrir Sharon, a los 77 años, un infarto cerebral leve que lo mandó al hospital. El primer ministro se mantuvo consciente y antes de 48 horas fue dado de alta. En el ínterin, el Kadima decidió que fuera Olmert y no la más popular aunque menos experimentada Livni el segundo de lista a la Knesset. La decisión era muy importante, ya que en caso de no poder participar Sharon en las elecciones, quien le siguiera en la lista de candidatos al escaño ocuparía su lugar. Disciplinadamente, Livni acató una resolución que sin embargo marcó el principio de la desconfianza entre dos dirigentes abocados al enfrentamiento. Entonces, resultó evidente que Sharon no veía a su protegida como una heredera de su legado político, por lo menos con precedencia sobre Olmert. El regreso de Sharon al quehacer político mitigó los temores sobre su estado de salud, pero el 4 de enero de 2006 el veterano estadista sufrió un segundo y más grave derrame cerebral. Esta vez, Sharon cayó en coma irreversible, sumiéndose en un estado de inconsciencia vegetativa y quedando completamente incapacitado para ejercer sus funciones. Con toda urgencia, Olmert se hizo cargo temporalmente de las presidencias del Consejo de Ministros y del partido. Livni, dejando a las claras a dónde apuntaban sus ambiciones, amagó con abrir una disputa por la sucesión de Sharon, pero Olmert la persuadió para que renunciara a retarle a cambio de colocarla a su diestra como número dos del Gobierno si se ganaban las elecciones, lo que todas las encuestas daban por muy probable, y de nombrarla ministra de Exteriores ya mismo, sucediendo a Silvan Shalom, que permanecía leal a Netanyahu. El segundo puesto en la lista electoral estaba reservado a Peres, así que Livni seguiría yendo en tercer lugar. En consecuencia, el 16 de enero, a la vez que dimitían los cuatro ministros del Likud, Olmert fue elegido sin oposición presidente del Kadima y su cabeza de lista para las elecciones del 28 de marzo. Dos días después, Livni se convertía en la segunda jefa de la diplomacia israelí desde el ejercicio de la laborista Golda Meir en 1956-1966. En el pasado trabajó para el Mosad, el servicio secreto israelí, y su carrera fue meteórica desde que entró en la Kneset (Parlamento) en 1999.Pero esta abogada tenaz, siempre de punta en blanco y catapultada a la cúspide de su partido por el ex primer ministro Ariel Sharon, fundador de Kadima, Kadima tuvo un rendimiento electoral más discreto de lo esperado. Con el 22% de los sufragios, fue la fuerza más votada, lo que no dejaba de ser una hazaña para un partido con sólo cuatro meses de vida, pero los 29 escaños obtenidos conformaban una mayoría simple de lo más exigua. Olmert, convertido en primer ministro titular el 14 de abril al vencer el límite de cien días fijado por la ley para la incapacidad temporal y no recobrarse Sharon, negoció y acordó con el entonces jefe del Avoda, Amir Peretz, la constitución de un gobierno de coalición mayoritario al que se sumaron el Shas y el nuevo partido Pensionistas de Israel a la Knesset (GIL). El 4 de mayo tomó posesión el Gabinete y Livni, de acuerdo con lo pactado con Olmert, figuró como número dos del mismo en calidad de viceprimera ministra primera (textualmente, “primer ministro en funciones”, que era lo que Olmert había sido hasta entonces) y ministra de Exteriores. El Ministerio de Justicia Livni se encargó de los prolegómenos técnicos de la primera reunión oficial de Olmert con Abbas, celebrada en Jerusalén el 23 de diciembre de 2006 y que fue posibilitada por el alto el fuego entrado en vigor el 26 de noviembre entre las facciones palestinas y las FDI, al cabo de un mes fatídico en el que cerca de un centenar de palestinos perdieron la vida, la mayoría en Beit Hanoun, Gaza. En ese momento, la canciller fungía de nuevo como ministra de Justicia, cargo paralelo que expiró en febrero de 2007La tormenta se desató el 30 de abril de 2007, luego de encajar Olmert una investigación policial por presuntos abuso de poder y prevaricación en su etapa de ministro de Finanzas, con la publicación por la Comisión Winograd de un informe preliminar en el que criticaba demoledoramente los “serios fallos” en que habían incurrido Olmert, Peretz y el ya dimitido jefe del Estado Mayor, general Dan Halutz, en los primeros días de la crisis. Los tres eran censurados por lanzar Recompensa Justa sin tener un plan de operaciones adecuado, y el primero, en particular, por comportarse con “grave falta de juicio, responsabilidad y prudencia”. El 2 de mayo Livni, con la satisfacción añadida de ser la única autoridad evaluada por la Comisión que salía bien parada –el informe destacaba los esfuerzos diplomáticos del Ministerio de Exteriores para impulsar la intervención de la ONU y reclamaba que en el futuro aquel fuese involucrado en las decisiones que atañeran a la seguridad-, alzó su voz para demandar la dimisión del primer ministro y ofrecerse ella misma como jefa del Kadima y por ende candidata a dirigir el Gobierno. En su cálculo no entraba el recurso a elecciones generales anticipadas, que sólo podían beneficiar al Likud, y sí unas primarias del Kadima para la elección del nuevo líder. Livni fue secundada en su golpe de efecto por la mitad del grupo parlamentario, incluido su jefe, Avigdor Yitzhaki, quien presentó la renuncia como medida de presión. Livni no volvió a embestir públicamente contra Olmert, de cuya renuncia ya se encargó la enorme presión reinante. El 30 de julio de 2008, tras ganar un poco de tiempo merced a un cambalache con Barak –quien un año atrás había descabalgado a Peretz del liderazgo del Avoda para luego relevarle como ministro de Defensa-, por el que convocaba elecciones primarias en su partido para evitar los comicios anticipados, y tras mucho insistir en que no daría ese paso a menos que la fiscalía le acusara formalmente de corrupto, anunció por sorpresa su marcha del Gobierno y la entrega del testigo al conmilitón que se llevara el liderazgo del Kadima en la elección interna programada para el 17 de septiembre. La viceministra se felicitó por la “no sencilla aunque correcta” decisión tomada por su todavía superior político y comenzó a preparar su postulación partidista, cuyos dos posibles desenlaces tendrían importantes consecuencias para su carrera: si ganaba, no tenía dudas, sería primera ministra, bien porque conseguiría formar gobierno, bien porque, en caso de fracasar en lo anterior, ganaría la elecciones a la Knesset; si perdía, no descartaba marcharse del Kadima, medio amenazó Livni tenía como rivales en la carrera por el liderazgo a tres compañeros del Gabinete, los tres familiarizados con las cuestiones de seguridad y defensa: Meir Sheetrit, ministro del Interior, Avi Dichter, ministro de Seguridad Pública, y, sobre todo, Shaul Mofaz, actualmente ministro de Transportes pero un dirigente ampliamente identificado con las FDI, de las que había sido comandante en jefe y responsable civil. En junio anterior, Mofaz había realzado su reputación de halcón con su advertencia de lo “inevitable” de un ataque aéreo israelí a Irán para destruir su capacidad nuclear si el régimen de Teherán no detenía su “continua búsqueda de armas nucleares”. El 17 de septiembre de 2008 estaban convocados a las urnas 73.000 afiliados del Kadima, aunque sólo acudieron a votar la mitad. Tan exiguo colegio electoral decidió que fuera Livni la nueva líder del Kadima, pero por la mínima: la titular de Exteriores obtuvo el 43,1% frente al 42% del responsable de Transportes. De inmediato, sin esperar a recibir la luz verde institucional, Livni emprendió consultas a múltiples bandas con el objetivo de, como mínimo, mantener la coalición cuatripartita, que descansaba en una mayoría de 64 escaños sobre 120, aunque ella contaba con la inclusión del Likud. El 21 de septiembre, tal como había prometido, Olmert presentó la dimisión al presidente de la República, Peres –desde julio de 2007, tras la renuncia forzada de Katzav-, quien en la jornada siguiente encargó a la todavía ministra de Exteriores la formación del nuevo Gobierno. Livni tenía 42 días para completar su tarea; vencido ese plazo, Peres podía designar a otro candidato o convocar elecciones anticipadas. Hasta que el nuevo ejecutivo viera la luz, Olmert continuaba como primer ministro interino. El llamamiento de Livni a los cabezas de facción para articular un gobierno de unidad nacional encontró eco positivo en Barak, pero recibió un no preliminar de Netanyahu. Analistas citados por la prensa local consideraron que Livni, al igual que lo fue la histórica dirigente laborista Meir, es una mujer de gran carácter, capaz de ocupar algún día el sillón de primer ministro. Golda Meir, considerada una de las más influyentes políticas de la historia israelí, ejerció al frente de la cancillería en el período 1956-66, y entre 1969 y 1974 fue designada primer ministro. Murió en Jerusalén en 1978.En los últimos años, cuando Sharon impuso al Likud un cambio pragmático basado en su programa de retiro de tropas y desmantelamiento de colonias de la Franja de Gaza, Livni fue una de las que más apoyó esa política, criticada en cambio por el sector más nacionalista del Likud. Israel reaccionó fuerte ante la noticia de que en Gran Bretaña se giró una orden de aprehensión contra la ex ministra del Exterior Tzipi Livni. Tel Aviv afirmó que la acción de una corte londinense amenaza las relaciones bilaterales y con poner fin a visitas oficiales de dignatarios israelíes al Reino Unido hasta que se modifique la ley.El primer ministro Benjamin Netanyahu tachó de “absurda” la orden de aprehensión.Todos estos llamados luego de que la cancillería israelí confirmó que una orden de arresto sin precedente había sido girada contra Livni por una corte de Londres Livni aseguró que los querellantes “abusaron” de la corte. “Esta es una demanda contra la democracia que combate el terror”,La orden de arresto contra Livni viene dos meses después que un abogado intentó que se girara una orden de aprehensión contra el ministro de Defensa Ehud Barak, mientras él se encontraba de visita en Inglaterra. Otros funcionarios israelíes han enfrentado acciones similares en el pasado. Livni se comportó como un halcón estridente durante la guerra, que la mayoría de los israelíes consideran respuesta justificada al lanzamiento de un cohete por Hamas. La entonces canciller fue clave en los ataques y operaciones que apoyó en todo momento. A dos semanas de comenzado el conflicto, declaró que Israel, con toda deliberación, se está “volviendo salvaje”. “Tenemos que probarle a Hamas que hemos cambiado la ecuación”, afirmó. “Israel no es un país contra el cual puedan lanzarse misiles sin esperar respuesta. Es un país que enloquece cuando le disparan a sus ciudadanos y eso es algo bueno” ABEL REYES TELLEZ PRESIDENTE NACIONAL PARTIDO SOCIAL CRISTIANO NICARAGUENSE {PSC} ESCRITOR CRISTIANO EMAIL [email protected] TEL .505. 2249 3460 MOVIL .MOVISTAR .505 .8882 7758 .MOVIL CLARO.8333 2038 MANAGUA NICARAGUA
Posted on: Sun, 21 Jul 2013 13:23:55 +0000

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