Imagina De Zayn Para Jessica Espero & te guste Con una mirada vergonzosa, así fue como comenzó todo. Las palabras se quedaban atascadas en mi garganta y sí, puede que en realidad lo único que me atrajera de él fuera su chulería, la prepotencia que su perfecta sonrisa mostraba y la seguridad en sí mismo que ésta confirmaba. -¡Eh, fea! -exclamó el moreno del cual aún no conocía el nombre detrás de mi en la fila para coger la asquerosa comida que daban en mi nuevo instituto-internado en el que me habían metido mis padres. -¿Pides ya os esperas a que nos den las uvas a todos? -Las risas de sus amigos apoyaban su comentario y les regalé una mirada asesina a todos ellos pero dedicando una única para él. Dejé la bandeja en el sitió, no quería comer un día mas esa basura. -Por supuesto precioso, -comencé pronunciando aquel adjetivo con todo el sarcasmo del mundo. -que te aproveche. -comenté pasando por su lado y propinando un gran golpe con mi hombro en el suyo que seguramente me hubiera dolido mas a mi que a él. ¿De qué iba? ¡Era la segunda vez esta semana que mostraba su arrogancia ante mi! No sabía mucho de él, le llaman Malik, aunque no es su nombre sino su apellido, y por lo que comentan, tiene a una rubia diferente cada noche en su cama. ¡Qué pena yo soy morena! Pensé para mi misma. Me dirigí hacía los jardines del internado a tomar el aire, necesitaba un cigarrillo y ademas tenía hambre, pero no pensaba comer mas esa bazofia y menos rodeada de niños pijos y creídos. ¡Estaba que saltaban las chispas! Me senté bajo la sombra de un árbol y poco después escuché unos pasos a mis espaldas pero cuando me giré para mirar no había nadie allí. Volví a escuchar los pasos, me giraba y de nuevo.... nadie. ¡Me estaba empezando a mosquear! Una tercera vez y.... una oreo calló sobre mi regazo. Miré hacía arriba y allí estaba el moreno, Malik, mirándome con una sonrisa torcida mientras fumaba un cigarro. -No me gustan las oreo. -Musité levantándome a la vez que se la devolvía. -Y para la próxima vez que me quieras seguir te lo ahorras, ¿vale Malik? -Zayn.-contestó. -¿Qué? -pregunté frunciendo el ceño. -Me llamo Zayn, no Malik.- dijó dando una calada a su cigarrillo. -Lo que tu digas Malik.- contesté remarcando el apellido. -Como quieras ___________(Tu apellido). -Yo lo fulminé con la mirada y él me echo el humo a la cara, humo que olía demasiado bien después de una semana sin probar la nicotina. ¡Oggg! ¿Podría ser mas odioso? -Bueno, si no te importa yo me voy. -dije comenzando la marcha, pero su mano agarro mi brazo, y un calor comenzó a invadir mi cuerpo lentamente de forma involuntaria, ¿por qué me pasaba esto? ¡Vamos! Este chico no me gustaba en absoluto, entonces... ¿por qué me ardían las mejillas y se me nublaba el entendimiento? ¿Por qué el corazón me latía ahora a toda ostia, apunto de estrellarse en la siguiente curva? -Venga, ¿dónde vas a ir? Las clases han terminado por hoy.-Contestó ofreciéndome y cigarro a medio consumir que sujetaba con la mano restante y el cual acepte y del que tome una profunda calada. -¿Me propones algo mejor? -pregunté con chulería devolviéndole aquel cigarrillo, tenía que dejar de fumar. -Uh, ¿la nueva viene pisando fuerte? -contestó dando la vuelta a mi pregunta. -La nueva se hubiera quedado en casa con ganas.- Y entonces, todo cambio, la mascara de chulo y tipo duro desapareció de su cara, sus ojos brillaban por la humedad que las lágrimas producían ellos y en ese momento, mi odio por él desapreció durante unos instantes. -Supongo que es bonito tener una casa. -Finalizó tirando la colilla al suelo y comenzando a andar, no sabía hacía donde se dirigía pero lo seguí sen mediar palabra, algo dentro de mi me pedía a gritos que fuera tras él, nunca había sido ese tipo de chicas, pero esta vez... era algo involuntario. Descubrí que se dirigía a su habitación cuando se adentró en la residencia de los chicos, subió las escaleras y al adentrarse en ella dejó la puerta abierta tras sus espaldas, dude en entrar, pero lo hice. Observé como se dejaba caer sobre su cama, puede sonar raro, pero en ese momento, allí tirado sobre ese colchón con una camisa básica blanca que marcaba perfectamente cada uno de los músculos de su torso, con unos pantalones pitillos ligeramente cagados y un rostro en el que los sentimientos se peleaban por no dejar mostrar el real Zayn Malik, era demasiado irresistible. Me acerqué hasta él quedando sentada a su lado, su mano busco la mía y mis ojos encontraron su profunda mirada que poco después dió lugar a una sonrisa torcida, una sonrisa de picardía que se contagió en mi rostro con rapidez y sin saber como.... sus labios acabaron sobre los míos. No creo que supiera describir esa sensación, es como comer helado un 31 de diciembre a las 2 de la mañana en medio de la avenida mas grande de tu ciudad a 10 grados bajo cero mientras la nieve cae sobre tu rostro. Como observar los fuegos artificiales de cada uno de los estados que forman USA el 4 de Julio a las 12 de la noche. Como hacer puenting desde el salto mas elevado de Australia. Como.. como... indescriptible. Sus manos comenzaron a acariciar mi espalda colocándome sobre él mientras mis manos paseaban por su pecho, ¿cómo había acabado así? Besos, besos y mas besos. Su lengua y la mía comenzaban un juego de pilla-pilla en el que ninguno de los dos quería ser el que la pagaba. Zayn introdujo sus manos por el interior de mi camiseta y poco a poco fue subiéndola acariciando cada parte por donde pasaban. Cada vez sentía como la temperatura en aquella habitación subía mas y mas y yo misma acabe lanzando mi camiseta lejos. La ropa parecía estar de mas. Dejé que mis labios bajaran a su cuello a al vez que de vez en cuando jugaban con el lóbulo de su oreja mientras que poco a poco iba desabrochando los botones de su camisa. Su piel parecía quemar bajo mis manos y mis labios pedían mas de los suyos así que subí y sin mas dilación el me devoró la boca como si no hubiera un mañana. Con un leve empujón me colocó debajo suyo apretando su cuerpo con el mío y haciéndose hueco entre mis piernas. Sus manos comenzaron a pasear por mi entrepierna aún con el pantalón puesto, ¿Debía parar? ¡Qué le dieran a los “debería”! Un gemido ahogado escapó sin aviso de mi garganta y eso pareció excitarlo incluso mas. Desabrochó el botón de mi pantalón y comenzó a bajarlo lentamente a la vez que dejaba un recorrido de besos por mis piernas hasta tirarlos sin ningún destino. Subió rápidamente y comenzó a acariciar mis pechos, aún con el sujetador puesto, pero este duro poco sobre mi busto ya que lo arrancó con ganas . En ese momento estaba a 100, no a 1000 por hora. Necesitaba mas. Una de mis manos se dirigió de manera involuntaria a él botón de su pantalón desabrochándolo con avidez para introducir así mi mano dentro de sus bóxer. Notar la erección que allí dentro había escondida hizo que me encendiera aún mas y comencé a tocar sus partes mientras el seguía besando mis pechos. Ahora fue a él a quien se le escapó un leve gemido. En un hábil movimiento se libro de sus pantalones y dirigió su boca hacía mis braguitas , la única prenda que quedaba sobre mi cuerpo besando cada rincón por el que pasaba hasta llegar a ellas. Las quitó con parsimonia, como haciéndose de rogar y a continuación abrió mis piernas introduciendo su cabeza en ellas, ¿La gloria? Eso era la gloria. Su lengua jugando con mi clítoris producía espasmos en todo mi cuerpo y de pronto introdució uno de sus dedos dentro de mi, haciendo que un grito escapara de entre mis labios y una de mis manos se dirigiera hacia su pelo para apretarlos aún mas a mi. Notaba como cada vez mas contracciones comenzaban a inundar mis partes bajas y sentía un gran orgasmo aproximándose, que no tarde en confirmar poco después con un gran gemido de placer. Agarré su cara con ambas manos y la subí hasta mi altura para besarle con pasión atrapando su lengua entre mis dientes. Conseguí arrancar, literalmente, los boxer que aún recubrían sus partes bajas y las acaricie suavemente antes de que él comenzara a rozar su entrepierna con la mía de forma descarada. No aguantaba mas. Quería, no, necesitaba sentirlo dentro de mi. Con un fuerte movimiento entro hasta dentro de mis entrañas y comenzó a moverse rápidamente con un ritmo continúo en el que sus caderas chocaban con las mías, y no se podía distinguir donde acababa su cuerpo y empezaba el mío. Ahora éramos uno. Y aquella sensación era increíble. Sentía demasiado calor, demasiada excitación, demasiado... ¡demasiado de todo! Y aunque sabía que esto no estaba bien, no podía evitarlo. Mis manos apretaron fuertemente su espalda notando como se iba a producir un nuevo orgasmo en mi y él comenzó a jadear anunciando que el suyo llegaría en breves. Los gemidos producidos por ambos inundaban cada vez mas el ambiente y justo ahí, cuando ambos estábamos en la cima y las contracciones de mi orgasmo lo introducían incluso mas en mi note como se corría en mi interior produciendo una sensación totalmente placentera. Me beso lentamente y salió de mi cayendo exhausto a mi lado. -Eres una máquina _____(tu nombre). -Habló entre jadeos y con la respiración entrecortada. -¿Entonces esto es una tregua? -pregunté elevando una ceja a la vez que apoyaba mi cabeza en su pecho. -Ojala todas las treguas comenzaran así.-carcajeó #NiallYourVoiceIsPerfect♥
Posted on: Sat, 27 Jul 2013 15:08:19 +0000
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