Imaginemos que en una habitación hay dos objetos, uno de madera y otro de metal. Si tocamos ambos objetos, probablemente pensemos que el de metal está más frío; pero al medir con un termómetro constataremos que está relativamente a la misma temperatura (parecida a la de la habitación). ¿Nuestros sentidos nos han engañado? No. Dado que la temperatura de una mano oscila alrededor de los 35° C, mientras que la temperatura de los objetos, en un clima promedio, estaría a 18-20 ° C. Al tocar un objeto, el calor de nuestra mano pasa al objeto (el calor se transmite de los objetos de mayor temperatura a los de menor temperatura), y dado que la madera es un mal conductor, el calor se transfiere lentamente; mientras que en el de metal el calor es absorbido con mayor velocidad (metal=buen conductor). Por tanto, lo que sentimos es la diferencia de la propagación del calor. Así que nuestros sentidos no nos engañan, de hecho reflejan la naturaleza de las cosas. El error está en la interpretación.
Posted on: Wed, 28 Aug 2013 06:15:04 +0000
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