Impuesto a las grandes fortunas espera aprobación desde hace más - TopicsExpress



          

Impuesto a las grandes fortunas espera aprobación desde hace más de 20 años Los más pobres son los que pagan más impuestos Adriana Santiago Adital ¿Sabía usted que son los más pobres los que pagan más impuestos en Brasil? Esto ocurre porque la tributación se realiza, principalmente, sobre el consumo, no sobre el ingreso. El 10% de los más pobres del país comprometen el 32% de su ingreso en tributos, mientras que el 10% de los más ricos pagan el 21%. Este dato alarmante ya sería una justificación suficiente para la aprobación del Impuesto a las Grandes Fortunas (IGF), pautada en el Congreso Nacional desde hace más de 20 años. Previsto en el artículo 153 de la Constitución de Brasil de 1988, el impuesto es el único de los siete tributos federales que todavía no fue reglamentado. El cobro de ese impuesto volvió al debate nacional después de las manifestaciones en las calles ocurridas en junio de este año, que exigían mejoras en la calidad de vida de la población. De acuerdo con el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de 2012, llamado "Informe sobre elites económicas, desigualdad y tributación”, Brasil (30) y México (11) son los países de América Latina con el mayor número de multimillonarios, pero también son los que menos recaudan en impuestos sobre el patrimonio. Entre 2005 y 2007, México recaudó sólo el 0,18% del Producto Interno Bruto (PIB) en impuestos sobre el patrimonio y Brasil el 0,44%, atrás de otros países latinoamericanos, como Bolivia (0,62%), Chile (0,59%) y Colombia (0,54%). En 2012, la revista estadounidense Forbes registró 1.153 multimillonarios en el mundo, liderados por el mexicano Carlos Slim, con una fortuna de 69.000 millones de dólares, por delante de los estadounidenses Bill Gates y Warren Buffet. En contraste con el gigantesco patrimonio de esos millonarios, "existen más de 2.000 millones de personas que viven (o sobreviven) con menos de dos dólares diarios, lo que revela las extremas disparidades existentes en la economía mundial", advierte el informe de la Cepal. En Brasil, el Impuesto a las Grandes Fortunas (IGF) podría estipular parámetros apuntando a excluir, con robusta holgura, a las clases medias y medias altas, y también a un conjunto de familias que pueden ser consideradas ricas, pero no millonarias. La reglamentación del IGF puede definir que incida realmente sólo sobre aquellos que poseen grandes fortunas, estimados en cerca de 10 mil familias y, principalmente, dentro de ese universo de contribuyentes, a las 5 mil familias que tendrían un patrimonio equivalente al 40% del PIB. El problema principal es definir qué es una "gran fortuna”, a base de cálculo y alícuota por franja de riqueza patrimonial. En el exterior, ha sido común que este IGF pase a ser exigido sólo sobre las ganancias obtenidas por año, mientras que en Brasil todos los debates señalan sobre la necesidad de que se reglamente el IGF de manera que éste incida sobre la totalidad del patrimonio de los individuos. El impuesto puede ser un gran impulso para hacer justicia social en Brasil, pues la existencia y regulación posibilitan la redistribución del ingreso en favor de los segmentos de la población más vulnerables social y económicamente. La misma inclusión de ese artículo en la Constitución de 1988 está colocada en los Actos y Disposiciones Constitucionales Transitorios que, en su art. 80, inciso III, estipula: "Art. 80. Componen el Fondo de Combate y Erradicación de la Pobreza: [...] III – el producto de la recaudación del impuesto de que trata el Art. 153, inciso VII, de la Constitución”. Uno de los argumentos más recurrentes es que el nuevo impuesto aumentaría el ocultamiento fiscal. Sin embargo, en Brasil, siempre han existido los que ocultan habitualmente el Impuesto de Ingreso; en la mayoría de los casos, son aquellos que tienen más que esconder. Hasta entonces no hay diferencia si existe o no el IGF. Cada año, la Recaudación de Impuestos Federal se capacita más para tener los medios necesarios para acceder a datos y cifras del patrimonio real de cada brasilero, de forma estable, pero aún así, parece obvio que los dueños de las grandes fortunas a ser tributadas –y que van a ocultar el pago del IGF– hace mucho que ocultan también el Impuesto de Ingreso. Por lo tanto, la existencia o no del IGF tendría un impacto nulo en la incidencia de ocultamiento fiscal por parte de ese grupo. Economistas y quienes tributan informan que, en el caso de que se cree este impuesto, el país tendrá un aporte adicional de, por lo menos, R$ 14.000 millones, fondos que podrían ser fácilmente orientados a la salud, educación y demás obras estructurales. Recursos que vendrían, en gran parte, de sólo 907 contribuyentes con un patrimonio superior a R$ 150 millones. Sin embargo, ese porcentaje varía de acuerdo con la propuesta, pues todavía no hay ningún proyecto efectivamente en vías de aprobación. Hoy son 14 los proyectos de ley complementaria que prevén la tasación sobre grandes patrimonios en Brasil, entre ellos el proyecto del ex-presidente Fernando Henrique Cardoso (PSDB) y el de la bancada del PSOL, políticos de divergencias históricas y antagónicas. Éste es un fuerte indicio de que las grandes fortunas incomodan a la izquierda y a la derecha. Según el sitio web Congreso en Foco, el proyecto en estado más avanzado de tramitación es el del ex-presidente y entonces senador Fernando Henrique. El texto, presentado en 1989, fue aprobado en el Senado y enviado a la Cámara de Diputados ese mismo año. Pasó por las comisiones de la Casa, pero se estacionó en el plenario en 2000. Presidente de la República por ocho años, entre 1995 y 2002, el tucano no movilizó a sus aliados para retirar la propuesta de tasación a las grandes fortunas; desde entonces está "cajoneado”. Bandera histórica del Partido de los Trabajadores (PT), la iniciativa nunca llegó tampoco a ser tratada como prioridad en los gobiernos de Lula y Dilma, aunque la presidenta Dilma Rousseff "invitó al Congreso a concentrarse sobre el asunto” en su pronunciamiento en respuesta a las manifestaciones en las calles del país en el mes de junio. En mayo de este año, una de las propuestas fue pautada para ser votada en la Comisión de Seguridad Social de la Cámara, pero, a última hora, una maniobra de procedimiento impidió la aprobación. Uno de los autores hizo 14 propuestas en "tramitación”, el diputado Chico Alencar (Psol), que cree que el asunto sólo será votado si hay "sentido común y el mínimo de sentimiento de justicia tributaria” entre los congresistas brasileros. "Es un proyecto ameno, moderado. No es un proyecto de la izquierda radical. Es un proyecto de sensatez radical”, afirmó el parlamentario fluminense. *Con informaciones de Congreso en Foco, sitio web Vermelho y Agencia Brasil. Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail
Posted on: Mon, 19 Aug 2013 22:12:46 +0000

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