J.J.Rousseau En los períodos críticos la Humanidad produce un - TopicsExpress



          

J.J.Rousseau En los períodos críticos la Humanidad produce un cierto tipo de persona, reflejo de las condiciones sociales, políticas y económicas, que habrán de incidir de manera directa en los acontecimientos colectivos. Ejemplo típico de lo anterior lo constituye Juan Jacobo Rousseau, ciudadano ginebrino de origen francés. Fue Francia, su patria adoptiva, el escenario de su largo peregrinar físico e intelectual. Rousseau mismo nos cuenta su vagabundeo por la campiña francesa y su intenso amor por la naturaleza, sus bosques y aguas. Esa fue su escuela, su aprendizaje, hasta el punto de que todavía a los treinta y cinco años aún no se había manifestado en él su dedicación intelectual y didáctica. Fue un día veraniego de 1949 cuando, cuenta él en sus “Confesiones” yendo a ver al enciclopedista y amigo suyo Diderot llevaba consigo el “Mercure de France”, anunciando que la academia de Dijon, para el premio correspondiente al año próximo, había elegido como tema de los ensayos de sus concurso esta pregunta: “¿Ha ayudado el programa de las ciencias y de las artes a corromper o a purificar la moral? La impresión que ese anuncio le causó fue tal que al llegar a Vicennes, su agitación rayaba en delirio. Diderot, que dio cuenta clara de las causas, le estimuló a que formulara sus ideas e interviniera en el concurso. Rousseau nos confiesa: “Desde el momento en que así lo hice quedé arruinado”. Manteniendo el punto de vista paradojal de que las artes y las ciencias engendran la corrupción moral Rousseau se hizo acreedor al primer premio. Es la primera vez que se le ocurrió poner sus ideas por escrito, desde ese preciso momento estuvo ganado para la causa de la cultura y la sociología del arte y las letras. De inmediato se vio envuelto en una controversia que atrajo sobre él la atención popular. Con el curso de los años se desarrollaron sus ideas políticas, culminando en 1972 las obras de este género debidas a su pluma con el famoso “Contrato Social”. La tesis sustentada en la obra anterior es la de que aparece la sociedad primigenia en donde se hace un aporte de las voluntades individuales a una voluntad común que será la vocera de la colectividad. La teoría, pues, de la soberanía popular halla su verdadera existencia en la tesis anterior expuesta por Rousseau. Debemos considerar también a Jean Jacques como el moderno fundador tanto de la sicología como de la etnología al decir de Claude Levi-Strauss. El famoso ginebrino escribió además el “Emilio o la Educación”, obra de grandes repercusiones inclusive en la cultura y el pensamiento revolucionario independentista de las colonias americanas respecto a España. Se dice inclusive que fue obra apreciada por Simón Rodríguez, maestro y mentor del Libertador. Y que este la leyó. Rousseau y su obra fueron puntal del proceso de la Revolución Francesa de 1789 y sus ideas fueron base de la teoría del poder y de la soberanía popular. Su Romanticismo y su obra es un movimiento de tipo anárquico contrapuesto al de los románticos alemanes que plantean el cambio dentro del orden social. El amor a la Naturaleza es amor de los exponentes de este Romanticismo que propugnaba la vuelta a ella tal vez como expresión del deseo de escapar a una sociedad que ya comenzaba a escindirse entre el campo y la ciudad, posiblemente promovido por el desarrollo de la sociedad capitalista industrial. “Comentarios Libres”, EL ESPECTADOR, 10 de marzo de 1979.
Posted on: Mon, 16 Sep 2013 09:35:40 +0000

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