Johannes Kepler imaginó un mundo lunar plagado de selenitas, en - TopicsExpress



          

Johannes Kepler imaginó un mundo lunar plagado de selenitas, en cuya existencia creía realmente, al igual que pensaba que el mejor argumento a favor de su modelo heliocéntrico se encontraba, precisamente, en ponerse en la piel de estos presuntos extraterrestres. Para demostrarlo, Kepler viajó hasta la Luna en un singular delirio científico, cuyo resultado es el libro póstumo titulado Somnium (El sueño). En la obra, el autor sueña con el joven Duracotus, de la isla de Thule (Islandia). El padre de Duracotus era un pescador que vivió 150 años, pero su hijo no se acuerda ya de él. Su madre, Fiolxhilda, recoge hierbas, las hierve, las mete en bolsas de piel de cabra y las vende en el puerto a los marinos, asegurándoles que tienen poderes curativos y los protegerán durante sus largos viajes. Así se mantienen ella y su hijo. Un día, mientras Fioxhilda está vendiendo unas hierbas al capitán de un barco, Duracotus las derrama por el suelo. La madre, enfurecida, vende al chico al capitán para compensar su torpeza. Al día siguiente, el barco zarpa hacia Noruega, pero el capitán se detiene en Dinamarca para entregar al astrónomo Tycho Brahe una carta del obispo de Islandia. El astrónomo conoce al joven y queda asombrado por su inteligencia, por lo que se lo lleva a aprender con él durante cinco años. Cuando regresa a su hogar, Duracotus encuentra a su madre apenada por haberlo dejado marchar en un impulso y descubre que ella también conoce los secretos de los astros, pero por motivos bien distintos: a ella se los revela un espíritu lunar al que llama Demonio de Lavania. Con la ayuda de este ser, explica Fiolxhilda, es posible viajar a la Luna Duracotus emprende entonces junto a su madre este irrepetible periplo espacial, que dura sólo cuatro horas pero está repleto de grandes peligros. Los viajeros experimentan terribles fuerzas de aceleración y tienen que respirar a través de esponjas húmedas el aire congelado del espacio. Una vez en la Luna, conocen a más demonios, así como una nueva civilización muy distinta a la humana y una geografía similar a la terrestre, pero en la que todo es de proporciones gigantes. También descubren que la Luna está dividida en dos hemisferios: Subvolva, sobre cuyo firmamento siempre está girando Volva (la Tierra), y Privolva, desde donde nunca se ve este orbe. Junto a las detalladas descripciones de un viaje espacial y un mundo extraterrestre, típicas del género que más tarde se llamaría ciencia-ficción, El sueño contiene el experimento mental con que Kepler refuta la aparente certeza de que la Tierra está quieta, así como varios elementos autobiográficos (su educación junto a Tycho Brahe, el carácter y la profesión de su madre) que le acarrearían grandes complicaciones. Artículo ompleto: elmundo.es/elmundo/2013/07/05/ciencia/1373013563.html
Posted on: Sun, 07 Jul 2013 06:24:48 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015