Jueves 08 ORA: Padre, muéstranos lo bueno que es ayudar a otros y que lo podamos hacer con amor cada día, sobre todo en la vida del Colegio. Amén. LEE: Con mi ejemplo les he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en dar que en recibir.” (Palabras del apóstol Pablo en el Libro de los Hechos 20:35). MEDITA: Definitivamente, ayudar a otros nos hace bien. Y está comprobado. Un estudio basado en imágenes cerebrales, realizado por científicos de la Universidad de California, reveló sorprendentemente que prestar ayuda a un ser querido supone un beneficio para el que lo ofrece y no solo para el destinatario. Los investigadores analizaron el comportamiento de ciertas regiones del cerebro de mujeres, a las que se dejó o no ayudar a sus parejas mientras ellos recibían dolorosas descargas eléctricas. Los resultados demostraron que cuando las mujeres ayudaban al ser querido, las áreas cerebrales vinculadas con la recompensa se activaban. Cuando no lo hacían, esas mismas regiones reducían su actividad. A veces, las mujeres podían ofrecer apoyo cogiendo el brazo de sus parejas, mientras que en otras ocasiones, tenían que ver como recibían descargas sin poder ayudarles. En otras ocasiones, no recibían descargas, y las mujeres podían decidir si tocarlos o no. Los científicos descubrieron, además, que cuanta mayor era la recompensa cerebral que experimentaban estas mujeres, más unidas a sus parejas decían sentirse. Pero ocurría lo contrario, cuando las mujeres no brindaron dicho apoyo. Es por eso que cada vez que ayudamos a alguien necesitado, nos sentimos tan bien. ¡Y Jesús lo sabía mucho antes que la ciencia! Solo dijo: “Dios bendice más al que da que al que recibe.” No se trata solo de la recompensa afectiva, lo bien que uno se siente cuando ayuda a otra persona. Se trata también de saber y experimentar el amor de Dios al prójimo. Pero, además, tiene que ver con esa recompensa interior de ser obediente a Jesús, cuando nos dice que nos ocupemos del más desvalido. Cierto, no hay mayor alegría que la experimentamos cuando obedecemos a Dios. Nada llenará más tu corazón que ayudar a quien está a tu alrededor. APLICA: ¿Quiénes son las personas más cercanas a ti por quiénes podrías hacer algo? ¿Se te ocurre a quien de tu familia le podrías ayudar en este fin de semana y en qué? ORA: (Invita a que uno de los o las estudiantes haga la Oración)
Posted on: Thu, 08 Aug 2013 13:19:05 +0000
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