KIDRAUHL ¿Conoces esa palabra? Claro que sí. ¿Conoces al chico que puede lucir ese nombre? Por supuesto, que pregunta más absurda. ¿Conoces su historia? Prácticamente sí. ¿Sabes describir la palabra kidrauhl? Vamos, te doy el tiempo que necesites..., ¿que no puedes? Lo sabía. Esa palabra no se puede describir, es imposible.¿Cómo describirías tú la palabra amor? ¿Difícil, eh? Pues lo mismo pasa con kidrauhl. Pero cuidado, que no la sepas describir no quiere decir que no la sientas. Kidrauhl es una palabra que hace robarte un suspiro, una lágrima, una sonrisa. Esas 8 letras forman una de las pocas palabras que me han enseñado a vivir la vida con una sonrisa en la cara. Todas y cada una de las mañanas. ¿Qué sientes al escuchar esa palabra? ¿Yo? ¿Que qué siento yo? No lo puedo decir, me falta vocabulario. Hace 19 años, Kidrauhl, un niño de un pequeño pueblo, nació con un destino asegurado: cumplir su sueño y el de miles de personas. Hace 19 años nació una persona que cambió la vida de millones de chicas. Millones, por no decir concretamente casi 19. 19 años, 19 millones de corazones colgando en sus manos. ¿Quién lo diría, eh? Un chico que empezó cantando en las escaleras de un pequeño teatro, y que, poco a poco, y esforzándose al máximo, ha conseguido cantar para muchísima gente en uno de ellos. ¿Qué se siente al saber que ha podido cumplir su sueño? ORGULLO. Orgullo es lo que siento al saber que él, una persona de un pueblecito de Canadá, con una vida normal, ha conseguido cantarle al presidente de Estados Unidos, ser una de las personas más importantes en el mundo, SER UNA LEYENDA. Y eso es lo que es, una leyenda. Y ahora, ¿sabes de quién te estoy hablando, no? De Justin Bieber. De aquél que roba suspiros con solo una sonrisa, aquél que hace que las chicas se desesperen, que lloren, que sonrían, que griten con solo una foto, un vídeo, una canción. Para mí es el primer cumpleaños que paso a su lado. Sí, no soy belieber desde el principio. No he estado con él desde la primera canción, desde el primer concierto, desde el primer corte de pelo, la primera relación. No, no lo he estado. Pero sí que lo estaré hasta el final. Hasta que su voz diga basta y su carrera musical llegue al fin. Estaré ahí cuando forme una familia, cuando tenga hijos y esposa. Estaré ahí para siempre. Porque ser belieber significa eso, no estar con él desde el principio, pero si hasta el final, y apoyarlo en todo, absolutamente todo. Y ya no hablemos de lo que ha provocado este señorito; tanto sonrisas como lágrimas. Muchas de nosotras lo hemos pasado más que fatal por la famosa "Jelena", fatal por no mentir, mientras que otras beliebers eran de lo más feliz por la nueva relación de su ídolo. Yo entiendo que, si él sonríe, tú sonrías, pero... ¿no te duele no ser Selena? De acuerdo, no vamos a poder ser nunca ella, pero... duele mucho. Hemos sufrido, hemos llorado, nos hemos deprimido, pero sin embargo hemos seguido ahí con él. Nunca nos hemos dado por vencidas y hemos luchado por él, lo hemos defendido ante todo. Por eso, por todo lo que he hecho por él, ¿ustedes creén que yo dejaría de ser belieber?, ¿dejaría de amarlo?, ¿de apoyarlo y respetarlo? NO. Ni hablar. Una vez que eres belieber, es imposible dejar de serlo, y la que deje de serlo... nunca lo ha sido. Y por eso, hermanas beliebers, quiero que me prometán que aunque pasen los años, siempre seguiran al lado de Kidrauhl, del que nos enseñó a luchar por nuestros sueños, y sobre todo, el que dijo NEVER SAY NEVER.
Posted on: Tue, 06 Aug 2013 17:43:39 +0000
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