Kuczynski: el Presidente imposible... El terror, los celos o la envidia han precipitado la urgente necesidad de cerrarle el paso a Pedro Pablo Kuczynski, PPK, e impedir legalmente que sea candidato a la Presidencia de la República. Parece que su presencia en la política asusta, hasta el grado de tener que cambiar la Constitución... El propósito está en manos del congresista Manuel Dammert Egoaguirre, heredero y reemplazante del fallecido Javier Diez Canseco, quien ha presentado ya al Congreso el proyecto de ley destinado a modificar el artículo 110 de la Constitución del Estado: en adelante diría que, para ser elegido Presidente de la República, "se requiere ser peruano de nacimiento como única nacionalidad". Por lo tanto, afecta a PPK (peruano-norteamericano), al premio Nobel Mario Vargas Llosa (peruano-español, que sin duda tendrá cero interés de ser candidato) y quizás a muchas personas más. Me parece que los amigos, discípulos y compañeros de viaje del que fue Javier Diez Canseco van demasiado rápido y se asustan sin motivo. ¿Que PPK llegue a la Presidencia ungido por la mayoría de votos en elección nacional? ¡Qué difícil! Casi imposible para alguien que no es un demagogo mentiroso, ni va de pueblo en pueblo prometiendo paraísos; alguien que en su cumpleaños no regala cocinas eléctricas, ni hornos microondas, ni financia un gran show ¿con dinero de quién...? Alguien que ha estudiado economía en vez de oratoria de plazuela y sabe del manejo del presupuesto y caudales nacionales, pero sin pasar por sus bolsillos ni los de sus amigos, cuñados, suegras etc. ¿Votaría por él la mayoría de electores de este país, incluyendo a los electores analfabetos? ¡Qué difícil, si no imposible! A los preocupados marxistas, que se apresuran a poner una tranca en el presunto sendero político de Kuczynski, habría que recordarles que ha sido uno de los mejores y más sensatos ministros de Economía en la historia del país. Gracias a su presencia y su gestión, el gobierno de Toledo no fue un desastre colosal, como lo fue el primer gobierno de García Pérez (autor de la segunda mayor inflación en la historia mundial, después de la alemana de Hitler). ¿Qué gobierno habríamos tenido con Toledo y sin Kuczynski? Nos salvaron la cálida playa norteña de Punta Sal y la reconfortante "etiqueta azul" escocesa, mientras PPK manejaba el país en silencio, sin aspavientos, sin aparecer en pantalla todas las noches y sin dar conferencias de prensa cinco veces por semana. Ser honesto, veraz, responsable, auténtico, formal y respetuoso de leyes y normas son sin duda herramientas muy apreciadas y elogiadas en la literatura oficial. Pero, en la práctica política, ¿no son acaso la demagogia, la farsa y las mentiras quienes aportan réditos y votos? Le sugiero al señor Dammert que no se angustie ni corra tanto. Quizás le convenga estudiar un poco más a este "país de desconcertadas gentes".
Posted on: Sun, 09 Jun 2013 16:21:46 +0000
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