LA DAMA DE LOS MIL GATOS----------------------------Erase que se era un dama “High Class”, pero solo desde su ver…pues de “High” nada tenía y de “Class” adolecía… pero aún así, andaba por el mundo con su nariz respingada, su piel de porcelana y sus ojos verdemar. ¡Oh sí! Parecía que aquella dama tenía equivocado el vivir, pues en una monarquía debería estar afincado su existir…pero mientras las cosas se daban, vivía con la plebe añorando un devenir…de bonanza, de vacas gordas y hermosas, de ricas viandas, de finas cosas. La dama era pulcra, entre refinada y abstracta, ¿o debiera decir entre trivial y soñadora? Realmente no lo sé, era una incógnita descifrar su estilo, pues parecía una burguesa sin castillo o una gran yegua árabe sin brío. ¿Definirla? -¡imposible! Solo te puedo decir que no le gustaban los animales, los consideraba asquerosos, horrendos, insalubres, y profanos. Un día de tantos, de esos que en la gaveta descansan porque ya fueron vividos, llegó uno de sus hijos a casa, entre sus chamarra abollada traía una gata escondida, a modo de joroba… Al pasar Val por la cocina inundada de fragrante olor a tocino y cecina, escuchose un “miau”- la dama dirigió la vista hacia el pequeño, lo barrió con la mirada, lo apuñaló con la misma, y cuando sintió que lo tenía moribundo –lo inquirió: ¿Qué llevas bajo la chamarra, Val? ¿Qué fue ese sonido? -El muchacho era de su medida, no en años, ni en altura, pero si en marrullería; contestó a su madre: Estoy jugando al jorobado de Notre Dame, dijo esto sosteniéndole la mirada, y no solo le devolvió los puñales, sino espadas, dagas y sables. Acto seguido engarruño los dedos, entornó los ojos, y exhaló un “miau” desde el rincón más apartado de su alma. ¡Ve a lavarte las manos que la cena está casi lista! – ordenó la dama; Val solo atinó a decir “miau”, y se fue deprisa… Dos días solo pudo Val esconder a la gata, pues la dama sabía en sus entrañas que “había gato encerrado” en aquel asunto; cuando se “descubrió el pastel” la dama se puso furica, entre endemoniada y loca, Val para contentarla le dijo: ¡Ten…te regalo mi coca! –pero de nada sirvió… ¡Y vas y me tiras esa mugre gata a la basura! ¡Y te lavas muy bien las manos! ¡Si no lo haces aquí va a haber un muerto, y ese no voy a ser yo!!! Salió el niño con sus diez años a cuestas, con aquella gata entre sus manos que lo miraba melosa… ¡no te apures! No eres cualquier cosa–le dijo, no te tiraré a la calle…oremos al gran Dios para que permita quedarte, hagamos una oración de amarre pues nuestra causa es justa, y así lo hicieron, y en ese mismo momento Val la bautizo –la nombró “Fu”. Una vez que las oraciones fueron lanzadas a los espacios celestes, inmediatamente surtieron efecto, pues Val entró a casa respaldado con aquella gran fe producto de su inmensa inocencia, la dama lo miraba horrorizada, muda, encabritada…a punto de “patatús” Al pasar Val frente a ella, espetó, al tiempo que le ponía el dedo, -se va a quedar, mamá, ella se llamará Fu, y no solo es una gata, sino la primera de mil en total… Ya pasaron más de siete años desde aquel amarre; veinticinco gatos han pasado por aquella casa, algunos han sido regalados y han tenido excelentes vidas, otros han muerto por diversas causas. La dama actualmente ama a los gatos, no concibe su vida sin una bola de pelos a su lado, “quedó engatusada”…para siempre… CONDENSADO DE LA DAMA DE LOS MIL GATOS COPYRIGHT
Posted on: Sat, 03 Aug 2013 23:49:46 +0000
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