LA FIGURA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS EDUARDO SEIJO GUTIÉRREZ (*) DOMINGO, 15 DE SEPTIEMBRE DE 2013 Texto que leyó su autor, presidente de Cáritas Yucatán, durante la bendición, la mañana de ayer, de una escultura de San Francisco de Asís en el Centro de Caridad en la colonia Nuevo Yucatán, de lo que informamos ampliamente en la página 10 de nuestra sección Imagen Los santos son los grandes testigos en los que se manifiesta la fuerza y la santidad de Dios ante sus hermanos de la comunidad. Son testigos victoriosos de Dios. Conviene y es justo venerarlos o respetarlos, por gratitud, los fieles católicos, los fieles de otras iglesias y hombres de buena voluntad y por súplica los creyentes. Por gratitud, porque han hecho mucho bien y nos han dejado un modelo de vida plena a imitar; y de súplica, porque ven el rostro del Señor como los ángeles e interceden por nosotros. Estudiemos la vida de los santos; aprendamos de esos verdaderos triunfadores que supieron seguir admirablemente a jesús hasta el final de sus días y nos han dejado una rica herencia de obras de bien para beneficio de todo el hombre y de todos los hombres. Los santos no pasan de moda porque su ejemplo, sus virtudes, sus obras de bien trascienden, son siempre actuales; transparentan la gracia de Dios. El personaje cuya figura ha sido bendecida hoy en esta rotonda es uno de los más grandes santos en la historia de la iglesia. Asimismo, ha recibido muchos apelativos y elogios entre los que resaltan el de “gigante de la santidad” expresado hace, a lo sumo, un par de años por el papa emérito Benedicto XVI. También, el papa Pío XI, en 1926, dijo de él: “No parece que haya habido otra persona, en la que la imagen de Jesucristo y el modo de vivir evangélico brillaran en un grado tan enorme y manifiesto como en San Francisco de Asís”. Su imitación de Cristo la hizo tan fielmente, que se le conoce como “otro Cristo”, el santo del Padre Nuestro, doctor eucarístico, oración y eclesialidad personificada, el seráfico, suma pobreza, el santo de la perfecta alegría, entre otros. Vivió el amor de Dios de manera universal: amó a pobres, a ricos, a la creación entera. Era dulce, amable y gran evangelizador; amaba a la Iglesia y a la Eucaristía. Fue instrumento de la paz del Señor: promovió la reconciliación entre los hombres, para con la naturaleza y para con la creación entera. Vivió de manera radical la pobreza material y la humildad. Se mortificaba ásperamente. Superaba con paciencia las dificultades y vivía como obrero. Aceptaba con alegría las enfermedades y la vida entera. Esperó la muerte cantando y le fueron concedidas las llagas de nuestro señor un 14 de septiembre como hoy, en el día de la exaltación de la Santa Cruz. Fundó la orden franciscana hace más de 800 años. Sus integrantes han ido por todo el mundo difundiendo la palabra. Vinieron a evangelizar México y América. Además, los hijos de San Francisco de Asís están íntimamente ligados con el hecho guadalupano. En Yucatán, ayudaron a los más pobres y construyeron la mayoría de los templos y conventos coloniales que hoy son admirados no sólo en el orden religioso, sino artístico, y forman parte importante del patrimonio cultural. Tres fueron las fuentes principales de su inspiración espiritual: el Evangelio, el ideal de conformación con cristo y su amor a la Iglesia Católica. San Francisco de Asís es santo patrono de muchas cosas. Sin ser exhaustivos, lo es de su país, de comunidades enteras, de la ecología, de los veterinarios y de organizaciones de variados fines benéficos en el mundo. También lo es del Centro de Caridad que alberga a Cáritas de Yucatán y sus filiales. Ha sido una fuente constante de inspiración para el seguimiento de Cristo en el servicio de la caridad. Su ejemplo fue decisivo para bien de la Iglesia de su tiempo, cumpliendo lo que le pidió el Cristo de San Damián, y está siendo fuente de inspiración para la Iglesia de nuestros días, como ha dicho el Papa Francisco. Todo lo anteriormente dicho animó la construcción del monumento en honor a San Francisco de Asís en Mérida. De esta forma se quiere contribuir al bien común, pues al resaltar a esta singular persona se ilumina su manera heroica de vivir las virtudes humanas y cristianas, y se estimula la edificación de una sociedad más justa y solidaria, que hoy es una urgente necesidad.- Mérida, Yucatán, septiembre de 2013. esg.seijo@gmail —–*) Presidente de Cáritas Yucatán y del Centro de Caridad en Mérida
Posted on: Mon, 16 Sep 2013 04:41:18 +0000