LA HOJA QUE CAE EN OTOÑO 12 El Departamento de Psicología de - TopicsExpress



          

LA HOJA QUE CAE EN OTOÑO 12 El Departamento de Psicología de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valencia había organizado un Seminario bajo el título “Psicología y Parapsicología” y había invitado como ponentes a los más prestigiosos estudiosos de los fenómenos paranormales de Europa; y de la Comunidad Valenciana a Agustín, “El Bisa”. El Seminario ocupaba tres Jornadas; Jueves, Viernes y Sábado y la finalidad del mismo era abordar con rigor los fenómenos Paranormales desde la Psicología y al margen de ponerlos en evidencia tratar de sacar en claro aquéllos matices que tuvieran una interrelación con nuestra Mente. El Bisa estaba considerado como uno de los mejores y más rigurosos estudiosos de este tipo de fenómenos de la Región y tenia por costumbre acudir a todos los Foros referidos a este tipo de fenómenos; su ponencia se titulaba “Premonición y Telepatía”. Lógicamente el Bisa se interesó en que sus amigos, sobre todo Salvador, pudieran acudir como oyentes; Manolo se lo combinó para inscribirse, a Juan sus obligaciones laborales se lo impidieron, Carlos, que estaba junto a Maria finalizando la ampliación y reforma de su local comercial , se inscribió para el Jueves, día que Agustín presentaba su ponencia y Salvador atraído tanto por el enorme aprecio que sentía por Agustín como por lo interesante que resultaba el tema para él, se tomó dos días de vacaciones y se inscribió las tres Jornadas; Agustín, Berta y Salvador se alojarían en el Ático de Manolo. Agustín, que era un perfeccionista, ocupo toda una semana para preparar su Ponencia y dado que es de esas personas que acostumbra a ser dueño de sus silencios ,estaba seguro que iba a sorprender a sus amigos, sobre todo a Salvador, además Agustín era un gran comunicador…tenia por costumbre comenzar por un planteamiento teórico e inteligible para los expertos y por deducción recorrer el camino hasta llegar a conseguir que desmenuzándolo llegara a ser comprensible por los más legos en la materia; además su dicción pausada, vocalizada y su timbre de voz agradable; (ni demasiado grave ni demasiado agudo), hacían de él un orador muy solicitado para impartir conferencias y asistir como ponente a Seminarios. Durante esa semana apenas salió de casa. Su perfeccionismo le llevó a , basándose en el borrador de la Ponencia que concluyo el primer día, perfeccionarlo en el fondo y en la forma para que sin perder un ápice de rigor su Ponencia resultara lo más amena y clara posibles. Berta, su mujer, había sido testigo de algunas de las premoniciones de su marido pero compartía con él el ser dueña de sus silencio, ella era la mejor cómplice que hubiera podido encontrar Agustín con quien compartía todo su abanico de teorías pero, como su marido, no pretendía en modo alguno convencer a nadie de ellas ni comentar las experiencias paranormales de las que había sido testigo presencial; los amigos de Agustín desconocían casi por completo el elenco de fenómenos premonitorios en los que Agustín había sido sujeto activo. Durante esa semana, Berta se volcó en ayudar a que su marido tuviera el tiempo y el sosiego necesarios para “cual ebanista” ir puliendo su Ponencia, ella era Maestra y daba clases en una Escuela de Alicante, era una mujer culta, sensata, equilibrada, bondadosa y simpática; definitivamente Agustín y Berta formaban una pareja perfecta. Sobre las siete de la tarde, cuando Berta regresaba de la Escuela y Agustín había finalizado de trabajar su exposición, se tomaban un café y comentaban los avances realizados por Agustín…..o los retrocesos, que también los hubo; Agustín y Berta tenían lo que falta en muchas parejas….”sintonía” y ella escuchaba atentamente los comentarios de su marido que se dejaba asesorar por los consejos de su esposa. Agustín tenía como costumbre que nadie, excepto Berta, fuera sabedor ni de un ápice de lo que iba a exponer en sus intervenciones. Manolo era considerado el triunfador del grupo ya que sus logros, a parte de ser evidentes, eran conocidos y reconocidos popularmente, era considerado el mejor “especialista en manos” de la Comunidad, de los mejores de España y su fama hacía que tuviera pacientes que acudían a él desde muchas naciones europeas, pero el talento de Agustín solía permanecer oculto; la fama, que el no buscaba, siempre ha estado más cerca de aquéllos que dedican su talento a curar que a investigar y si bien los fenómenos paranormales eran de un atractivo social muy considerable, el estudio y la investigación de los mismos y más aún, quienes se dedicaban a ello, solían pasar inadvertidos y por contrapartida, los divulgadores, los que se dedicaban a estudiar los mismos fenómenos pero con soportes mediáticos, solían alcanzar una popularidad importante e incluso espectacular….Agustín solía decirle a Berta “Ellos mantienen viva la llama del interés por los fenómenos paranormales, nosotros les aportamos la cera para que la llama siga encendida”. ¿Qué puede ser más atractivo socialmente, aquél que descubre en investiga a pié de obra el fenómeno de las “Caras de Bélmez” o el que en base a ese fenómeno y de forma más amplia lo toma como un elemento más que se diluye en el Mar de su análisis e investigación? Sin duda los primeros, pero esto es como los icebergs, ellos son la punta, ,lo que se ve, que también es hielo, es decir, que no son simples charlatanes y por supuesto poseen conocimientos y formación; pero nosotros los investigadores somos la enorme masa de hielo oculta bajo la superficie marina que sustenta esa pequeña porción de hielo que hace que el iceberg pueda ser identificado; era una de las reflexiones que se hacía Agustín. Llegó el día que comenzaba el Seminario, a Agustín le correspondía abrir el hielo (y nunca mejor dicho) con su Ponencia, el Aula Magna estaba casi repleta de Psicólogos, Físicos, Periodistas especializados y estudiantes de la Universidad interesados en el tema. Agustín subió al estrado y se dispuso a desarrollar su Ponencia.
Posted on: Mon, 15 Jul 2013 05:03:01 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015