LA HOJA QUE CAE EN OTOÑO 15 Aposentados en el confortable Ático que Manolo tenía alquilado en la Avenida Blasco Ibáñez y desde donde se divisaba un Mar Mediterráneo próximo y azul, el dueño de la casa solícito y amable y ya que no había podido invitarles a comer les ofreció tomar lo que quisieran; Salvador pidió un Nokando con hielo; Agustín una copa de “Cardenal Mendoza”; Berta una copita de anís y Manolo se apuntó al güisqui. -¡Que vistas tienes, cabronazo! Dijo Salvador -No me quejo, Salvador, he tenido mucha suerte con este Ático. -¡Bien, Bisa….de esta no te escapas! le dijo Salvador, hoy me he dado cuenta que no sé nada de tus premoniciones ni de tu supuesta reencarnación de tu Bisabuelo, ni de tus telepatías ni de nada….Ah! he de confesarte que esperaba que en tu ponencia hicieras referencia a tus experiencias y luego he comprendido que tu pretensión era exponer y razonar tus teorías y no hablar de ti. - Hoy me has pillado en un buen día, Salvador….antes que nada recordarte mi animadversión a cualquier tipo de discusión y conflicto; después incidir en que no tengo la certeza de que sea la reencarnación de mi Bisabuelo….es sólo una intuición lógica plagada de hechos causales y por último, Salvador, sabes que soy más de escuchar que de hablar y siempre que salió el tema en nuestras tertulias y debido a tu agnosticismo, la tomabas verbal y argumentadamente contra mis insinuaciones y nunca hubo pié a que pudiera comentar y compartir con vosotros, distendidamente, mis experiencias, - Hoy es tu día, Bisa , sintiéndolo mucho he de darte toda la razón, así que si quieres que me flagele lo hago y hasta me pondría un cilicio en el muslo, pero ¡Por favor! ¡Cuéntanos tus experiencias! - De acuerdo, pero me has de prometer que aunque no comulgues con ellas permanecerás callado y sin interrumpirme; ¿De acuerdo? - Te lo prometo, Bisa. - De bien crío mi Madre ya me decía que era el vivo retrato de su Abuelo Agustín, que así se llamaba, yo desde mi mentalidad pueril interpretaba que se refería al físico; que también, hasta que el día de la anécdota que os conté del “vino” y del “aiguardiente” comencé a sospechar que algo más había…pero no di más importancia al episodio y lo olvidé. -Otra tarde estando también de “charreta” con mis Padres, mi Madre hablaba de su Padre; hijo de mi Bisabuelo refiriendo la diferencia de formas de ser que tenían Padre e Hijo; hizo alusión a cuando su Padre le propuso a su Abuelo la posibilidad de irse a Madrid a estudiar la carrera de….”!Abogado!”, dije yo,….Mi Madre me volvió a preguntar ¿y tú como lo sabes? y yo como en la anterior ocasión le respondí que no lo sabía; entonces yo tenía diecisiete años, en mi familia no existe ningún precedente de que nadie se haya interesado jamás por las Leyes y yo os garantizo que nunca le oí comentar esa anécdota a mi Madre, es más, mi Bisabuelo le dijo a mi Abuelo que si era su decisión él le apoyaría ya que su posición económica se lo podía permitir, pero le sugirió a mi Abuelo que lo meditase y que no desdeñara la posibilidad de preparase para ser Funcionario de la Administración Pública, es decir, Secretario de Ayuntamiento. Agustín sorbió un poco de coñac, al tiempo que Salvador le decía….sigue, sigue, Bisa , que la cosa está muy interesante, pero ahora cuéntanos algún episodio premonitorio. - Sois mis amigos y me conocéis, por tanto sabéis de mi poca afición a relatar episodios relacionados con premoniciones…Si no os importa os contaré uno que le ocurrió a mi abuela Paterna. - ¡Dale! Dijo Salvador - Los Padres de mi Padre son de Teruel y mi Abuela tenía una hermana, Jacinta era su nombre, dos años menor que ella, eran agricultores…Una mañana iban a salir los cuatro; los Padres de mi Abuela Carmen con sus dos hijas, con el carro tirado por un mulo a una Masía que tenían cerca del pueblo; mi Abuela tuvo la premonición de que su hermana moriría ese día por lo que intentó disuadir a sus Padres de la idea de ir a la Masía, como mi Abuela no sabía qué era una premonición pensó que su supuesta “intuición” era una tontería…pero el desasosiego la invadía y no podía quitar de su mente la fatídica idea; ya estaban llegando a la Masía cuando Jacinta, la hermana de mi Abuela la miró a los ojos al tiempo que esbozaba una sonrisa…mi Abuela Carmen sintió como su hermana le decía, “No sufráis por mí, Carmen, voy a morir, pero no sufráis por mí” al instante Jacinta dio un inoportuno e inesperado resbalón y cayó del carro con tan mala fortuna que su cabeza se golpeó contra una roca; Jacinta murió en el acto. - Jo, Bisa! Aunque triste y trágico ahí hay argumento para una Novela….pero cuéntanos alguna premonición tuya, ¡Venga! - De esta es testigo Berta…conocéis a mi Madre y sabéis que hace seis años tuvo una pequeña embolia, ¿no? - Por supuesto y que si no la hubiérais ingresado al primer síntoma probablemente le hubiera repetido y hubiera podido fallecer o quedarse impedida; dijo Manolo que fue el que como siempre interviene en estos casos. - Habíamos terminado de comer y como siempre que podemos nos dispusimos a tomar el café..súbitamente tuve no sé si una premonición o una comunicación telepática y se lo comenté a Berta..”Noto como que mi Madre me llama pidiéndome auxilio, como si me dijera que está en peligro” Berta con aplastante sentido común me dijo “llama por teléfono” al levantarme para realizar la llamada sonó el teléfono….era mi Padre ¡Venid enseguida a casa que la Mamá ha perdido el conocimiento! Al entrar en el dormitorio de mis Padres, mi Madre yacía inconsciente en la cama… sin mediar palabra llamé a una Ambulancia y nos dirigimos al Hospital General, una vez allí avisé a Manolo que , como siempre, acudió inmediatamente….pasados veinte minutos el propio Manolo nos dijo que había sido una embolia pero que dado lo rápido que habíamos procedido le habían aplicado un tratamiento anticoagulante para intentar disolver el trombo, que prácticamente estaba fuera de peligro y que con un poco de suerte o no le quedarían secuelas o estas serían muy leves…recuerdas, Berta? - ¡Cómo no voy a acordarme, Agustín! - ¡Andá! ¡Ahora lo entiendo todo! dijo Manolo, pero nunca me lo contaste, Bisa. - ¿Para qué Manolo? La noche se iba apoderando del día y entre la compañía, lo acogedor de la estancia y la copa de licor nadie tenía ganas de dar por acabada la tertulia para ir a dar una vuelta por Valencia y picar algo en uno de los locales que Manolo conocía, ya que de cenar nadie tenia ganas. - Joder, Bisa! Aunque por supuesto no me has convencido tus vivencias tienen suficiente coherencia para que las bases en la causalidad y no en la casualidad, pero he disfrutado muchísimo con tus testimonios y quiero que sepas que aunque en absoluto creo en ellos cuentas con mi mas sincera comprensión hacia tus teorías. - Ah! Se me olvidaba, dijo el Bisa….cuando tomé la firme decisión ,una vez finalizado el Preuniversitario, de estudiar Psicología una noche no sé si soñé o mi Bisabuelo me dijo “Bien Agustín, por fin estudiaremos Psicología” , lógicamente yo no dí ninguna importancia al hecho, pensé que había sido un sueño y punto, pero cuando les dije a mis Padres que iba a Matricularme en la Facultad de Psicología mi Madre dijo “ Ay! Si te viera tu Bisabuelo, que contento se pondría” - Por qué? Pregunté - Porque el siempre decía que le hubiera gustado estudiar una carrera que tratara los problemas de la mente humana, claro entonces no existían los estudios de Psicología, En aquél momento llegué a pensar que mi sueño había sido una comunicación telepática entre “Yo y yo”; es decir , mi Bisabuelo y yo. - Bueno , Bisa, si algún día tienes la premonición de que voy a “cascar”, avísame con tiempo para poder evitarlo; comentó Salvador. Las carcajadas fueron el preludio de la marcha en busca del “tapeo”
Posted on: Wed, 17 Jul 2013 05:04:45 +0000
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