LA JUSTICIA EMPIEZA A SER DOGMA DE FE Joaquín - TopicsExpress



          

LA JUSTICIA EMPIEZA A SER DOGMA DE FE Joaquín Hernández Creer en la justicia en España es tanto como creer en la Santísima Trinidad, en María la virgen o en los Reyes Magos o Papa Noel, todo es cuestión de fe, esperanza y más paciencia que la del Santo Job para aguantar años y años de espera, de rabia contenida y de silencio tácito de los medios de comunicación, cobardes y pringaos hasta el tuétano, para “celebrarse” un juicio que en Alemania se solucionó en menos de 10 años. El caso da vergüenza, rabia y asco pensar que han tenido que pasar 50 años para que se intentara hacer justicia a 180 de los 3.000 afectados por la basura creada por los laboratorios Grünenthal por la venta de la talidomida. Son más de media vida esperando justicia por parte de unos seres humanos inocentes y que han llevado encima de toda esa vida la espantosa carga de la discriminación de una sociedad cada día más inculta, simple y aborregada. se estima que en España hubo unas 3.000 personas afectadas por este fármaco, que en la década de los 60 fue utilizado para tratar las náuseas de las mujeres embarazadas y que provocó numerosas discapacidades en los recién nacidos. De los afectados quedan vivos entre 500 y 1.000 si bien en el procedimiento están inmersas una veintena de personas. Se ha demostrado algo gravísimo y es que se siguió vendiendo talidomida una vez que se sabía que causaba malformaciones, no se avisó a nadie, se siguió haciendo publicidad. Los alemanes a sabiendas del problema se apresuraron a callar las bocas acusadoras indemnizando a los afectados con pensiones que hoy en día rondan los 7.000 euros mensuales. Estas personas, estos seres humanos, han tenido que vivir todos estos años haciendo habilidades de sus carencias, procurando llevar una vida lo más digna posible. Algunos de estos afectados no supieron que su deficiencia física era debido a la ingestión durante en embarazo de la famosa píldora contra los mareos de la madre hasta pasado 40 años, durante todo ese tiempo creyeron que se trataba de una malformación congénita. La indemnización para los demandantes está cifrada en 204 millones de euros, 20.000 euros por cada punto porcentual de minusvalía de los afectados. Pero el tema más preocupante, yo diría que sangrante, es que con el paso del tiempo muchos de los afectados han fallecido, otros han pasado del tema pensando que el daño ya estaba hecho y hasta se han acostumbrado a sufrir de tal manera que si no fuera por el constante recordatorio que hace la sociedad de sus males incluso podría vivir feliz, como decía lo más preocupante es observar lo absurda, obsoleta, vendida a los poderes oligárquicos y capitalistas está eso que llamamos “nuestra Justicia”. Que para juzgar una causa tan malditamente clara y meridiana como es que la farmacéutica Grünenthal, por medio de un fármaco, contra los mareos y el malestar normal de las embarazadas, creo mutaciones en los fetos que en numerosos casos llevaron al suicidio al afectado. Da pena pensar como se hacen juicios rapidísimos para el embargo de un pensionista, desahucios “express”, monitorios falsos del que se enriquecen abogados y procuradores. El amiguismo, el poder y la gloria de Magistrados y Jueces se ve plasmado en la miseria del juicio a las víctimas de la Talidomina que 50 años después, los aun vivos, tienen derecho a que una multinacional desalmada y carente de escrúpulos haya lanzado al mercado una droga tan potente que parece ser más bien descubierta por científicos nazis en laboratorios de experimentos humanos, que por una farmacéutica en los años 60. Como dicen mis amigos gitanos “juicios tengas man que ganes killo” y es que con la Justicia hemos topado amigo Sancho. Y yo dejo esta pregunta para el que la pueda responder lo haga ¿Me puede alguien explicar por qué han tardado 50 años en funcionar la justicia? ¿No podía, en los años 60 actuar de oficio la fiscalía? ¿Quién lo prohibía?
Posted on: Tue, 15 Oct 2013 11:04:08 +0000

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