LA VERDAD Todas las discusiones son fútiles y estúpidas. La - TopicsExpress



          

LA VERDAD Todas las discusiones son fútiles y estúpidas. La discusión es tonta en sí misma, porque nadie puede llegar a la verdad mediante la discusión, mediante el debate. (...) todas las discusiones son tontas, porque a través de la actitud discutidora nunca puedes entender al otro. Todo cuanto dice es mal interpretado. Una mente decidida a ganar, conquistar, no puede entender. Es imposible, porque la comprensión necesita una mente no violenta. Cuando intentas ser victorioso, estás siendo violento. (...) Y el objetivo debe ser la verdad, no la victoria, porque cuando el objetivo es la victoria eres un político, no un hombre espiritual. Eres agresivo, estás intentando de alguna manera subyugar al otro, estás intentando de alguna manera dominar y tiranizar. Y la verdad nunca puede convertirse en una dominación, nunca puede destruir al otro. La verdad nunca puede ser una victoria en el sentido de que has subyugado al otro. La verdad aporta humildad. Por lo que la discusión nunca puede llevar a lo real; siempre conduce a lo irreal, lo falso, porque el mismo fenómeno que persigues, la victoria, es estúpido. La verdad gana, no tú, no yo. En una discusión tú ganas, o yo gano, la verdad nunca gana. Los buscadores auténticos permitirán que la verdad venza a ambos. Los participantes en una discusión pretenden que la victoria me pertenezca a mí, no debe pertenecer al otro. En la verdad, no hay otro. En la verdad, nos encontramos y nos convertimos en uno. ¿Así que quién puede ser el vencedor y quién puede ser el vencido? En la verdad, nadie es vencido. En la verdad, la verdad gana y nosotros nos perdemos. Pero en discusión yo soy yo y tú eres tú; en realidad no existe un puente. ¿Cómo puedes comprender al otro cuando estás en contra de él? La comprensión es imposible. La comprensión necesita simpatía, la comprensión necesita una participación. Comprender significa escuchar al otro totalmente, sólo entonces florece la comprensión. Pero si estás discutiendo algo, debatiendo, razonando, no estás escuchando al otro, sólo finges estar escuchando. En el fondo, estás preparándote, en el fondo ya has dado el próximo paso ? lo que vas a decir cuando el otro acabe. Estás preparándote para refutarlo. ¡No le has escuchado, y estás intentando refutarle! En realidad, la verdad no tiene importancia en una discusión, en un debate. Por lo que el debate nunca es una comunicación, y mediante el debate es imposible llegar a una comunión. Puedes discutir, y cuanto más discutís...os separáis. Cuanto más discutes, mayor es la separación, se convierte en un abismo; no puede haber terreno común. Así pues, todas las discusiones son fútiles, nunca llevan a ninguna parte. Incluso cuando crees que se ha llegado a una conclusión, la conclusión es forzada; no se llega a ella gracias a la discusión. Puedes silenciar al otro, pero la convicción nunca llega gracias a esto, nunca. Y lo digo de forma categórica: nunca. Si posees ciertos trucos lógicos, puedes silenciar al otro. Puede ser incapaz de contestarte. Sabes más que él. Sabes más trucos que él. Puedes acorralarlo mediante palabras y razonamientos y él es incapaz de responder. Pero no es ésta la manera de convencerle. En el fondo, él sabe que, "Algún día encontraré más trucos y te pondré en tu lugar. Por el momento, no puedo contestarte. Muy bien, acepto la derrota." Ha sido derrotado, pero no lo has conquistado. Y estas son dos cosas diferentes. Cuando conquistas un corazón, no está derrotado? se siente feliz. Es victorioso en tu victoria, participa. No es tu victoria? ha vencido la verdad, y ambos podéis celebrarlo. Pero cuando derrotas a alguien, nunca es conquistado; sigue siendo enemigo. En el fondo espera el momento oportuno en el que imponerse. (Bhagwan Shree Rajneesh)
Posted on: Fri, 06 Sep 2013 11:47:35 +0000

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