LAS MIL GRULLAS La semana pasada regresó una amiga de Barcelona - TopicsExpress



          

LAS MIL GRULLAS La semana pasada regresó una amiga de Barcelona y me trajo unas imágenes de otros aficionados a la papiroflexia que habían decorado su negocio con muchas figuritas del mismo color. Esto me recordó mi pasión por el origami más o menos acentuado en determinados momentos personales y laborales de mi vida. Hoy es un día triste, pero recordé que incluso en estos momentos la esperanza debe permanecer intacta... El 6 de agosto de 1945 los Estados Unidos decide lanzar sobre la ciudad de Hiroshima, en Japón, una de sus dos bombas atómicas, la llamada “Little Boy”, bomba cuya explosión de 13 kilotones de TNT, acabó con la vida de gran parte de los 255 mil personas que habitaban en esta ciudad japonesa e hiriendo a otras. Una de las testigos de este hecho fue una niña de dos años de edad llamada Sadako Sasaki, quien vivía a sólo kilómetro y medio de la zona del estallido. Ella no murió en el ataque, ni siquiera, fue herida, es más se dice que creció como una niña fuerte y muy sana. Sin embargo, como sucedió en muchos casos en los niños de Hiroshima, las secuelas de aquella bomba se comenzaron a notar con el paso del tiempo. A los once años de edad a Sadako Sasaki, se le diagnóstico Leucemia, cáncer que se caracteriza por atacar directamente a la médula ósea de los pacientes. Pues bien, al enterarse de la terrible noticia, su mejor amiga, Chizuko Hamamoto, le recordó a Sadako una vieja tradición japonesa en la que los dioses podían conceder cualquier deseo a la persona que realizara mil grullas de origami (figuras de papel). Chizuko, le regaló a Sadako la primera grulla, con la condición que ella hiciera las otras y que pidiera por su recuperación. Un día, Sadako, se encontraba haciendo sus grullas cuando se encontró con otro niño que sufría lo mismo, y le contó la historia de las mil grullas de papel y le animó para que él hiciera lo mismo, sin embargo, el niño le dijo que de nada serviría eso, porque sabía que él iba a morir esa noche. Fue entonces que Sadako decidió cambiar su deseo: al completar las mil grullas ya no pediría por curar su enfermedad sino, pediría por la curación de todos los enfermos del mundo. Con los papeles que iba encontrando de envoltorios de medicinas o de diversos productos, Sadako, comenzó su tarea de hacer mil grullas de origami. Lamentablemente no pudo llegar a la meta, Sadako falleció el 25 de octubre de 1955, a los 12 años de edad. Al momento de su muerte, había logrado hacer 644 grullas de papel. Al enterarse de la muerte de Sadako, sus compañeros de clase decidieron cumplir con la meta de su amiga para que se pudiera cumplir su deseo. Así que ellos lograron terminar las mil grullas de origami. Pero eso no fue todo, los amigos y personas que conocieron su historia, decidieron dedicarle un monumento en donde se representaría a Sadako sosteniendo una grulla dorada en su mano y que estaría dedicada a todos los niños que murieron debido a las dos bombas atómicas. Fue así que en 1958, se inauguró en el Parque de la Paz de Hiroshima, la estatua dedicada a Sadako. Este monumento tiene una inscripción que dice lo siguiente: “Este es nuestro grito, esta es nuestra plegaria: paz en el mundo”. La historia de Sadako ha inspirado a muchas personas, sobre todo a aquellas que buscan la paz en el mundo o protectores de los derechos de los niños. Y aún hoy, la costumbre japonesa de crear mil grullas de papel para que se cumpla cualquier deseo que tengamos, es una creencia que ese mantiene no solo en Japón sino en varias partes del mundo. Prados, esta es mi grulla de este año para recordarte que estés donde estés, tan solamente nos has ido abriendo camino y antes o después volveremos a vernos. Tus amigos, tus amigas, tus familiares, tus compañeros y compañeras,…no te olvidamos. Sigues viva en nuestro recuerdo y te seguimos queriendo
Posted on: Fri, 04 Oct 2013 19:16:32 +0000

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