LEAN ESTA INFAMIA QUE DICE UN PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA - TopicsExpress



          

LEAN ESTA INFAMIA QUE DICE UN PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA CHIRISTOPHER P SOBRE EL SALARIO DE LOS COLOMBIANOS.SEGUN ESTE GENIO NOSOTROS NO GANAMOS MUCHA PLATA Y ANTES DE SUBIR EL SALARIO MINIMO SE DEBE ES REBAJAR Por sujetos como Christopher Pissarides , va asi el mundo, en paises que hace 20 años no habia pobres, como Alemania, y otros, hoy la miseria se extiende de polo a polo, con la idea de dar mas empleo, pauperizan todo, ademas privatizan todo y ahi la acaban de arreglar, no hay quien pague la avaricia de los privados, rechacemos esta plaga mundial "El salario mínimo de Colombia es muy alto" Así lo considera Christopher Pissarides, Nobel de Economía (2010), quien da a entender que sin una reforma laboral no es sostenible el sistema pensional. A cualquiera que en Colombia se le ocurra al menos insinuar lo que vino a decir el economista chipriota Christopher Pissarides, seguro le caerían rayos y centellas, lo juzgarían de inhumano, los trabajadores lo declararían persona no grata y los políticos lo harían picadillo en los medios de comunicación. “El salario mínimo (489.500 pesos a 2013) debe crecer solo con la inflación”, “Permitir que el salario mínimo baje gradualmente hasta 45 por ciento del salario promedio (uno 750.000 pesos a hoy)”, “en Colombia la edad de pensión es muy baja”, por igual, “hombres y mujeres debe jubilarse a los 67 años (hoy es a los 60 y 57 años)”, “acá la productividad laboral es muy baja”… y continúa la lista de afirmaciones odiosas para muchos. Pero Pissarides, de 65 años, lo puede decir con la autoridad de quien es uno de los investigadores que más ha estudiado las distorsiones y perversidades de los mercados laborales de todo el mundo, así como su impacto en las economías y los sistemas de jubilación. No en vano, recibió el 2010 el premio Nobel de Economía por el estudio de los efectos de las altas tasas de desempleo. En ese sentido, se sorprende de que Colombia tenga la desocupación más alta de América Latina, la informalidad cobije al 60 por ciento de la población y que el salario mínimo legal sea cerca del 80 por ciento del ingreso promedio (2011), una de las relaciones más altas del mundo. “Con los recursos naturales que tiene Colombia y el rápido crecimiento económico, la tasa de desempleo no debe ser superior al 6 por ciento, la informalidad debe ser inferior al 30 por ciento, las tasas de empleo debe ser del 70 por ciento y todos deben tener acceso a servicios sociales y las pensiones”, concluyó el viernes pasado durante su intervención al cierre del congreso anual de Asofondos, en Cartagena. De lejos, su posturas distan de la idea del Gobierno de impulsar una reforma pensional que si bien busca aumentar cobertura, fortalece un régimen público de Prima Media, como ha insistido el ministro de Trabajo, Rafael Pardo Rueda, para que conviva y no compita con otro régimen privado de Ahorro Individual. Pero Pissarides señala que debe apuntarse a un solo régimen individual que debe corresponderse al ahorro de cada trabajador, que de eso debe encargarse el sector privado, mientras el Estado se ocupa de asegurar una mesada mínima para los más desfavorecidos e incentivar la generación de empleo formal. Este profesor de la prestigiosa Escuela de Economía de Londres, también habló con varios medios de comunicación acerca de la encrucijada laboral y pensional de nuestro país: ¿Cómo ganar cobertura en un sistema pensional como el colombiano que si acaso permite jubilar a uno de cada cuatro trabajadores en edad de hacerlo? “Solo hay una forma: mejores contribuciones de cada trabajador, amarrando los beneficios de la pensión a los aportes que haga la gente”. ¿Pero eso es muy complejo con la alta informalidad que hay? “Quizá la única manera de hacer sostenible el sistema pensional es trabajar por reducir la informalidad, pero se requiere de la voluntad política para aprobar la legislación que se necesita”. ¿A qué se refiere? “Se necesita una reforma laboral. Sin duda, el problema de cobertura y sostenibilidad del sistema pensional en medio de una alta informalidad se debe a un salario mínimo legal muy alto y al papel que se le ha dado en la estructura del mercado. Por ejemplo, no se puede hacer contribuciones pensionales, si por lo menos no se gana el salario mínimo, eso es como decirle solo a lo que tienen altos ingresos que aporten”. Pero cuando en Colombia se dice que el salario mínimo es muy alto, la respuesta es que no es posible vivir con esa plata, que si lo bajan las condiciones de las familias mas pobres serán peores, ¿qué hacer? “La mitad de la gente que está trabajando en este país gana por debajo del salario mínimo, un 10 por ciento de la fuerza laboral está desempleadas, así se excluye del mercado laboral formal a muchas personas cuyos ingresos están muy por debajo del mínimo y esas personas no se están muriendo de hambre. Si se mantiene un salario mínimo tan alto no se hace nada por ellos, se empeoran sus condiciones. Entonces: el salario mínimo hoy cubre a una minoría de gente que gana esto o por encima, pero hay buena mayoría silenciosa que gana menos. Esa no es una buena política social”. En esas condiciones, ¿cómo estimular el empleo en un mercado donde muchos no tienen la preparación requerida para trabajar ni la oportunidad de capacitarse? “Hay una distorsión del mercado laboral introducida por políticas de altos salarios mínimos que desestimula también la educación. Un país con el nivel de desarrollo económico como el de Colombia tiene aún un desempeño laboral muy bajo. Volvemos al problema inicial de la informalidad. No se trata de curar el problema con el incentivo que dan ahora para que la gente estudie, como si fuera la fuente de empleo. Eso es como si a uno le da tuberculosis y decide tomar dar un jarabe para la tos, cuando el problema viene de los pulmones. Hay que atacar la enfermedad, no los síntomas individuales”. Sin embargo, también en Colombia hay jóvenes muy preparados pero el mercado no los emplea… “Tiene que ver con lo anterior. Estos jóvenes deben iniciar un movimiento de reforma laboral, deben plantear por qué no están consiguiendo empleo, por qué no se están dando mejores servicios en la economía para que se creen mejores puestos de trabajo. Deben hacerse visibles estas son distorsiones del mercado laboral que deben atacarse para liberar puestos de trabajo para estos públicos más capacitados. Ahora bien, muchos de ellos pueden estar creando sus propios empleos aprovechando su espíritu empresarial. Antes la gente no se atrevía a crear empresa, ahora si, pero necesitan de un mercado donde pueda operar libres, por eso volvemos a la urgente necesidad de reformar el mercado laboral para que haya incentivos”. ¿Cómo cuáles? “Un ejemplo claro es lo que aplican los países escadinavos y otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, al que quiere entrar Colombia). Dinamarca y Noruega tienen la mayor provisión de servicios sociales para sus trabajadores y al tiempo tienen los menores índices de informalidad. ¿Cómo lo hacen? dando los incentivos correctos a la gente para que pague altos impuestos, a cambio de servicios públicos de buena calidad y quitando los incentivos para entrar al mercado informal”. ¿Qué estímulos deberían darse a las empresas colombianas para crear más empleos? “Lo primero es revisar un salario mínimo tan alto que desestimula la generación de empleo formal. También hay que revisar los altos costos para emplear a un trabajador que son altos porque el patrón tiene que pagar demasiado además del salario. Eso puede que beneficie a su empleado, pero perjudica a muchos que no pueden tenerlo y limita los recursos a fondos de seguridad social”. Al final, los problemas del mercado laboral se traducen en una crisis pensional… “Es cierto. La gente está viviendo más años y hay que tener mayor provisión para la pensión, al tiempo que la tasa de natalidad es menor. Así que la población activa que apoya a la jubilada está decreciendo”. ¿Cómo debe abordarse una reforma como lo que se impulsa en Colombia? “La única manera de abordar de forma sostenible el sistema pensionales es pasar las cotizaciones a cuentas de ahorro financiadas totalmente por el trabajador, porque los contribuyentes no serán una masa suficientemente grande para darle soporte a las pensiones de la población. También hay que aumentar la edad de jubilación”. La reforma del Gobierno no contempla aumentar la edad de retiro, ¿según usted debe subir? “Me han dicho que en Colombia la edad actual de retiro da para recibir pensión por lo menos 20 años más, algo solo comparable con los 35 años promedio de trabajo. Por eso la edad de jubilación debe subir hasta por lo menos 67 años”. ¿67 años? ¿tanto para hombres como mujeres? “Por supuesto, para ambos, ¿por qué discriminar?”. En Colombia siempre las edades de retiro han sido diferentes. “No debería ser así. Las mujeres son tan sanas como los hombres, incluso más y no tienen problemas cardíacos como los hombres y tanto estrés (risas)”. Pero en nuestro país la tasa de ocupación de mujeres es menor a la de los hombres. “Sobra decir que si hombres y mujeres participan del mercado laboral deben haber una igualdad en sus ingresos. En aquellos casos en que la mujer no tenga participación, eso se debe a condiciones familiares, fundamentalmente. No hay que ver la igualdad solo entre individuos, sino por hogares. Por ejemplo, si ocurre un divorcio y la mujer queda sola, debe compensarse de forma generosa porque no pudo antes empezar su carrera laboral”. Entonces, ¿lo que nos indica el mercado laboral es que es mejor que la mujer no se case para poder tener pensión? (Risas). “No, si se van a casar, ¡divórciense en el Reino Unido! Allá si tendrán parte de la pensión de su exmarido”. ¿Cuál debe ser el papel del gobierno en el sistema pensional? “El desafío más grande para los países latinoamericanos es que tienen demasiadas pensiones altas que dependen del régimen contributivo del país y el reto es cómo pasarlas a un sistema de ahorro individual en manos del sector privado, para que no tengan que financiarlas más”. En ese escenario, ¿qué responsabilidad corresponde al Gobierno? “Que hombres y mujeres tengan una pensión mínima garantizada cuando no puedan ahorrar para su jubilación. Estoy en contra de que el Gobierno sea el proveedor de las pensiones, tomando dinero de lo que pagan los contribuyentes en impuestos. Eso es perjudicial para la economía y resta recursos para impulsar la generación de empleo”. Pero en Colombia, hoy el Estado debe asumir un alto costo de pensiones públicas ($24 billones anuales debe sacar del presupuesto para ello). “Hay que transferirlos a la provisión privada de pensiones. Si están dispuestos a financiar ese estilo de privilegios, como individuo debería aportar para ello, Sus aportes a un fondo privado deben ser acordes a esos beneficios. Al mismo tiempo pienso que debe haber una mayor igualdad en las pensiones y por eso debe haber un subsidio a las pensiones que sea mayor para las más bajas y vaya disminuyendo para las más altas”. ¿Qué vislumbra para un país que tiene altas tasas de informalidad y bajas cotizaciones a pensión? “No veo un futuro brillante si continua así. Si se va a corregir esa distorsión del mercado, deben hacerlo abordando el problema de la informalidad directamente, no abordando el problema del sistema pensional. El problema es un salario mínimo alto que obliga a una pensión mínima alta, eso es bueno, pero el Gobierno no tiene cómo hacerlo sostenible”. Por último, con tanto problemas laborales y pensionales ¿qué país puede ser ejemplo para Colombia? “Hay que mirar a Dinamarca”. DICEN DE… PISTAS PARA UNA REFORMA LABORAL Para el premio Nobel Christopher Pissarides es “claramente necesaria” una reforma laboral en Colombia, que contemple varias medidas, tales como: “permitir reducir gradualmente el salario mínimo hasta que tenga una diferencia de 50% frente al promedio de ingreso de los trabajadores; reducir los costos no salariales a los empleadores, empezando por los empleos de más bajos salarios; otorgar prestaciones sociales atadas al empleo formal, con excepción de la atención básica de salud; pensar en un subsidio de desempleo temporal, pero no por mucho tiempo, con lo cual hay recursos para invertir en sistemas de vinculación laboral”. PROTAGONISTA UN EXPERTO DEL MUNDO LABORAL Christopher A. Pissarides Nobel de Economía (2010) Nació en Chipre, en 1948. Su vida profesional y académica la ha hecho en el Reino Unido. Hoy es catedrático de la Norman Sosnow de Economía, en la London School of Economics. En 2010 recibió el Premio Nobel de Economía por sus contribuciones a la macroeconomía y a la teoría de los mercados laborales y sus fricciones con el desempleo, junto a los profesores Peter Diamond y Dale T. Mortensen. Pissarides ha sido asesor para impulsar políticas laborales, entre otros, del Banco Mundial (BM), la Comisión Europeay la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde). Entre 2000 y 2007 fue miembro del Comité de Política Monetaria del Banco Central de Chipre y del Foro para la Investigación Económica, en los países árabes. EN DEFINITIVA De lejos, las posturas de Pissarides distan de la idea del Gobierno al impulsar una reforma pensional que fortalece un régimen público de Prima Media, como ha insistido el Ministerio de Trabajo.
Posted on: Sun, 07 Jul 2013 05:47:40 +0000

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