LOS BUQUES HOSPITALES DURANTE EL CONFLICTO DE MALVINAS Seis buques - TopicsExpress



          

LOS BUQUES HOSPITALES DURANTE EL CONFLICTO DE MALVINAS Seis buques hospitales actuaron durante el conflicto de Malvinas, cuatro británicos y dos argentinos. La finalidad de los buques hospitales fue estrictamente humanitaria en cumplimiento de las normas de la Convención de Ginebra del 12 de agosto de 1949, creada para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las Fuerzas Armadas en campaña y en el mar. De esta forma, socorrieron a los heridos, a los enfermos y a los náufragos, asistiéndolos y trasladándolos a un lugar seguro y adecuado para su recuperación. Para que puedan haber llevado a cabo su labor, en los Convenios Internacionales existentes al comenzar el conflicto, se previó que dichos buques bajo ningún concepto, podrían ser atacados, ni capturados, y que siempre serían respetados y protegidos. El respeto y la protección de los buques hospitales por todos los contrincantes dependieron de cuatro condiciones: 1- Comunicar a la parte adversa de las características del buque (notificación).Nombre del buque, dimensiones, nombre del comandante o capitán de la nave, etc. 2- Tomar las medidas necesarias para que pueda ser identificado( identificación y señalamiento ). Todos los hospitales tuvieron la totalidad de su casco pintado color blanco, con grandes cruces rojas en sus bandas y en sus frentes. Durante la noche navegaban totalmente iluminados, en particular sus cruces rojas. 3- No entorpecer ni colaborar por ningún motivo con los combatientes de cualquier bando. 4- Estar sometidos al derecho de control por parte de los adversarios o de la Cruz Roja Internacional. De hecho, las autoridades de ambos bandos lo ejercieron, permaneciendo además, a bordo de cada buque y a lo largo del conflicto, un veedor de nacionalidad suiza, perteneciente a la Cruz Roja Internacional. Los buques hospitales británicos Con 16.907 toneladas y 164,5 metros de longitud, el "Uganda" era el mayor de los buques hospitales británicos. Es un barco de pasajeros diseñado para cruceros turísticos entre Europa, América y Asia el que fue requisado a la compañía naviera propietaria, la British India Steam Navigation Company y transformado en buque hospital como el “Her Majesty’s Hospital Ship Uganda”. Con una capacidad de 550 camas, el "Uganda" fue el mayor hospital flotante del conflicto. Las autoridades británicas notificaron a las autoridades argentinas el 13 de abril de 1982, por mediación del Gobierno Suizo, que el "Uganda" sería utilizado como hospital por su Armada. Sobre el empleo del “Uganda” como trasporte de tropas luego de haber sido declarado buque hospital, existieron evidencias y las consecuentes denuncias de las autoridades argentinas, cuando por ejemplo, el 21 de mayo al desembarcar el grueso de la tropa británica en Malvinas en el Estrecho de San Carlos. En esa oportunidad, pese a las evidencias, los aviones de la Fuerza Aérea y la Armada Argentina, no dispararon contra el buque por ser hospital y resultar esta acción totalmente ilegal. Los británicos, usaron al buque hospital atacado, Gran Bretaña acusaría a la Argentina de ir contra las leyes internacionales por atacar un buque hospital. También resultó, al menos engañoso, que el buque RMS “Camberra”, un crucero de línea de 45.720 Toneladas de desplazamiento y 258 metros de largo, requisado a la compañía naviera P&O Steam Company por la Armada Británica y que servía en el conflicto como transporte militar de tropas y equipos, no haya sido pintado de gris en la Isla Ascensión, antes de su llegada al Atlántico Sur, como corresponde a un buque de guerra y que haya participado activamente en el conflicto con su casco y superestructura color blanco original, cual si fuera un buque hospital; lógicamente un gran barco color blanco entre tantos barcos de guerra y visto desde un avión de combate, volando a altísima velocidad, solo puede ser confundido con un hospital y por lo tanto no atacado. Estos dos engaños / trasgresiones, le permitieron a los Británicos efectuar el desembarco de las tropas sin que la aviación militar y naval argentina pudiera individualizarlos como buques militares y por lo tanto, atacarlos. Los HMS "Herald", HMS "Hecla" y HMS "Hydra" La notificación relativa a estos tres buques se hizo, el 19 de abril, a las autoridades argentinas. Se trata de tres buques hidrográficos gemelos pertenecientes al Servicio Hidrográfico Británico (UKHO), (tonelaje bruto, 2898 toneladas, con 79,3 metros de longitud), transformados en buques hospitales con una cabida para 60 a 100 enfermos. El cometido principal de estos buques era evacuar a los heridos y a los enfermos y trasladarlos a Montevideo, Uruguay (cuatro días y medio aproximadamente por vía marítima), desde donde fueron repatriados, en avión, al Reino Unido. Los hospitales uruguayos Si bien la posición oficial de Uruguay aspiraba a la neutralidad, hubo algunos gestos de colaboración hacia los británicos, aunque estos, estuvieron lejos del claro apoyo militar que brindó Chile a Inglaterra. Iniciado el conflicto, las autoridades de la Sanidad Uruguaya, planificaron el denominado "Operativo Maíz", mediante el cual se habilitaba el Hospital Militar y el Hospital Maciel de Montevideo para recibir heridos de guerra. También se contaba con el Hospital Británico, el que habitualmente atendía a los marineros, heridos y accidentados de buques mercantes por la cobertura de los seguros marítimos. El “Maciel” fue prácticamente evacuado y preparado como hospital de guerra: Dieron de alta a los enfermos que se podía y el resto fue trasladado a otros nosocomios dejándolo libre para las emergencias que vinieran de las Malvinas. Una delegación inglesa recorrió el hospital de la Ciudad Vieja para dar su aprobación, pese a la preparación el Maciel no recibió heridos. De hecho, muchos ciudadanos británicos residentes en Buenos Aires llegaron precipitadamente a Montevideo cuando recrudecieron las hostilidades. Sin ir más lejos, el 3 de abril llegó un grupo de 88 británicos, entre ellos el gobernador de las islas, Rex Hunt, a los que alojaron por unos días en el Hotel Carrasco antes de partir hacia el Reino Unido. No obstante, durante el conflicto, arribaron al Puerto de Montevideo varios buques-hospital Ingleses que transportaron más de 500 soldados británicos heridos. Los buques "Herald", "Hecla" e "Hydra" llegaron sucesivamente en los primeros días de mayo. Los heridos eran trasladados al Aeropuerto de Carrasco en medio de un fuerte dispositivo de seguridad policial con apoyo de la Cruz Roja, desde donde partían a Londres en aviones ambulancia VC-10 de la Fuerza Aérea Británica. Dos soldados ingleses, con lesiones oculares que no pudieron ser operados a bordo del barco hospital, fueron atendidos en el Británico, donde les hicieron tomografías y los operaron. LOS BUQUES HOSPITALES ARGENTINOS EN EL TOAS A partir del 1 de junio de 1982 se pudo disponer en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS) de dos buques hospitales argentinos, denunciados e identificados ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y las autoridades Británicas según las normas de la Convención de Ginebra del 12 de agosto de 1949, creada para Aliviar la Suerte que Corren los Heridos, los Enfermos y los Náufragos de las Fuerzas Armadas en Campaña y en el Mar. A estos fines, los buques de la Armada Argentina, Rompehielos ARA "Almirante Irízar" y Transporte Polar ARA "Bahía Paraíso" fueron adaptados en los Talleres y Arsenales de la Base Naval de Puerto Belgrano en poco menos de cinco días de trabajos corridos. Las numerosas dificultades que se presentaron para dotar a buques diseñados como logísticos antárticos, de todas las capacidades de hospitales flotantes, fueron eficientemente superadas gracias a la imaginación, voluntad y esfuerzo de las dotaciones del buque y de los talleres generales de la base naval y al conocimiento e iniciativa de los profesionales médicos del Hospital Naval de Puerto Belgrano. Fueron refaccionados todos los interiores y convertidos en modernas unidades hospitalarias con una capacidad para cientos de camas, interconexiones directas desde las Salas de Recepción y Clasificación de Heridos con las demás dependencias; dotados de helipuerto y hangar para helicópteros; quirófanos equipados totalmente; laboratorio de análisis clínicos y hemoterapia; salas de rayos y de yesos; terapia intensiva, consultorio odontológico; sala de quemado; servicio de agua potable ilimitado; ventilación y calefacción en todos sus locales, frigoríficas, lavaderos, cocinas, etc. Junto con la tarea de reacondicionamiento de los buques, se organizó en cada uno, el Departamento de Sanidad en Combate, con cobertura especifica en cirugía, traumatología, bioquímica y farmacia, cirugía máxilofacial, clínica medica, quemados, cardiología, oftalmología, odontología, anestesia, etc. Un tercer buque hospital fue adaptado a partir del Buque Oceanográfico ARA “Puerto Deseado”, (Q-8) perteneciente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONICET) y operado por la Armada como parte del Servicio de Hidrografía Naval, quien hasta ese momento se había desempeñado como parte de la Operación “León I”, llevada a cabo en conjunto con otros buques de la Armada a efectos de efectuar el Control del Tránsito Marítimo en la desembocadura del Río de la Plata. Finalizada la transformación del Deseado, con su casco color Blanco, las Cruces Rojas en sus bandas y sesenta camas disponibles, la precipitación de los hechos del 14 de Junio y la lentitud de su reconocimiento como buque hospital en la ONU, impidieron que concluyera su traslado al TOAS. El “Deseado” tiene 2400 Tns de desplazamiento, 78 metros de largo y 15,8 de ancho. El Buque Hospital ARA “Bahía Paraíso”, fue el primero en zarpar hacia el TOAS; Mientras se realizaban los trabajos de transformación en la Base Naval de Puerto Belgrano, el 27 Abril se dispuso que iniciara su viaje sin haberlas finalizado. Ya modificado quedó con una capacidad de 328 camas; helipuerto y hangar para dos helicópteros (un Puma del Ejército y un Allouette III de la Armada), dos lanchas sanitarias; cuatro quirófanos; un laboratorio de análisis clínicos y hemoterapia; dos salas de rayos, una de yesos; una terapia intensiva con capacidad para diez camas; un consultorio odontológico; una sala de quemados con capacidad para 20 internado; etc. En total se le embarcaron como dotación sanitaria 85 profesionales y técnicos, contándose entre ellos 17 médicos, 4 odontólogos, 2 bioquímicos, dos voluntarios ( un traumatólogo y un laboratorista), 73 Enfermeros y el apoyo de un capellán naval Se desempeño como Director del Hospital Flotante el Capitán de Fragata Médico Juan Antonio López, secundado por el Capitán de Corbeta Medico Pascual Pellicari. El 3 de junio estuvo listo a zarpar como buque hospital, el Rompehielos ARA "Almirante Irizar”, realizándose su transformación a partir del 1ro. de Junio en menos de 48 horas, quedando dotado de 260 camas de internación, dos salas de terapia intensiva, dos quirófanos, un quirófano maxilofacial, una sala de terapia Intermedia, dos salas de terapia general, Laboratorio Bioquímico, Sala de Radiología, Sala de Yesos, Laboratorio de Hemoterapia, Sala de Tratamientos Hipebáricos, Sala de Quemados, Helipuerto y Hangar para dos helicópteros (dos SH-3 Sea King de la Armada) y cuatro lanchas sanitarias. Al Irizar se le embarcaron, como dotación del hospital, 40 profesionales y técnicos de la salud, entre los que se contaba con 14 médicos, dos Odontólogos, dos bioquímicos, un sacerdote y veintiún enfermeros. Sobre la última semana del conflicto embarcaron por helicóptero desde Comodoro Rivadavia, siete civiles voluntarias instrumentistas quirúrgicos femeninos del Ejército, destinados inicialmente al Hospital Militar de Malvinas, las que, por los avatares del conflicto, permanecieron aportando sus conocimientos y esfuerzos en los quirófanos del Irizar. Se desempeño como Director del Hospital Flotante, el Capitán de Corbeta Medico Roberto Sosa Amaya, secundado por el Capitán de Corbeta Médico Roberto Olmedo. El esfuerzo sanitario total llevado adelante por la Armada entre los dos buques hospitales queda explicitado por las 588 camas para internados, los 144 profesionales y técnicos de la salud embarcados, entre ellos 31 médicos, 6 odontólogos, 4 bioquímicos, 7 instrumentistas, 94 enfermeros y el apoyo de dos sacerdotes capellanes navales. A esto debe sumarse la capacidad de los hospitales permanentes de las Bases Navales y Aeronavales de Ushuaia, Puerto Belgrano, Comandante Espora, Punta Indio, Rio Santiago y Buenos Aires. El Hospital Militar en Malvinas Luego de consolidada la recuperación de la isla y la zarpada de todos los buques de la Operación Rosario, el comandante terrestre contaba con 4.000 efectivos los que necesitarían atención médica hospitalaria, por lo que, el 5 de abril llegaron a Puerto Argentino material y personal del Hospital Militar de Comodoro Rivadavia (a 1.000 Km de la isla), que se transformó en la instalación de sanidad de campaña más importante en la zona de combate: el “Hospital Militar de Puerto Argentino” (HMPA). Este se ubico a partir del 10 de abril en un edificio de dicha ciudad, comenzando a funcionar el 12 de abril, estando completo su personal al día 3 de Mayo. En ese momento constaba de 122 efectivos: 45 médicos, 4 bioquímicas, 2 farmacéuticos, 26 enfermeros y 25 soldados. En los 65 días que estuvo funcionando el HMPA, tuvo 1990 internados, hizo 4005 prestaciones médicas y 629 odontológicas. La actuación de los buques hospitales argentinos En los primeros días de Junio aparecieron frente Puerto Argentino los dos buques hospitales de la Armada, el “Bahía Paraíso” y el “Almirante Irizar”, los que fueron un enorme alivio para el hospital militar, dado que permitieron evacuar gran cantidad de heridos con los buques anclados a la vista en la bahía. Los helicópteros y las lanchas ambulancia iban y venían “desembarazándolo” de los pacientes en condiciones de ser derivados y completándole los insumos sanitarios necesarios para que pueda continuar su tarea. Ambos buques navegaron en varias oportunidades alrededor de la Isla Soledad y la Gran Malvina, internándose en estrechos, bahías, fiordos, caletas, etc. aproximándose lo máximo posible a cada asentamiento Argentino, dejando de lado, en muchos casos, el mínimo criterio de seguridad náutica, para poder evacuar en helicóptero, lanchas y gomones, los necesitados que existieran. El “Irizar” Para el 9 de Junio el “Almirante Irizar”, fondeo en la Bahía Groussac, frente mismo a Puerto Argentino, a esta altura del conflicto, el inicio de los combates por dominar, las alturas de los montes que rodean la ciudad capital de las islas, habían comenzado; noche a noche, se luchó encarnizadamente por los Montes Longdon, Two Sister, Harriet, Williams, Tumbledown, Wirelles y Saper Hill. Los combates se intensificaban a cada momento y en particular durante la noche, sucediéndose sin solución de continuidad, bombardeos aéreos, ataques puntuales con bombas y misiles de la aviación inglesa, avances de tropas y grupos comandos, cañoneos desde los barcos y de la artillería terrestre británica, sumado a todo esto un interminable cañoneo terrestre de las baterías de artillería del nuestra Infantería de Marina y del Ejercito Argentino. Durante esos combates, los mamparos de acero del “Irizar” y los vidrios de los ojos de buey, vibran y se sacudían fuertemente durante horas, desplazando y finalmente haciendo saltar y caer cualquier elemento suelto. El silencio y la obscuridad cerrada de la noche malvinense, quedaba saturado por un ruido ensordecedor e iluminada por las explosiones de las bombas y el color rojo amarillento de la munición trazante de ambos bandos y de tanto en tanto, el encendido de bengalas iluminantes mantenidas en el aire por pequeños paracaídas. Durante esas noches los argentinos dispararon más de 17.000 tiros de artillería y los británicos arriba de 18.000. En medio de los combates y desde el muelle del Destacamento Naval Malvinas, los buques auxiliares argentinos como la Goleta "Penélope" y los remolcadores "Monsumen", "Forrest" y "Yehuín", comenzaron a hacer innumerables viajes trayendo hasta el "Irízar", derivados del hospital de Malvinas. Al llegar a los costados del buque, la tripulación de los buques auxiliares y la del hospital, en medio del movimiento producido por el oleaje, el fuerte viento y la bajísima sensación térmica, el comienzo de las fuertes nevadas invernales, tenía que embarcar, por medio de grandes redes colgadas del costado y el uso de camillas rígidas izadas por grúas, todos los pacientes transladados, con el peligro latente de que sean atrapados entre los cascos de los dos buques o que cayeran a las aguas congeladas. Una vez en cubierta principal, mediante camillas, llevarlos rápidamente hasta la Sala de Recepción de Pacientes, donde eran inicialmente identificados tomándoles sus datos personales y militares y los de sus parientes más cercanos, luego eran revisados y derivados a los diferntes niveles de complejidad del sistema asistencial montado a bordo. Desplazamiento de Heridos entre las salas de terapia (bodegas) del “Irizar”.Toda esta tarea se complementaba con el embarque de los heridos por medio de helicópteros ambulancia Sea King SH-3 del Irizar, los que pese a las fuertes inclemencias del tiempo, siguieron volando debajo de los límites operativos de la cubierta de vuelo (exceso de viento / falta de luz diurna / baja visibilidad por niebla, etc.), llegando en muchas oportunidades al extremo de volar de noche sin poseer instrumentos para este tipo de vuelo, iluminando la superficie del agua con un proyector de proa de la aeronave. Anavizado y trincado a cubierta, los camilleros bajaban los heridos desde la cubierta de vuelo hasta la Sala de Recepción deslizando las camillas sobre largas planchadas de madera colocadas sobre los peldaños de todas las escaleras metálicas. En estos días finales, los quirófanos del “Irízar” trabajaron sin cesar por más de 72 horas, se habían recibido 420 heridos de toda magnitud en los combates. Durante estas jornadas de intensos combates y trabajo permanente en las salas de internación, quirófanos y laboratorios del “Irizar”, se tuvo tres contactos directos con el enemigo, en dos ocasiones, entre el 10 y el 13 de Junio, los Británicos solicitaron al “Irizar” la provisión de Plasma Sanguíneo y dosis de Morfina para atender a sus heridos graves, cosa que en función de lo especificado en la Convención de Ginebra de 1949, se cumplió de inmediato, entregándole lo solicitado a un helicóptero de la Royal Navy aterrizado en la cubierta de vuelo del rompehielos. La tercera ocasión ocurrió durante la noche del 13 de Junio, cuando en medio de los combates finales y antes del asalto a los montes Tumbledown, Willians, Sapper Hill y Ponny`s Pass, el Brigadier General Jeremy Moore, Comandante de las fuerzas invasoras, decidió llevar adelante una maniobra de distracción del ataque principal por tierra, simulando un nuevo desembarco desde la Bahía de Puerto Groussac, hacia el mismo Puerto Argentino, de tal forma de dividir las defensas argentinas. Para esa distracción, los Británicos ejecutaron una maniobra conjunta con lo mejor de sus Fuerzas Especiales conformadas por Comandos del Special Air Service (SAS) de la Fuerza Aérea Británica y del Special Bote Service (SBS) de la Royal Navy. Estas tropas altamente especializadas formaron dos escuadrones de comandos que se acercaron al “Irizar” en una docena de Botes Rígidos de Asalto, aprovechando la obscuridad de la noche y la silueta del buque hospital para ocultarse durante su aproximación a las playas de la ciudad. Existen versiones inglesas sobre que, ante esa situación,el “Irizar” iluminó con proyectores de luz los botes de asalto y que luego, abrió fuego graneado sobre los Comandos causándoles grandes bajas. Esa versión no se ajusta a la realidad, resulta que, en su afán de esconderse detrás del buque hasta último momento, los comandos aproximaron los botes de asalto a metros del costado de estribor del rompehielos, quedando dentro de la luminosidad que emanaba desde la superestructura del buque debido a la obligatoriedad como Buque Hospital, de permanecer iluminado “a giorno”, especialmente las cruces rojas de su casco. Estando iluminadas, fueron divisados desde la Punta Argentina (Península Camber) por los vigías de una compañía del Batallón de Infantería de Marina Nº 3, una sección de tiradores del BIMNº 2 y una sección del Batallón de Defensa Aérea GADA 601 del Ejercito Argentino, que se habían agrupado y replegado para controlar y posible desembarco por ese sector.Iniciado el asalto final y fuera de la protección del casco del “Irizar”, fueron recibidos con fuego graneado desde tierra, lo que produjo importantes pérdidas humanas y materiales, debiendo la operación, ser abortada. La posición relativa del “Irizar”, prácticamente en la línea de fuego, produjo que gran cantidad de proyectiles trazantes sean vistos picando en proximidades y frente a la proa del buque durante el combate. Pasada la noche, las playas cercanas al buque daban cuenta de la intensidad del combate nocturno, botes rígidos y gomones de casco negro, varados en la playa con visibles averías causadas por el fuego y cuerpos sin vida rodeaban la escena. Luego de las primeras horas de luz del 14 de Junio, sobrevino un silencio lleno de los ruidos de la naturaleza, que en los últimos días habíamos dejado de escuchar, tapados en todo momento por el ensordecedor combate, nuevamente el viento helado se hacia sentir y se dejaba escuchar, esporádicos tableteo de armas automáticas llegaban de todas direcciones, el final se aproximaba. Alrededor de las diez de la mañana, un grupo de tres helicópteros SH-3 Sea King de la Armada Británica, se acerco a los restos de los SBS y SAS esparcidos en la playa y, manteniéndose colgados (sin aterrizar), comenzaron a recoger todo evidencia del combate, cargaron uno por uno los cuerpos en bolsas negras plásticas con cierre relámpago y recogieron todos los materiales existentes, armas, cascos, botes, radios, visores nocturnos, salvavidas, etc., subiéndolos hasta los helicópteros mediante los guinches de su costado de estribor. Cerca del mediodía, la playa, frente al “Irizar”,estaba totalmente limpia, el rompehielos no había dejado de recibir y atender heridos enviados desde tierra.Finalmente y tras la caída de Puerto Argentino el 14 de Junio por la mañana, el Irizar dejó atrás las islas el 16 de junio de 1982, trasladando hacia la Argentina continental a 420 heridos que había recepcionado y atendido debidamente en los últimos días de combate, desembarcándolos luego de dos días de navegación y mediante helicópteros, directamente en el helipuerto del Hospital Militar de Comodoro Rivadavia. El “Bahía Paraíso” Por su parte el “Bahía Paraíso” había recibido 231 pacientes, 148 de los cuales eran heridos en combate y recogidos en distintos puntos del conflicto; de Pto Argentino 95 heridos, de Pto Fox 19, de Pto Howard 13, de Bahía Elefante 2 y derivados del buque hospital británico “Uganda” 94 heridos y los demás, civiles argentinos evacuados desde diferentes puntos de las islas a medida que el combate se aproximaba a las zonas donde prestaban servicios. Todos los heridos y evacuados viajaron bajo techo, en bodegas ventiladas y calefaccionadas y descansando en las camas que especialmente se habían agregado durante la transformación en hospital. Luego de dos días y medio de navegación, fueron desembarcados en Puerto Santa Cruz, para luego continuar la evacuación vía aérea hacia Comodoro Rivadavia, luego el Hospital Militar Bahía Blanca o el Hospital Naval Puerto Belgrano y finalmente Hospital Militar de Campo de Mayo o el Naval de Buenos Aires. El regreso de los hospitales El “Irizar” y el “Bahía Paraíso”, habían zarpado desde Buenos Aires a principios de Noviembre de 1981 y regresaron a su apostadero habitual, en los primeros días de Julio de 1982, estando fuera de Dársena Norte más de 250 días (8 meses), habiendo navegado miles de Millas Náuticas, efectuado cientos de horas de vuelo desde sus cubiertas, navegando cientos de horas con sus lanchas, soportado feroces temporales, asumido infinitos riesgos náuticos, navegando a través de campos de hielo, sorteado témpanos avanzando con niebla cerrada, atravesando campos minados, ingresando en pequeños fiordos, aventurándose en áreas pobremente cartografiadas, utilizando fondeaderos de pobrísimo tenedero y superado dificultades operativas extremas. De esta forma lograron superar sin solución de continuidad, una Campaña Antártica, lo que no es poca cosa, y la Guerra de Malvinas, situación casi imposible de justipreciar, donde, mostrando estoicismo permanente, coraje como pocos, gran valor y un profesionalismo ejemplar, adaptaron sus capacidades antárticas y excelente adiestramiento marinero, convirtiéndose a lo largo del conflicto en buques logísticos, en Transporte de Tropas y Material Bélico, en Remolcadores, en Estaciones de Radar Móviles, en Hospitales, en Transportes de Aeronaves, en Buques Talleres, etc.
Posted on: Sun, 08 Sep 2013 03:09:20 +0000

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