LOS FAMILIARES. Los familiares eran demonios menores que concedía el diablo a las brujas. Solían adoptar formas de gatos, perros, sapos búhos o ratones, y en raras ocasiones hurones o topos; pero nunca de palomas o corderos blancos. Elizabeth Clark, la primera víctima del afamado cazador de brujas Matthew (muerto en 1647), confesó tener un gato blanco llamado Hol; un perro gordo sin patas llamado Jamara; un galgo con cabeza de buey llamado Tom; un conejo negro, de nombre Sugar, y un zorrillo, News. Los familiares felinos se llamaban a menudo Pyewackeett, un nombre oriundo de Inglaterra renacentista. Los familiares podían cambiar de aspecto cuando era necesario. Si, por ejemplo; su dueña era encerrada en un cuarto herméticamente cerrado, los familiares de gran amaño se convertían en insectos pequeños para llegar a una tetilla especial (la marca de la bruja), de la que bebían sangre. El descubrimiento de esa señal era prueba crucial para condenar a una bruja. También se le llamaba “la marca del diablo”, la señal que Satanás ponía a sus seguidores. Toda protuberancia, mal formación o decoloración era sospechosa. En España, la marca estaba en el ojo izquierdo; en Inglaterra, lo usual era en el dedo; y en otras partes de Europa, se ocultaba en las partes intimas. Los más fervientes profesionales cazadores de brujas examinaban los cuerpos de la acusada y probaban las marcas clavándoles una larga aguja. La ausencia de dolor o de sangre confirmaba la asociación con Satanás.
Posted on: Mon, 28 Oct 2013 01:40:40 +0000
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