LOS JUEGOS OLIMPICOS DE MOSCU 1980 Y LAS LAGRIMAS DE MISHA Un - TopicsExpress



          

LOS JUEGOS OLIMPICOS DE MOSCU 1980 Y LAS LAGRIMAS DE MISHA Un niño de 10 otoños como yo en 1980, año de los Juegos Olímpicos de Moscú, en lo que menos pensaba era en política. Entonces la vida se dividía entre la escuela, la televisión y las visitas a mis parientes. Precisamente fue en una de esas vacaciones con mi abuela paterna en que me tocó presenciar hace exactamente 33 años mis primeras olimpiadas. Nunca podré olvidar esas mañanas desayunando frente al viejo televisor blanco y negro viendo en la inauguración cómo se elevaban hacia el cielo esos globos que supongo eran multicolores. Hoy creo que es extraño que a un chico al que le asustaban los golpes, que se cohibía ante las agresiones en la escuela le llamaran la atención las peleas de box. Era interesante ver a enclenques hombrecitos como los mexicanos en Moscú intercambiar golpes con otros igual de frágiles cuya única diferencia era el tono de piel. En Moscú hicieron su debut dos tipos que luego se convertirían en leyendas mexicanas dentro del boxeo profesional: Gilberto Román y Daniel Zaragoza, ambos campeones mundiales en su momento en sus respectivas categorías, que esas olimpiadas quedaron fuera del medallero. Seguramente porque a mi corta edad había tenido poco contacto con el agua, de alberca o de mar, otra competencia que entonces captaba poderosamente mi atención eran los clavados en fosa. Fue en la prueba de trampolín de tres metros en donde el mexicano Carlos Girón hizo la hazaña del momento al obtener una medalla de plata, a la postre una de las cuatro que obtuvieron los deportistas de nuestro país al final de la justa. Cuatro años antes, en los Juegos Olímpicos de Montreal en los que la gimnasta rumana Nadia Comaneci obtuvo el 10 perfecto que la convertiría en leyenda de todos los tiempos, Carlos Girón se tuvo que conformar con ubicarse entre los primeros 10 mejores clavadista, pues las medallas fueron para el italiano Klaus Dibiasi y para el estadunidense Greg Louganis. Girón protagonizó una rivalidad deportiva con Greg Louganis que desafortunadamente se truncó en Moscú por la inasistencia de Estados Unidos a la XXII Olimpiada de la historia moderna. Quizá si el norteamericano hubiera competido la leyenda de Girón como uno de los mejores clavadistas mexicanos de todos los tiempos no existiría. Los Juegos Olímpicos de Moscú, los primeros en la década de los 80´s, los primeros organizados por un país perteneciente al bloque socialista después de ganar la sede a la ciudad de Los Angeles, Estados Unidos, serán recordados por el boicot del bloque de países alineados con Estados Unidos que por medio de su inasistencia a la justa deportiva mostraban su desacuerdo con lo que llamaron la invasión armada de la Unión Soviética a Afganistán. Sería años después, ya entrado en la adolescencia, cuando tomaría conciencia de un hecho político de tales dimensiones, que se enmarcaba dentro de la carrera armamentista de Estados Unidos y la Unión Soviética por mantener la hegemonía de los bloques económicos que encabezaban y la competencia por la conquista del espacio iniciada dos décadas atrás con los lanzamientos respectivos del Freedom 7 y el Sputnik 1, lo que se conoció popularmente como Guerra Fría. Sólo 80 naciones participaron bajo su bandera en estos juegos, pues algunos de los atletas de los países en boicot lo hicieron bajo protesta. Aunque la ausencia de atletas de 65 países del bloque occidental, muchos aliados de los Estados Unidos, entre ellos la mayoría de las naciones europeas y algunos de América, dejaron como saldo una pérdida económica de 117 millones de rublos, ello no fue impedimento para que 33 records olímpicos implantados en Montreal 1976 fueran quebrados, la mayoría por parte de atletas del bloque oriental. Por ejemplo, el gimnasta ruso Alexander Ditiatin fue el primero en conseguir 8 medallas en una olimpiada: 3 de oro, 4 de plata y una de bronce. El nadador ruso Vladimir Salnikov implantó una marca al recorrer los 1500 metros libres en 14:58:27. El cubano Téofilo Stevenson fue el primer boxeador que consiguió ganar en tres justas diferentes la categoría de los superpesados. Gerd Wessig se convirtió en el primer atleta en batir el récord del mundo de salto de altura. Por su parte, los fondistas Steve Ovett y Sebastien Coe se repartieron los títulos de 800 y 1500 metros respectivamente. Como era de esperarse, el medallero fue encabezado por la Unión Soviética, seguido de Alemania Oriental, Bulgaria, Cuba e Italia; México quedó en el lugar No. 29, adelante sólo de siete países, producto de la obtención de tres medallas de bronce obtenidas en equitación, un deporte en el que hacíaa décadas que nuestro país no destacaba, y la una medalla de plata que ganó Carlos Girón en la fosa de tres metros. Más allá del boicot occidental, de la pérdida monetaria por parte de los organizadores, de la hazaña de Girón, los Juegos Olímpicos de Moscú serán recordados por Misha, el oso pardo que sirvió de distintivo de la competencia, que introdujo por primera vez el concepto de mascota en unos juegos olímpicos que sirvió como herramienta de mercadeo para la venta de diversos productos en todo el mundo y que inspiró incluso una serie animada. Nadie podrá olvidar la figura de Misha en las gradas del estadio derramando una lágrima segundos antes de la clausura de los XXII Juegos Olímpicos de la historia moderna. youtu.be/XEJfohI-vbM
Posted on: Fri, 19 Jul 2013 22:37:26 +0000

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