¿LOS MORMONES SON CRISTIANOS? PARTE 6 EXAMINANDO LA DOCTRINA - TopicsExpress



          

¿LOS MORMONES SON CRISTIANOS? PARTE 6 EXAMINANDO LA DOCTRINA MORMONA ACERCA DE JESUCRISTO “Pero temo que, como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado,…”—2 Corintios 11:3-4 En este pasaje de la Biblia podemos ver la seriedad de caer en el engaño de Satanás, cuando se pone la fe en un Jesús falsificado. Al ser Jesús la única fuente de salvación (Juan 14:6), el hecho de que alguien afirme simplemente que “cree en Cristo”, mientras se aferra al mismo tiempo a una visión distorsionada de Su identidad, puede llevarlo a la destrucción espiritual, pues un Jesús falsificado no puede salvar a nadie. En el mismo modo en que el Mormonismo distorsiona la naturaleza de Dios el Padre, el Mormonismo distorsiona la identidad de Jesucristo y por eso cae en la condenación de proclamar a “otro Jesús” que el que se “predica” en la Biblia. Distorsionando la Encarnación Como el Mormonismo enseña que Dios fue el padre de Jesucristo de una manera completamente literal¾no sólo en el reino espiritual, sino también en el reino físico, este proclama que Jesús no fue engendrado en la carne por el Espíritu Santo, sino por aquel Padre Celestial que fue anteriormente un hombre exaltado. “Cuando la Virgen María concibió al niño Jesús, el Padre lo engendró a su semejanza. Él no fue engendrado por el Espíritu Santo.”—Brigham Young, 1852, Diario de Discursos, vol. 1, p. 50 (Traducido del Inglés) “Cristo No fue Engendrado del Espíritu Santo.…él no nació sin la ayuda del Hombre, ¡y ese Hombre fue Dios!”—Joseph Fielding Smith, Doctrinas de Salvación, vol. 1, p. 18 (Traducido del Inglés) Por eso, de acuerdo al Mormonismo, la “Virgen María” no fue realmente una virgen en una pureza tal como nosotros la conocemos, sino la “esposa legal de Dios el Padre” “El cuerpo carnal de Jesús requería de una Madre tanto como de un Padre. Por eso, el Padre y la Madre de Jesús, de acuerdo a la carne, tienen que haberse unido con las facultades de Marido y Mujer; de allí que la Virgen María debió haber sido, de momento, la esposa legal de Dios el Padre…”—Orson Pratt, El Vidente, p. 158 (Traducido del Inglés). “José, el marido de María, no tuvo, hasta donde sabemos, más de una mujer, pero María, la esposa de José, tuvo otro esposo.”—Brigham Young, Diario de Discursos, 1866, vol. 11, p. 268 (Traducido del Inglés). ¿Cómo puede ser el Jesús del Mormonismo el mismo Jesús de la Biblia, cuando la Biblia nos habla claramente acerca de cómo la “virgen” María “se halló embarazada del Espíritu Santo” y no de un, así llamado, “hombre exaltado”? “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo....He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo....” --Mateo 1:18, 23 Distorsionando la Naturaleza Eterna de Cristo Del mismo modo en que el Mormonismo pervierte el concepto bíblico de la encarnación de Cristo, también distorsiona la naturaleza eterna de Cristo. Lejos del Jesús bíblico quien en su propia naturaleza es el “Padre”/Poseedor de la eternidad (Isaías 9.6) y quien creó “todas” las cosas, incluidos los principados, con Lucifer y sus ángeles, la doctrina mormona relega a Cristo a la posición de un simple ser creado, “espíritu hermano de Lucifer.” Por eso, en la doctrina Mormona, la designación de Jesús para ser el “Salvador del mundo” fue “disputada” por su rival, su hermano Lucifer, quien también quería ser escogido como “el Salvador de la Humanidad.” “La designación de Jesús para ser el Salvador del mundo fue disputada por uno de los otros hijos de Dios. Él se llamaba Lucifer, hijo de la mañana.…este espíritu hermano de Jesús trató desesperadamente de ser el Salvador de la humanidad.”—Milton R. Hunter, El Evangelio a Través de las Edades, p. 15 (Traducido del Inglés) ¿Suena esto parecido al Jesús de la Biblia, quien posee eternidad y que nunca ha tenido que rivalizar por su posición de “Salvador” con Lucifer, a quien Él creó? “Porque en él [Jesús] fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” -Colosenses 1:16 “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” —Juan 1:3 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.”—Isaías 9:6 “sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios.…” —Hebreos 7:3 Y como si no fuera suficiente distorsionar la naturaleza eterna de Cristo y pervertir el concepto bíblico de la encarnación, los líderes mormones han continuado blasfemando al proclamar además que tanto Dios el Padre, como Jesucristo, tienen más de una esposa. Por eso, de acuerdo al mormonismo, lejos de haber sido tan sólo un invitado a “las bodas de Caná de Galilea,”15.el inminente polígamo mormón (Jesucristo), se casó con “María, Martha y la otra María.” “…Hubo una boda en Caná de Galilea…nada menos que Jesucristo fue el que se casó en esa ocasión. Si él no hubiera estado casado, entonces su intimidad con María, Martha y la otra María, a la que también amó Jesús, hubiera sido tremendamente indecorosa e impropia, por decir lo menos.”—Orson Hyde, 1857, Diario de Discursos, vol. 4, p. 259 La doctrina de la expiación de sangre - Limitando la Expiación Un principio menos conocido de los LDS, que fue enseñado mucho en los primeros años del mormonismo y aún es sostenido en nuestros días, es la doctrina que establece que existen “pecados serios sobre los cuales no opera obra purificadora de Cristo, y la ley de Dios es que los hombres que se encuentren en esta situación deben derramar su propia sangre para expiar sus pecados.” —Apóstol Bruce R. McConkie, Doctrina Mormona, p. 92 (Traducido del Inglés) Como esta doctrina es tan vergonzosa para el Mormonismo y es una de los más claros ejemplos de la perversión Mormona a la doctrina cristiana, el apóstol Mormón Bruce McConkie, hace un esfuerzo por minimizar esta enseñanza de los escritos de los antiguos líderes del Mormonismo, diciendo: “…personas perversas y mal intencionadas han elaborado falsedades y calumnias para dar a entender que la Iglesia, en los inicios de esta dispensación, se vio comprometida en una práctica de expiación con sangre….Tomando una frase de una página y otra frase de una página subsiguiente, incluso tomando parte de una frase de una página, y otra parte con varias páginas de distancia—todo totalmente fuera de contexto—personas deshonestas han tratado de hacer parecer que Brigham Young y otros enseñaron cosas completamente opuestas a lo que ellos realmente creyeron y enseñaron.”—Doctrina Mormona, p. 92 (Traducido del Inglés) Aún cuando el Mormonismo hace esfuerzos por tratar de silenciar a sus detractores acusándolos de engaño y de tomar conceptos fuera de su contexto, la evidencia documentada existente prueba lo contrario. Noten las siguientes afirmaciones hechas por Brigham Young con respecto a esta doctrina. Verán que en estas citas, ninguna oración es sacada aparte o construida a partir de diferentes páginas: “Hay pecados que cometen los hombres por los cuales no pueden recibir perdón en este mundo, o en el que vendrá, y si ellos tienen sus ojos abiertos para ver su verdadera condición, podrían perfectamente desear ver su sangre vertida sobre el suelo, para que el humo subiera entonces hasta el cielo como una ofrenda por sus pecados; y el incienso humeante hiciera expiación por sus pecados, cuando por el contrario, si este no es el caso, estos se les pegarían y permanecerían con ellos en el mundo espiritual. Yo sé que cuando ustedes escuchan a mis hermanos hablando acerca de cortar a alguien de la tierra, consideran esta como una doctrina fuerte; pero es para salvarlos, no para destruirlos.”—Brigham Young, 1856, Diario de Discursos, vol 4, p. 53 (Traducido del Inglés). “Yo digo, antes que los apóstatas puedan prosperar aquí, desenfundaré mi cuchillo, conquistar o morir. [Hay una gran conmoción en la congregación y un estallido simultáneo de sentimientos, consintiendo esta declaración] Ahora ustedes, apostatas inmundos, váyanse, o el juicio se pondrá a la línea, y la justicia en la plomada. [Las voces generalizadas gritan: “Sigue, sigue”] Si ustedes dicen que esto es correcto, levanten sus manos. [Todas las manos son levantadas.] Clamemos al Señor para que nos asista en esto y en toda buena obra.”—Brigham Young, 1853, Diario de Discursos, vol 1, p. 83 (Los corchetes están en el original.) (Traducido del Inglés). Como uno puede ver claramente, ninguna de estas afirmaciones ha sido tomada fuera de contexto. Irónicamente, mientras McConkie acusa a los críticos de fabricar “falsas” historias con respecto a esta doctrina, él afirma que es una “doctrina verdadera:” “…la verdadera doctrina de la expiación por medio de la sangre es simplemente esto…bajo ciertas circunstancias, hay algunos pecados serios para los cuales no opera la purificación de Cristo, y la ley de Dios es que aquellos hombres deben tener entonces su propia sangre derramada para expiar sus pecados. El asesinato, por ejemplo, es uno de estos pecados; de aquí que encontramos al Señor mandando la pena capital….El Presidente José Fielding Smith ha escrito: ‘Los hombres pueden cometer ciertos pecado graves… que los colocan más allá del alcance de la sangre expiatoria de Cristo…. Pues la sangre de Cristo por sí sola, bajo ciertas circunstancias, no será de provecho….Por eso su única esperanza es tener su propia sangre derramada para expiar, en cuanto fuera posible, su conducta.” —Doctrina Mormona, pp. 92-93 (Traducido del Inglés). Mientras el Mormonismo hace esfuerzos por dar validez a su doctrina de la “expiación por medio de la sangre” citando la pena bíblica del “castigo capital” para los asesinos, este argumento ignora totalmente las bases que se encuentran detrás de este requerimiento y está fatalmente resquebrajado por tres consideraciones: • Ignorar el Contexto: El principio de la pena capital para los asesinos fue dada a Noé y su familia inmediatamente después de ocurrido el diluvio (ver Génesis 9:6). Los eruditos Bíblicos afirman que este es el lugar en que fue instituido por primera vez el gobierno. Por eso, en nuestros tiempos, este principio no debe descansar en las manos de individuos que desean venganza (o en las manos de una religión que quiere “borrar” de sus dominios a los llamados “apóstatas”), sino en las manos de un gobierno establecido. • Negar la Suficiencia de la Sangre de Cristo: Mientras que el Mormonismo se apresura en señalar que en el Antiguo Testamento el castigo por asesinato era la pena capital, pasa por alto el hecho que de acuerdo con la Biblia la pena por todos los pecados (no sólo por asesinato) es la muerte (Romanos 6.23). Por lo tanto, argüir que el asesinato no está cubierto por la sangre de Jesús es acusarle de no haber completado Su obra. • “Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.” —Juan 19:30 • Pasar por Alto el Ejemplo de Pablo: “El Apóstol Pablo se consideraba a sí mismo el “primero” de los “pecadores,”16. porque había “perseguido a la iglesia de Dios.”17.Él estuvo detrás del brutal asesinato de Esteban y fue responsable de poner en prisión a muchos cristianos de la iglesia primitiva.18. Puesto que el Apóstol Pablo encontró la sangre de Jesús suficiente para limpiarle de asesinato, ¿por qué tendría que haber alguna otra instancia en la cual “los hombres deban derramar su propia sangre para expiar sus pecados? En lugar de confiar en el Jesús del Mormonismo que es polígamo, “hermano espiritual” de Lucifer e incapaz de perdonar todos tus pecados, ¿por qué no confiar en el Jesús de la Biblia que afirma: “…Acaso se ha acortado mi mano para no redimir? ¿No hay en mi poder para librar?...He aquí no se ha acortado la mano de Jehová para salvar.…” -Isaías 50:2; 59:1 “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz.... Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.” -Colosenses 2:13-14; 3:3 “…y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado....Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”-1 Juan 1:7b, 9 “Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.” -Salmo 103:11-12 “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.”-1 Timoteo 1:15 EXAMINANDO LA “AUTORIDAD SACERDOTAL” DE LOS MORMONES Los Santos de los Últimos Días creen que para que un hombre pueda ser capaz de ser “exaltado” como “un dios” en el Reino de los Cielos (lo más alto), debe mantener los “sacerdocios” Mormones de Aarón y de Melquisedec. De acuerdo al Mormonismo, esta autoridad sacerdotal es absolutamente esencial para que cualquier persona pueda ser capaz de cumplir cualquiera de las ordenanzas del “Evangelio” Mormón (Como el “bautismo” o “la imposición de manos para recibir el don del Espíritu Santo”). Por eso, ellos afirman que en 1829, José Smith y Oliver Cowdery fueron “ordenados” en estos sacerdocios por Juan el Bautista y por los apóstoles Pedro, Jacobo y Juan—dando como resultado una “restauración” de esta “Autoridad Sacerdotal” que se había perdido en la tierra, según ellos, cuando murieron estos apóstoles bíblicos. ¿Qué tiene que decir la Biblia acerca de esta autoridad Sacerdotal? ¿Mantuvieron los apóstoles bíblicos estos sacerdocios? ¿Y qué acerca de Jesús mismo? ¿Mantuvo Él el “Sacerdocio Aarónico” como sostienen los Mormones? “Estos son los nombres de los hijos de Aarón, sacerdotes ungidos, a los cuales consagró para ejercer el sacerdocio…. Haz que se acerque la tribu de Leví, y hazla estar delante del sacerdote Aarón, para que le sirvan…. Y constituirás a Aarón y a sus hijos para que ejerzan su sacerdocio; y el extraño que se acercare, morirá.” —Números 3:3, 6, 10 “Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos…. Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico….¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?.... Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio.” —Hebreos 7:5, 11, 14 Mientras que el Mormonismo se apresura en asegurar que José Smith y Oliver Cowdry fueron ordenados en estos sacerdocios por los apóstoles bíblicos, al mismo tiempo pasa por alto el hecho de que no sólo el mismo Jesús no podía mantener el “Sacerdocio Aarónico,” porque no había nacido de la tribu de Leví, sino que ninguno de los apóstoles de Jesús podía pertenecer a estos sacerdocios, pues no cumplían con los requisitos necesarios. Es por esto que la autoridad “Sacerdotal” fue “cambiada” del Sacerdocio “Aarónico” (sostenida únicamente por hombres del linaje levítico) al sacerdocio de Melquisedec (sostenido únicamente por Jesucristo). “…¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley.…”—Hebreos 7:11-12 El sacerdocio de Melquisedec sólo puede ser sostenido por Jesús por que Él es el único que puede cumplir con los requerimientos. “Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo…. sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. Considerad, pues, cuán grande era éste… Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.”—Hebreos 7:1, 3-4, 26-27 ¿Cómo podría otro hombre aparte de Jesús ser “sin padre, sin madre, sin genealogía, que ni tiene principio de días”?19. Jesús fue capaz de cumplir con estos requisitos, porque Su naturaleza eternal como Dios no tiene “principio de días”. Por lo tanto, es sólo en Su naturaleza humana como el “Hijo del Hombre,” que Jesús posee una genealogía y nació de Su madre María. Además, como “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,”20.sólo Jesús cumple con la calificación de ser “santo,” “sin mancha,” y “apartado de los pecadores.” Es por esta razón que, a diferencia de los sacerdotes Levíticos del Sacerdocio Aarónico quienes constantemente debían transferir el Sacerdocio a otros para evitar su extinción, Jesús posee permanentemente el Sacerdocio de Melquisedec, el cual nunca puede ser transferido a nadie más. “Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable.”—Hebreos 7:23-24 De acuerdo a la Concordancia Strong, la palabra griega (aparabatoV—aparabatos) que es traducida como “inmutable” en Hebreos 7:24, significa “Intransferible (perpetuo).”21. En otras palabras, a diferencia del Sacerdocio Aarónico que era transferido de un hombre a otro, el Sacerdocio de Melquisedec que tiene Jesús es “intransferible,” es decir, que no puede ser entregado ni conferido a nadie más. Jesús lo posee permanentemente. Al mismo tiempo en que únicamente Jesús puede mantener la “autoridad” oficial del Sacerdocio de Melquisedec, la Biblia habla también de que hay un Sacerdocio que es para todos los creyentes. En otras palabras, cualquiera (hombre o mujer) que haya sido llamado a salir de las tinieblas espirituales para entrar a la maravillosa luz de Cristo, puede afirmar ser del “sacerdocio santo” y de la “generación escogida” del pueblo de Dios. “vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo….Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.”—1 Pedro 2:5, 9 A diferencia de los sacerdocios Aarónicos y de Melquisedec que requerían de sacrificios por el pecado, este Sacerdocio de todos los creyentes da como fruto “sacrificios espirituales” de “alabanza” para Jesús por lo que Él ha logrado siendo nuestro único Sumo Sacerdote—una vez y para siempre, al pagar el precio de nuestra redención por el pecado y librarnos para no estar más en la esclavitud de la oscuridad. La Revelación Negra de 1978 El Mormonismo enseña que la piel negra es la “marca de Caín” y una señal de haber sido malditos e incapacitados de ejercer los Sacerdocios de los Santos de los Últimos Días. Como resultado, a los mormones de piel negra no se les concedía la posición de pertenecer al Sacerdocio en la Iglesia de los LDS—esto hasta el 30 de Setiembre de 1978, cuando el profeta mormón Spencer W. Kimball recibió, según alegan ellos, una “nueva revelación” que manifestaba lo siguiente: “Él ha escuchado nuestras oraciones y ha confirmado por revelación que ha llegado el día prometido por tan largo tiempo en el que todo varón que sea fiel y digno miembro de la Iglesia puede recibir el santo sacerdocio….Por consiguiente, se puede conferir el sacerdocio a todos los varones que sean miembros dignos de la Iglesia sin tomar en consideración ni su raza ni su color.”—Doctrina y Convenios, Declaración Oficial - 2 Para justificar esta “nueva revelación”, las autoridades mormonas arguyen que este “día” de liberación fue “prometido” por los antiguos profetas mormones. Pero un examen de los escritos de los profetas mormones antiguos revela que ese día “prometido” no podría haber sido en 1978, porque hasta ese día, no todos los hombres blancos “descendientes de Adán” habían recibido… “la bendición del sacerdocio” como estaba profetizado que sería el caso cuando ese día llegara. “Pueden ver algunas clases de la familia humana que son negras….Caín mató a su hermano….El Señor puso una marca sobre él, la cual es la nariz aplastada y la piel negra….¿Cuánto tiempo tendrá esta raza que soportar esta horrenda maldición que pesa sobre ella? Esta maldición permanecerá sobre ellos, y nunca podrán ejercer el sacerdocio o compartir este hasta que todos los demás descendientes de Adán hayan recibido las promesas y hayan disfrutado de las bendiciones del Sacerdocio y las llaves de este….Cuando el resto de la familia de Adán venga y reciba sus bendiciones, entonces la maldición será removida de la simiente de Caín….”—Brigham Young, 1859, Diario de Discursos, vol 7, pp. 290-291 (Traducido del Inglés). Racismo Actual en la Doctrina Mormona Aunque superficialmente pareciera que el Mormonismo ha limpiado su doctrina racista hacia los negros al permitirles acceso al Sacerdocio de los LDS, estos cambios son solamente superficiales pues la escritura y doctrina Mormona sigue enseñando que la piel oscura es una evidencia de infidelidad en la vida pre terrenal de los LDS. “Aquellos que eran menos valientes en la preexistencia…son conocidos por nosotros como los negros. Tales espíritus son enviados a la tierra a través del linaje de Caín, siendo la piel negra la marca puesta sobre ellos por su rebelión en contra de Dios y por la muerte de Abel.…”—Bruce R. McConkie, Doctrina Mormona, 1966ed., p. 527 (Traducido del Inglés). “La raza y la nación en la cual nacen los hombres en este mundo es un resultado directo de su vida preexistente.”—Bruce R. McConkie, Doctrina Mormona, 1986ed., p. 616 (Traducido del Inglés). Aún cuando el libro Doctrina Mormona del Apóstol de los LDS, Bruce McConkieha sido sometido a extensos cambios en el área doctrinal con respecto a la gente negra, en la edición de 1986 aún afirma que la “raza” bajo la cual nace un hombre está determinada directamente por su supuesta “vida preexistente.” Además, hasta el día de hoy, el Libro de Mormón sigue asociando la piel negra con rebelión en contra de Dios. “Y él había hecho caer la maldición sobre ellos, sí, una penosa maldición, a causa de su iniquidad. Porque he aquí, habían endurecido sus corazones contra él, de modo que se habían vuelto como un pedernal; por tanto, ya que eran blancos y sumamente bellos y deleitables, el Señor Dios hizo que los cubriese una piel de color obscuro, para que no atrajeran a los de mi pueblo.”—2 Nefi 5:21, 1993ed.
Posted on: Thu, 25 Jul 2013 02:02:46 +0000

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