LOS NIÑOS HÉROES Y EL 13 DE SEPTIEMBRE. El dia 13 de - TopicsExpress



          

LOS NIÑOS HÉROES Y EL 13 DE SEPTIEMBRE. El dia 13 de Septiembre se festeja otro aniversario más de la defensa del castillo de Chapultepec, hecho que se dio en la intervención Estadounidense a México en 1847, donde por México defendieron el castillo los famosos Niños Héroes y el batallón de San Blas comandado por el General Nicolas Bravo y el Coronel Felipe Santiago Xicotencátl. El lado mexicano logró contener al enemigo todo el día 12 de septiembre y parte del día 13 a pesar de solo tener un aproximado de 800 hombres, contra aproximadamente 7000 soldados enemigos y encontrase en inferioridad de armamento. Ahora bien la defensa del Castillo de Chapultepec y la muerte de los cadetes del Colegio Militar fue tan real como la de los otros cientos de mexicanos desconocidos que sucumbieron en la guerra contra Estados Unidos entre 1846 y 1848, y particularmente durante el asalto estadounidense al Castillo, ocurrido entre el 12-13 de septiembre de 1847. Las edades no importaban. Sólo uno podía definirse propiamente niño; el resto eran jóvenes adolescentes entre los diecisiete y diecinueve años de edad. La historia oficial se encargo de darle un nombre por igual escrito en letras de oro a “los niños héroes”. La historia oficial se encargó, sin embargo, de reducir la jornada de Chapultepec, exclusivamente al sacrificio de los jóvenes cadetes y ensalzar hechos que no ocurrieron, o que fueron distorsionados. Desde luego, su acción tiene mérito, pues no tenían la obligación de permanecer en el Castillo por su condición de cadetes. Porque con escasas provisiones y pertrechos militares, resistieron un asedio de más de un día, con fuego de artillería que hacía cimbrar Chapultepec entero. En todo caso, la edad poco importaba. Aunque la historia de los niños héroes ya se conocía desde el porfiriato, por razones políticas adquirió la dimensión de un “cantar de gesta” en el periodo del presidente Miguel Alemán. La razón era sencilla, en marzo de 1947 el presidente de Estados Unidos, Harry Truman, realizó una visita oficial a México cuando se conmemoraban 100 años de la guerra entre ambos países. Para tratar de agradar a los mexicanos colocó una ofrenda floral en el altar de la patria. Sin embargo, el homenaje tocó las fibras más sensibles del nacionalismo mexicano y desató el repudio hacia el vecino del norte, a tal grado que, al caer la noche, cadetes del Colegio Militar retiraron la ofrenda colocada por la mañana y la arrojaron a la embajada estadounidense. Para apaciguar los ánimos y resaltar los valores de la mexicanidad, el gobierno decidió recurrir a la historia. Poco después de la visita de Truman se dio a conocer una noticia que ocupó las primeras planas de los diarios. Durante unas excavaciones al pie del cerro de Chapultepec se encontraron seis calaveras que se dijo pertenecían a los niños héroes. A pesar de las dudas de historiadores y peritos, nadie se atrevió a contradecir la “verdad histórica”, avalada por el presidente, con un decreto donde declaró que aquellos restos pertenecían indudablemente a los niños héroes. ¿Quién podía cuestionar semejante afirmación? Seguramente en septiembre de 1847, en medio de los combates que se verificaban en la Ciudad de México, alguna persona con mucha visión, se había tomado el tiempo para reunir los cuerpos de los seis cadetes y los sepultó, esperando que un siglo después fueran enccontrados para gloria de México. A partir de ese momento, los “niños héroes” adquirieron otra dimensión. Gustó mucho la dramática escena del cadete Juan Escutia, tomando el lábaro patrio entre sus manos, envolviéndose en él y arrojándose al vacío para evitar que cayese en manos invasoras –de lo cual ninguna relación histórica del siglo XIX da cuenta. A partir de entonces, el acontecimiento se convirtió en un mito y la historia oficial se encargó de contar sólo una parte de lo sucedido. Hoy sabemos, que los seis cadetes que cayeron combatiendo no eran los únicos que tomaron las armas para defender a la patria. Había muchos mas cadetes y soldados del ejercito e independientemente de que hayan sido niños o no, debemos un reconocimiento a todos los combatientes mexicanos en una guerra por demás injusta; cadetes y soldados del ejército, por igual, merecen un sepulcro de honor. Thunderbolt..
Posted on: Fri, 13 Sep 2013 06:10:30 +0000

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