LUIS ACUÑA INTENDENTE DE HURLINGHAM FRENTE RENOVADOR DE SERGIO - TopicsExpress



          

LUIS ACUÑA INTENDENTE DE HURLINGHAM FRENTE RENOVADOR DE SERGIO MASSA Cuando el pasado refleja el presente Intolerancia, violencia y autoritarismo es la forma que adquiere la política en el distrito de Hurlingham. Falta de libertad política y civil y negocios poco claros envuelven a una familia en la que todos sus integrantes son funcionarios y/o empleados públicos. Los Acuña. Por Silvana Varela y Gonzalo Ucha Nutrida y variada es la fauna política del Conurbano bonaerense. La falta de renovación y la perpetuidad en el poder impiden el surgimiento de nuevos cuadros dirigentes; nuevos en sus métodos e ideas. La conducta de “Patrón de Estancia” es una forma común de vínculo entre Estado y sociedad. La exagerada continuidad posibilita la formación de estructuras políticas con las cuales ni siquiera es necesario gobernar bien para ganar. Muchos de los llamados “Barones” limitan la participación política y social con el fin de mantener un férreo control sobre su distrito. Personajes como éstos sobran por estas tierras. Dirigentes con pasado y presente autoritario, intolerante y violento. Es el caso de “El Jefe”, tal como suele llamarlo su Secretaria ante cualquier interlocutor. Su pasado muestra un correlato con el presente, por ello, vale la pena conocerlo. Que Luis Emilio Acuña, Intendente de Hurlingham, “El Jefe”, tuvo una “juventud precoz” no es novedad. Esas fueron las palabras que eligió el Barón del Conurbano para defender su pasado cuando el 18 de septiembre de 2003 la revista XXIII publicó una nota que tituló “Un Pibe Chorro al Poder”. La crónica mencionaba el prontuario del Jefe Comunal. “En el prontuario de Luis Acuña figura que estuvo preso por robos reiterados” anunciaba en la portada y explicaba además, que “en esa documentación figura que en 1973 obtuvo la libertad bajo caución juratoria”. Una verdad a medias. También hizo público que luego llegaría el pedido de captura por no presentarse a juicio y que finalmente en 1986 la justicia determinó que los delitos prescribieron. La primera en hacer público el pasado nefasto de Acuña fue Cecilia Barrera, una dirigente del ARI quien en 2003 padeció un atentado con explosivos en su domicilio, justo en la época en que se postulaba como candidata a Intendente de Hurlingham. Barrera no fue la única que pagó caro estar en la vereda de enfrente. Acuña, con los años, fue perdiendo el pelo, pero nunca las mañas. Atentados, aprietes, falsas denuncias, causas inventadas y hasta neuropsiquiátricos formaron parte de su impronta proselitista. “Es una causa del año ’73. Yo era un chico muy precoz, pero de eso hace treinta años, yo me he portado bien y la causa prescribió, por eso no existe”, le reconoció el Jefe comunal al Diario de Morón en esa fecha, aunque a medias. No habló nunca de la de robos reiterados, sino de una más antigua en la que se profugó de su hogar. Aunque algunas fuentes indican que sus fechorías habrían continuado hasta entrada la década del ’80 en algún banco y que incluso, uno de los últimos efectivos que lo habría visto esposado llegó luego a ocupar el máximo sillón de la bonaerense, la década del ’70 lo tuvo como un simple ladrón de comercios. El prontuario número 165.457, tal como dice el hoy Intendente, no existe. O sí. No está visible porque fue “refundido” (Expediente de refundición 8887, de la División Robos y Hurtos, con la firma del Comisario Hugo Luis Aldeco), pero la información que lo llevara a conocer la cárcel de Devoto aun permanece en el archivo donde nada se pierde. Los hechos que se le imputaron fueron mayormente cometidos en Capital Federal, aunque Acuña vivía por entonces en Barrio Sarmiento, perteneciente a Villa Celina con su madre y en el barrio recuerdan que fue detenido en las cercanías de un pool que frecuentaba. Fuentes consultadas por Buenos Aires 2punto0 mencionan también que su salida no habría sido del todo como dice que fue. Las puertas de Devoto se habrían abierto para Acuña en 1973, después de la asunción de Héctor Cámpora como Presidente, y disimulado en la lista de presos políticos. El favor se lo habría pedido Don Roque, el padre del hoy Jefe comunal de Hurlingham, quien por entonces era un respetado dirigente del gremio de la Sanidad. El acuerdo habría sido sellado entre Don Roque y Alberto Steco, un diputado nacional que provenía del gremio de la Carne. Al salir, fue llevado a Salta como custodio de dirigentes de UOCRA, pero retornó pocos meses después. “Su problema era la mala bebida” (o la mucha bebida). “Eso lo llevó a tener muchos problemas de conducta”, relata la misma fuente. El periplo gremial lo conduciría luego al gremio de la Sanidad pero de allí también habría sido echado. Esta vez, por pegarle a un dirigente del interior. El paso siguiente fue la UTA y de ahí, al gremio de los empleados de comercio, donde no lo recuerdan con demasiado cariño porque desde el inicio su escalada de poder estuvo asociada a la traición y terminó desplazado por quien hoy conduce el SEOCA: Rubén Ledesma. Afortunadamente para él, ninguno de los empleados de los comercios a los cuales asaltó llegó a dirigente sindical. Como todo dirigente gremial que se precie de tal, su pertenencia fue sinónimo de militancia en el PJ. Siendo Morón por entonces el municipio que englobaba también a los hoy distritos de Hurlingham e Ituzaingó, Acuña estuvo asociado a Juan Carlos Rousselot, pero también a quienes reemplazaron al controvertido locutor que alguna vez dirigió los destinos de Morón. Una de las anécdotas que recuerdan en los pasillos del municipio moronense reúne sus dos condiciones de otrora: el patoterismo y el carácter exaltado producto de sus vicios personales. “Es famoso acá porque un día en que se produjo una huelga del sector de la basura, Acuña se asomó al balcón y desde ahí les gritaba barbaridades borracho”, relata otra fuente. La división de Morón lo dejó en tierras del nuevo municipio de Hurlingham. Ya vivía entonces en Vergara 1471, 5to 1, un departamento que compartía con su esposa, Azucena y que dicen, habría conseguido mediante la Comisión provincial de la Vivienda. Allí tampoco lo recuerdan con cariño. La partición de Morón le permitió acercarse a Juan José Alvarez y tejer desde allí una alianza política que duraría por años. Enlistado en la nómina de concejales no sólo accedió al recinto sino que además, se convirtió en jefe del bloque oficialista y renovó su banca en 1999 encabezando la lista. Ese primer lugar le permitió también suceder a Álvarez cuando éste fue convocado para ocupar el cargo máximo en el Ministerio de Seguridad de la provincia y continuó luego en la cartera de Justicia de la Nación. Ya por decisión popular se ganó el derecho a conducir los destinos de Hurlingham en 2003 y renovó en 2007 y 2011. La relación con “Juanjo” fue tan estrecha que incluso éste llegó a ser una de las referencias personales que puso Acuña en su solicitud de Pasaporte. El Jefe tejió cofradía con sus pares pero mantuvo la lengua afilada con quienes ocuparon sillones por encima suyo. Posee fuertes lazos políticos y económicos con Jesús Cariglino, quien es para Acuña, más que un mero jefe espiritual con quien lo une, entre otras cosas, una sociedad política que incluye emular el sistema de salud; funcionar casi como subsidiaria de los centros oftalmológicos y odontológicos de Malvinas; y proveer medicamentos mediante el Laboratorio de Especialidades Medicinales, medicamentos que escasean en Hurlingham al ser vendidos a otros distritos y de los que existen dudas de su calidad (dudas que poseen incluso los médicos de los hospitales municipales). En los últimos tiempos, para no ser menos que Cariglino, también lo emuló en las demandas por mala praxis. Hacia “arriba” no siempre ha tejido buenas relaciones. Siendo gobernador, Felipe Solá denunció la existencia de desarmaderos en el conurbano y Acuña retrucó: “Si tiene pruebas que vaya a la justicia. Yo no conozco desarmaderos en el distrito”. Poco tiempo después la provincia realizó cuatro allanamientos en Hurlingham y Villa Tesei e incautó 35 autos robados y 973 autopartes. Evidentemente los desarmaderos existían, aunque “El Jefe” dijera desconocerlos. Hasta el día de hoy, sus calles son cementerio de autos robados posteriormente incendiados. Por lo general, siempre las mismas calles, en los mismos lugares, pero sin embargo, nadie toma medidas al respecto. Por mencionar algunas: Nicolás Repetto, De la Tradición, Villegas, y el cruce de Ruta 4 y Ruta 201. Hurlingham es célebre no sólo por el caso Candela (en el que hoy la justicia no descarta nuevas líneas de investigación, incluso, con conexiones políticas, policiales y de bandas de narcotraficantes), sino que además, y sin que salga a la luz pública nacional, sus centros comerciales empapelan las vidrieras con fotos de niñas y jóvenes desaparecidas. El derrotero político de Acuña continuó por el mismo rumbo. Casi fuera de los espacios del Frente para la Victoria, hoy elige a Gabriel Mariotto como el hombre a denostar y busca refugio bajo el brazo de Daniel Scioli. Por caso, su mujer, María Azucena Ehcosor, Senadora provincial, fue quien leyó el acta fundacional de La Juan Domingo (la línea que intenta impulsar un armado sciolista) en el acto celebrado en Los Toldos (sitio elegido por ser la ciudad que vio nacer a Evita), y encabezó hace pocos días la apertura de un local partidario en Morón. Paradójicamente Acuña pareciera querer retornar a las fuentes. Hace apenas algunas semanas en el programa “Primer Plano” se despachó con una bomba: aseguró que si el peronismo de Morón lo acepta, él buscaría disputar la candidatura a Intendente por ese distrito. Esto claro, dicho a menos de un año de haber asumido nuevamente el sillón principal de Hurlingham. Luis, no obstante, sabe que sus vecinos no quedan desatendidos si él decide cruzar el Acceso Oeste. Hoy, quien está en la línea sucesoria es Fabrizio, su hijo mayor. Fabrizio accedió al recinto en 2009, cuando encabezó la nómina de concejales para que un apellido familiar formara parte de la lista oficialista que en muchos distritos conformaron casi a modo “testimonial”. Aunque su mandato vencía en 2013, el hijo mayor del Jefe comunal volvió a candidatearse en la lista que encabezó su padre como Intendente en 2011, y reasumió la banca ya como primer concejal y por ende, primero en la línea de sucesión en caso que su padre decida abandonar la Intendencia antes de tiempo. ¿Quién puede atreverse a cuestionar la voluntad participativa de los jóvenes? Es evidente el fervor democrático de Fabrizio que lo llevó a buscar la legitimación de su pueblo a través de las urnas, tras dos largos años de mandato. El tiempo pasa, los métodos se refinan La relación entre familia y política no se agota en su hijo mayor convertido en concejal con claras aspiraciones de sucederlo como Intendente, ni en su esposa convertida en Senadora provincial por la primera sección electoral. Sus hijos Emiliano y Silvina perciben salarios oficiales por estar nombrados como empleados del Senado provincial en el despacho de su madre. También cobran de manera oficial las mujeres de los hijos de Acuña (a través de la Dirección de Islas, dependencia que el gobierno provincial tiene en Tigre) y el hermano de Azucena, Juan Ehcosor, nombrado en la Cámara Alta bonaerense. ¿Es esto nepotismo? ¡De ninguna manera! Pero la caridad bien entendida empieza por casa. Fabrizio hizo pública su renuncia a la dieta que debía percibir como edil, pero no hizo público que para sostener su nivel de gastos continuaría percibiendo una interesante suma por categoría Nivel 6 de la Anses. Tampoco, ninguno de los Acuña, hicieron público que entre todos, conforman una curiosa sociedad que tiene poco de política y mucho de económica: FASIEM. La empresa cuya sigla reúne las primeras dos letras de “Fabrizio, Silvina y Emiliano”, según el Boletín Oficial fue constituida el 15 de diciembre de 2005, y está conformada por: María Silvina Acuña, D.N.I. 24.619.121 , argentina, casada, nacida el 31/07/1975; Luis Emiliano Acuña, D.N.I. 25.561.799 , argentino, soltero, nacido el 34/04/1977; Fabrizio Miguel Acuña, D.N.I. 23.152.848 , argentino, soltero, nacido el 25/04/1973; y María Azucena Ecohosor, D.N.I. 11.668.007 , argentina, soltera, nacida el 27/04/1955. Aunque preservado por Buenos Aires 2punto0, todos indican como domicilio real el mismo que figuró durante años en el DNI de cada uno y que coincide también con el del Intendente de Hurlingham. La primera anomalía del Edicto es el DNI de Azucena. Aunque todos los demás datos no dejan dudas sobre quién se trata, su DNI es en realidad 11.660.007. La segunda anomalía, que podría ser tomada en realidad como un delito penal por haber falseado los datos en un documento público, es que para la constitución de la sociedad haya decidido aducir soltería, evitando de este modo declarar la sociedad conyugal, y que Luis Acuña quedara involucrado legalmente en FASIEM. No obstante, en el formulario de solicitud de pasaporte, Luis Acuña indica como conyugue (legal) a María Azucena Ecohosor. La empresa jamás informó domicilio real, sino que su domicilio legal e incluso, el declarado ante la AFIP es el del Estudio Jurídico del abogado que constituye la firma: Luis Alberto Ravagnan. El domicilio declarado es Uruguay 651, Piso 14º, Oficina “J” de la C.A.B.A. Si ya resulta extraño que la familia Acuña posea una empresa que declara comprar mucho más de lo que vende con domicilio incierto, más lo es aun el amplio objeto de la misma: “compra, venta, representación, consignación, permuta, administración, construcción y cualquier otra forma de negociación comercial de bienes inmuebles destinados a vivienda, comercios y/o explotaciones agropecuarias; préstamos dinerarios con o sin garantía hipotecaria, constitución de derechos reales sobre inmuebles y cualquier otra forma de negociación financiera destinada a la compra, venta, permuta y construcción de bienes inmuebles”. Sería recomendable y si se aprecia la sugerencia, que, para cubrir absolutamente todas las ramas de la economía, incluyeran en el objeto de FASIEM los rubros de “lavadero” y “cazadores de vampiros”. (De vampiros, no de fantasmas. Pan con pan, comida de zonzos) Para completar el cuadro de rarezas, el mismo abogado que la constituye y presta su domicilio es quien patrocina una demanda contra Jorge Tassara, un ex concejal que sufrió amenazas, persecución política, agresiones físicas y el armado de una causa en su contra que incluyó la complicidad de parte del poder judicial de Morón para una cámara oculta que la misma Justicia debió luego dar por nula. Mientras la AFIP anunció hace unos días que dará de baja unas 318.000 sociedades “fantasmas”, que se utilizan mayoritariamente para evadir impuestos, en su mayoría firmas dedicadas al comercio, los servicios inmobiliarios, la industria manufacturera y la construcción (objetos similares a los declarados por FASIEM), la empresa de la familia Acuña sigue en pie aunque sus balances comerciales denotarían pérdida sostenida. Creada con un capital inicial de $ 5.000, y figurando Fabrizio como gerente, el 21 de febrero de 2006 duplicó la inversión inicial y declaró 10.000 pesos de Capital. Ese mismo año, redondeando cifras, habría aducido compras por $13.700, pero no registraría ventas. Al año siguiente, los números habrían mejorado levemente: habría logrado vender $ 3.670. El problema fue que habría comprado por $ 370.000. Al parecer, la economía de FASIEM siguió en deterioro. En 2008 no habría vendido nada, pero habría podido comprar por $ 496.000; en 2009 las ventas serían por $ 180.000 y las compras serían por $ 665.000 y en 2010 habría vendido por $ 65.500 y comprado por $233.400. Al parecer, para 2011, aprendieron las reglas básicas del comercio, pero no del todo. Habrían vendido por $ 162.000 y comprado por $ 166.000. Hay dos certezas: 1) tal como afirman los estudios psicosociales cada vez son más los compradores compulsivos en las sociedades capitalistas; 2) el vendedor de FASIEM debe haber sido despedido. Siguiendo con las anomalías de FASIEM, el socio Gerente, es decir, Fabrizio Acuña, no registra impuestos activos ante la AFIP. Figura baja "Decreto 1299/98" por falta de presentación de declaraciones juradas. “Regularice su situación en la dependencia”, le sugiere la AFIP. Otro de los puntos poco claros, es la inscripción de FASIEM al régimen simplificado, es decir, Monotributo. De acuerdo a la legislación, sólo podrían encuadrarse en éste régimen las Sociedades de Hecho con objeto comercial, o las Sociedades Irregulares. Ambos casos, con un máximo de 3 socios (FASIEM tiene 4); y ambos casos siempre y cuando todos los socios, por el desarrollo de otras actividades, cumplan con las condiciones para ser pequeños contribuyentes. Entre las múltiples actividades laborales de Fabrizio también se encuentra el de realizar préstamos hipotecarios a título personal como fue el caso, por ejemplo, de Juan Carlos Girasole que terminó yendo a remate. Girasole ha sido ejecutado también por una funcionaria del padre de Fabrizio: la ex Presidente del Concejo Deliberante y actual Directora General de Desarrollo Social y Educación, Silvia Caprara. Ella y su hijo –Martín Miguel Lizarraga- fueron los ejecutantes de la deuda reclamada a Girasole. Todo con el patrocinio letrado del Dr. Gustavo Triemstra, casualmente, el Director de Legales del municipio, esposo de la Fiscal de Morón Valeria Courtade, quien para seguir con las casualidades, es quien generalmente interviene en casos relacionados con Hurlingham. Administración pública, negocios privados Si bien las malas lenguas del distrito hablan de “importantes vínculos” entre las empresas Martin y Martin (recolección de residuos) y Transportes Don Pedro con el Intendente, es algo que no puede ser comprobado (por el momento al menos). Lo cierto y comprobado, es que ambas firmas han tenido importantes beneficios durante el gobierno de Luis Acuña. Martin y Martin ingresó al distrito cuando lo administraba Juan José Álvarez. La negociación para que esta empresa pasara a ocuparse de la recolección de residuos, dicen, la habría lleva a cabo el por entonces concejal, Luis Emilio Acuña. Incluso, tiempo después, su hermano Oscar formó parte de la nómina de empleados de la empresa. Actualmente, por citar una rareza, parte del predio de 7 hectáreas que alguna vez perteneció al Club de Agua y Energía, y pasó posteriormente a ser parte del patrimonio municipal, fue cedido por el gobierno local a la empresa Martin y Martin, mediante un comodato sin cargo por 8 años, con opción a 2 más para guardar sus camiones. Resulta llamativo que una empresa privada cuyo fin es lucrar no adquiera o alquile un predio para tal fin y que éste sea cedido por el municipio sin costo alguno ni contraprestación de ninguna índole. Algo aún peor ocurrió con la empresa de Transporte Don Pedro. El Concejo Deliberante aprobó un expediente enviado por el Ejecutivo Municipal que determinó la compra de tierras que pertenecían al Ejército Argentino. Aunque se decía que éstas serían destinadas a recreación, el mismo expediente planteaba utilizar al menos el 70% para uso industrial. Más allá de su objeto, lo curioso surge cuando se descubre que una parte de esas tierras ya estaban ocupadas desde hacía tiempo por la empresa Don Pedro. Tierras que el municipio jamás reclamó ni planteó ningún tipo de acción legal destinada a su desalojo. En resumen, Don Pedro usurpó tierras del Ejército Argentino que luego fueron compradas por el municipio sin exigirle a la empresa que las abandone. El nexo con esta empresa estaría dado a través de Agustín De Francesco, arquitecto y primo del Juez de Faltas local, Rafael Luis De Francesco. Falta de libertades políticas en Hurlingham La persecución a los dirigentes opositores al Intendente en Hurlingham es moneda corriente, las libertades políticas que consagran nuestra Constitución no rigen en el territorio soberano de Hurlingham. Casos de persecuciones abundan en el distrito. Cecilia Barrera, quien fuera candidata a Intendente en 2003 y sufriera el atentado con un artefacto explosivo en el frente de su casa, recibió apoyo de la justicia local: dispusieron custodia policial en su domicilio. Pero vaya sorpresa, sólo en su domicilio en plena campaña electoral, por lo que cualquier actividad proselitista de Barrera, estaría desprotegida una vez traspasado el límite de su propiedad. Obviamente la candidata jamás pudo concretar su campaña con normalidad. Ángel Pascual D’Amico, un militante justicialista que no pertenecía a las filas del acuñismo, fue denunciado por Irma Segovia, Secretaria privada del Intendente en ese entonces, por supuesta exhibición de arma de fuego. D’Amico terminó internado detenido en la unidad penitenciaria 34 de Melchor Romero. Posteriormente, Rosa Camaño, militante del oficialismo local, lo denunció por amenazas recibidas el 1 de agosto de 2003. Sin embargo, D’Amico se encontraba detenido desde el 31 de julio de ese mismo año. Una causa que no sólo podría adjetivarse como “armada”, sino más bien como “desprolijamente armada”. Otro caso es el de Walter Brizzio, abogado que representó a Esther Barrionuevo en la causa que surgiera por los disturbios ocurridos en 2005 durante la asunción de los nuevos concejales. Según el periódico El Espejo, Brizzio aseguró entonces: “tuve una serie de aprietes, amenazas, robos con martillada de pistola. Hasta llegaron al punto de reflotar un antiguo litigio con una vecina por una medianera. Casualmente, el marido de la denunciante hace pintadas para Acuña”. Brizzio pasó 3 meses preso en la Comisaría de Villa Tesei y otros 6 con prisión domiciliaria. A la concejal Patricia Miño en octubre de 2008, el bloque oficialista la acusó de cobrar una pensión por invalidez en simultáneo con su dieta. Y aunque esto no está penado por ninguna norma, en una sesión que carecía del quórum necesario la suspendieron preventivamente. Miño reveló que en conversaciones privadas, gente del acuñismo le ofreció formar parte de las huestes oficialistas. “Esto se puede arreglar muy rápido y muy fácil”, le dijeron. El caso llegó a la Corte Suprema que ordenó restituirla en su cargo. La persecución a Jorge Tassara comenzó en 2003. Ya entonces recibió una advertencia mientras sostenían un arma de fuego sobre la sien de su hermano: “dejate de joder porque tu hermano termina como Diego Peralta”. La escalada de las amenazas continuó hasta que en 2010, ya siendo concejal, y tras haber dado de baja a una empleada del despacho por comprobarse que pasaba información al oficialismo sobre las denuncias que investigaba Tassara, ésta con la ayuda de la Presidente del Concejo Deliberante, Hilda López, lo denunció penalmente e incluso realizaron una cámara oculta que pretendía demostrar que el edil se quedaba con parte del sueldo de la empleada. Las imágenes, además de ser recabadas sin orden de un juez, nunca pudieron demostrar los dichos de la mujer. Días después, el concejal fue agredido y terminó rodando por una escalera del Concejo Deliberante cuando denunció ante las cámaras de América Noticias varios hechos de corrupción que involucrarían a algunos de sus pares. A Eduardo D’Amico, también concejal, le iniciaron 4 causas a pesar de pertenecer al Frente para la Victoria. El detalle es que no pertenecía al ala de Acuña. D’Amico le ganó una elección legislativa al Intendente y se encaminaba como serio candidato para disputar el sillón principal de Hurlingham. En la lógica acuñista obviamente, algo había que hacer. Y lo hicieron. El propio Luis Acuña le inició una causa por calumnias e injurias. También enfrentó otras causas por supuesto incumplimiento de los deberes de funcionario público e incitación a la violencia cuando se negó a tomar juramento a dos concejales que habiendo integrado su lista, se pasaron al oficialismo ni bien concluída la elección. Según relatan testigos, los incidentes en realidad fueron provocados por la tropa oficialista. Eduardo D’Amico optó por la paz y hoy vive lejos de Hurlingham. ¿Y las libertades civiles? Como definición básica y general, el totalitarismo se define por el avance de la vida pública por sobre la privada, cuando el Estado va ampliando cada vez más su ámbito de influencia dejando cada vez menor margen para la actividad privada no influenciada por éste. En Hurlingham es casi imposible que las organizaciones civiles tengan vida por fuera del largo brazo del gobierno local. Las que no están cooptadas por el acuñismo son perseguidas económica y hasta penalmente. Otra constante de esta administración. Lo mismo ocurre cuando los vecinos se asocian circunstancialmente en reclamo de sus derechos. Lo que comenzó como una protesta de vecinos que se oponían al proyecto de instalación de un cementerio privado que se llamaría “Brisas del Pinar”, derivó en una falsa denuncia judicial en la que se involucró a quienes encabezaban las protestas y a quienes desde el recinto, acompañaron el reclamo legislativamente. Padecieron las consecuencias Pedro Brucelario y los concejales de la oposición, María del Carmen Cociña García y Luisa Cesari. También quienes eran candidatos entonces: Marcelo Suárez Nelson y José Luis Perea. Donde hoy funciona el Hospital Oftalmológico de Hurlingham (Concepción Arenal 2256) en una época funcionaba la Sociedad de Fomento Finocchieto que debió “ceder” todos sus terrenos tras ser víctima de una asfixia económica por parte del municipio que incluyó maniobras turbias y convenios incumplidos. Similares situaciones de asfixia, con denuncias penales incluidas por parte del gobierno comunal, sufrieron la Cooperativa Parque Quirno y la Sociedad de Fomento 21 de Agosto. En la actualidad el Club Tesei padece las mismas penurias que la Sociedad de Fomento Finocchieto, ya que el municipio pretende quedarse con sus tierras para instalar allí, un hospital pediátrico. El municipio de Hurlingham ¿comprará algún terreno alguna vez para hacer un centro de salud o las compras sólo están reservadas para beneficiar a Don Pedro? Hay gente que no cambia Pintar el personaje relatando su pasado refleja que a pesar del paso del tiempo, hay métodos y costumbres que no se alteran. Luis Acuña no ha cambiado su estilo. Sólo que a partir que se transformó en “El Jefe” lo ha refinado. Salvo algunas excepciones. “Nosotros que hemos vivido un episodio gravísimo en el distrito de Hurlingham, quiero decirle a esa mal parida que sacó esa desagradable carta, recomendarle que si no se la puede meter en el culo nosotros la vamos a ayudar”. Esta frase, obra maestra del pensamiento político latinoamericano, fue proferida por Acuña el día que celebró su triunfo electoral en 2011, en referencia a su oponente, Patricia Fernández. Y por si quedaran dudas de su intolerancia, en el mismo festejo arengó: “No la quiero ver nunca más en el distrito de Hurlingham”. Arturo Jauretche, cuyo nombre lleva una de las principales calles de Hurlingham, resucitaría sólo para poder suicidarse. Lo que se hereda no se quita. “Ni anti ni ultra. PERONISTA, desde los huevos de mi padre”. Esta es la presentación de Silvina Acuña en su cuenta de Twitter. En el barrio dirían, “ordinarios como papel de cuete” (cohete). Evidentemente la sutileza y el lenguaje poético es algo que la naturaleza le ha negado a la familia Acuña. La intolerancia, el autoritarismo, la violencia y los códigos delictivos no cambian, sólo se refinan.
Posted on: Wed, 31 Jul 2013 18:17:19 +0000

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