LUNES 16 DE SEPTIEMBRE Grito de Independencia en Dolores Por - TopicsExpress



          

LUNES 16 DE SEPTIEMBRE Grito de Independencia en Dolores Por Rafael Tortajada A fines de 1809 es descubierta una conspiración en Valladolid que intentaba derrocar al régimen militar de los peninsulares, en ella es invitado a participar Don Miguel Hidalgo Costilla un cura criollo de gran carisma que por sus ideas es enviado al curato de Dolores desde el cual sigue buscando gente con sus mismas inquietudes entre las cuales estaba el ser miembro importante de alguna conspiración para derrocar al régimen. No se une a la conspiración de Valladolid porque observa su inmadurez y sus pocas posibilidades de éxito. Su oportunidad surge entre un grupo de criollos de la ciudad de Querétaro que son protegidos por el corregidor de esta ciudad Miguel Domínguez y sobre todo por su esposa Doña Josefa Ortiz de Domínguez. Este grupo es impulsado por un grupo de militares Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Abasolo, Joaquín Arias y otros. Allende es el principal promotor de la conspiración, un hombre impulsivo quien deseaba dirigir la operación pero en forma de un movimiento de la clase media criolla conducida por militares. La conspiración de Valladolid demostró que no bastaba con el apoyo de los criollos, que necesitaban al pueblo si es que esperaban tener alguna oportunidad de éxito en su aventura. Esto a la vez los hacía dudar ya que en el fondo eran clasistas. Había que mover al pueblo, las masas y para ello necesitaban a alguien de gran carisma y prestigio de modo que pudiera ser oído y aplaudido por la muchedumbre. Por tal razón y con pesar de Allende se llamo a Hidalgo. Las reuniones de este grupo de conspiradores se realizaban en la casa del cura José María Sánchez a ellas acudían Allende, Altamirano, Aldama, Hidalgo y otros. El Corregidor Don Miguel Domínguez aunque no asistía a las reuniones estaba de acuerdo con el movimiento y en su casa se reunía con Allende para tratar el proyecto. Las reuniones estaban encubiertas bajo el pretexto de Juntas literarias, en las cuales discutían los puntos para llevar a cabo el levantamiento. La conspiración es descubierta ante varias autoridades por Mariano Galva y el capitán Arias, ante esto Josefa Ortiz de Domínguez envía al alcalde, Ignacio Pérez, para que busque al capitán Allende en San Miguel, al no encontrarlo ahí se dirige junto con Aldama Dolores. El Levantamiento Al ser informados Hidalgo y Allende de que la conspiración ha sido descubierta discuten su situación y por fin Hidalgo exclama «¡Caballeros, somos perdidos; Aquí no hay más recursos que ir a coger gachupines». Así que en la madrugada del 16 de septiembre Hidalgo se dirigió al patio de la parroquia de Dolores en donde expuso a la gente reunida que llegaba a 3000 el plan que tenían para quitar del poder a los gachupines tras lo cual dio el grito de independencia. El Grito de Dolores Del pueblo de Dolores Hidalgo partió hacia Atotonilco donde saco un lienzo de la iglesia con la imagen de la Virgen de Guadalupe, lo puso como estandarte y siguió hacia San Miguel el Grande, Chamacuelo (hoy día Comonfort). En la ciudad de Celaya se asignaron los primeros grados e Hidalgo fue nombrado como «Capitán General» o «Generalísimo de América» y Allende como «Teniente General», continuaron avanzando y llegaron a Salamanca, Irapuato, Silao y finalmente a Guanajuato. A lo largo del avance hasta Guanajuato que duro menos de dos semanas Hidalgo logró juntar a más de veinte mil hombres, ya que en Guanajuato tomo esta ciudad tras vencer a los españoles que se habían fortificado en la alhóndiga de Granaditas. Reunió a más hombres y mandó a fundir cañones para dirigirse a Valladolid la cual tomó sin disparar un solo tiro. Escribe el primer bando en el que anula la esclavitud y la paga de tributos para todo tipo de castas. Sale de Valladolid rumbo a la capital y en el camino se le unen Ignacio López Rayón y el cura José María Morelos; Rayón pasa a formar parte de su equipo de colaboradores y Morelos es destinado a dirigir la insurrección en el sur, rumbo a Acapulco. Conforme los rebeldes avanzaban hacia la ciudad, el pánico era mayor. Venegas organiza una bien provista división, que puso al mando del coronel Torcuato Trujillo, con la orden de atacar y detener el avance de las fuerzas rebeldes. El encuentro se desarrolló el 30 de octubre en el Cerro de las Cruces. Hidalgo y Allende hacen frente a Trujillo venciendo a su ejército completamente. Motivados por su victoria avanzan hasta las cercanías de la ciudad, parando en el pueblo de Cuajimalpa. Hidalgo decide no avanzar hacia la ciudad ya que un poderoso ejército comandado por el brigadier Félix María Calleja venia en auxilio del virrey Venegas y podrían quedar atrapados en la ciudad. El 7 de noviembre es derrotado en Aculco por Calleja a quien intentaban evitar. Hidalgo y Allende se separan, Allende parte a Guanajuato, donde tiene que enfrentarse con el ejército de Calleja, e Hidalgo se dirige hacia Guadalajara donde es recibido con festejos, propone la creación de un Congreso Nacional con representantes de todas las ciudades villas y lugares del reino, utiliza la imprenta para publicar proclamas y bandas, también edita el Despertar Americano, primer periódico insurgente que durará a lo largo de 11 años de guerra. El 17 de enero de 1811 el brigadier Calleja quien ya había recuperado Guanajuato para los realistas, vence al gran ejército insurgente e Hidalgo se ve obligado a partir para el norte con intenciones de pasar a Estados Unidos y conseguir armamento para volver con más fuerza. Es detenido cerca de Monclova en Acatita de Baján por un destacamento realista. La primera ceremonia de este hecho histórico se efectuó a idea del regidor de la Ciudad de México Wenceslao Sánchez de la Barquera a la que posteriormente le dio forma a lo que es hoy "El Grito de Independencia". Por lo tanto le correspondió al Gral. Guadalupe Victoria ser el primer presidente que conmemoró oficialmente ese hecho histórico en 1824. Remembranza del Ahora Grito de Independencia La primera vez que se conmemoró el Grito fue en un edificio conocido como El Chapitel, en Huichapan, Hidalgo, el 16 de septiembre de 1812, por el general Ignacio López Rayón. Los festejos iniciaron al alba con una descarga de artillería y una vuelta general de esquilas. Luego, López Rayón asistió a una misa con su escolta y una compañía de granaderos. Después tuvo lugar una "serenata, compitiendo entre sí dos músicas, (que) desempeñaron varias piezas selectas con gusto de S.E. y satisfacción de todo el público”. Más tarde José María Morelos, en uno de los 23 puntos que conforman sus Sentimientos de la Nación, propuso al Congreso de Chilpancingo que en la Constitución en la que por entonces se trabajaba "igualmente se solemnice el día 16 de septiembre todos los años, como el día aniversario en que se levantó la voz de la Independencia y nuestra santa Libertad comenzó, pues en ese día fue en el que se desplegaron los labios de la Nación para reclamar sus derechos con espada en mano para ser oída; recordando siempre el mérito del grande héroe, el señor Dn. Miguel Hidalgo y su compañero Don Ignacio Allende". Finalmente, se declaró el 16 de septiembre como día de fiesta nacional en la Constitución de Apatzingán; medida que fue ratificada por los congresos constituyentes de 1822 y 1824. En 1825 fue la primera ocasión en que el 16 de septiembre tomó forma de fiesta nacional. Las autoridades de la Ciudad de México publicaron un bando en el que se pidió a los ciudadanos iluminar sus casas, ventanas y balcones con cortinas, flámulas y gallardetes. El presidente de la República, Guadalupe Victoria, recibió felicitaciones de diplomáticos y corporaciones eclesiásticas y civiles. Después se efectuó un desfile que llegó a Palacio Nacional. Por la tarde se realizó un paseo en la Alameda y bailes de cuerda, en los que participaron músicos militares. Por la noche hubo fuegos artificiales. Los primeros Gritos tenían un carácter a un tiempo cívico y religioso, ya que participaban tanto las autoridades políticas como las eclesiásticas. El escritor Luis González Obregón señala que "los días 17 (de septiembre) era costumbre celebrar en nuestra gran Basílica una misa de gracias por los héroes muertos. La fiesta del 16 tomó un carácter enteramente laico a partir de 1857”. La celebración se suspendió en 1847, durante la Intervención estadounidense en México, aunque "en muchas poblaciones de la República el Grito fue conmemorado dignamente”, Durante la Segunda Intervención Francesa en México, Maximiliano de Habsburgo oficializó la celebración. En 1864 se trasladó a Dolores, donde dio el Grito desde la ventana de la casa de Hidalgo. Aunque existe la versión popular de que Porfirio Díaz decretó adelantar el Grito un día para que coincidiera con su onomástico, la primera vez que se conmemoró el 15 de septiembre fue en 1846, con una serenata frente a Palacio Nacional y una velada en la Universidad. Según el Primer calendario liberal, arreglado al meridiano político de la Federación para el año 1852, las ceremonias del día 15 siguieron celebrándose, pues ese año hubo repiques, función patriótica de teatro y salvas de artillería. Incluso el propio Benito Juárez, en plena huida durante la intervención francesa, dio un emotivo Grito la noche del 15 de septiembre en la hacienda de San Juan de la Noria Pedriceña, en Durango. El grito de indpendencia que hoy conocemos y que como se menciona se dijo en 1825, fue reglamentado por el síndico del Ayuntamiento de la ciudad de México, señor Juan Wenceslao Sánchez de la Barquera y Morales.
Posted on: Mon, 16 Sep 2013 08:03:04 +0000

Trending Topics



n-height:30px;">
Today in the House, I commemorated the 25th anniversary of the
Pursuit of Happiness or Disaster مَن كَانَ يُرِيدُ

Recently Viewed Topics




© 2015