LUTERO Y LA MÚSICA La fe jubilosa de Lutero, su gozosa experiencia con Dios, su enseñanza de la salvación por la gracia, le hicieron prorrumpir en alabanzas ante su Dios; y sus sentimientos pudieron hallar expresión en la música. Puso énfasis en la música como expresión de la fe; la entendió siempre como un don de Dios y la apreció inmensamente. Dios lo dotó con una hermosa voz y ejecutaba muy bien el laúd; era común en su casa, que después de las comidas cantara y tocara el laúd, invitando a su familia y amigos a unirse a él. Relacionaba la música con la gracia de Dios, con la experiencia con Dios y con la acción salvadora de Cristo. “El que cree en esa salvación por Cristo, no puede sino estar alegre y cantarla y contarla, a fin de que otros oigan y acudan a Él”, decía. Lutero expresó a menudo la idea de que la música, fluyendo espontáneamente de lo íntimo del alma, es la imagen de la libertad evangélica, la libertad del cristiano. Amó el canto de los pájaros y puede verse en ese detalle el concepto elevado que tenía de la música. Lutero sostenía que solamente la música y la teología son capaces de dar paz y felicidad a las almas turbadas; y esto le probaba claramente que el diablo, fuente de toda desgracia y turbación, huye de la música como lo hace de la teología. Por eso, decía, que los profetas practicaban la música como no lo hacía con ningún otro arte; puesto que ellos no relacionaban su teología con la geometría, ni con la aritmética o con la astronomía, sino con la música, y por medio de ella predicaban la verdad con himnos y salmos. El concepto de Lutero de la música estaba fundado sobre el de la Edad Media, que a su vez estaba basado en la antigüedad clásica. Según él, la música tiene primordialmente significado ético. Puede hacer al hombre mejor o peor; acercarlo a Dios o apartarlo de Él; puede poner en actividad los buenos o los malos instintos. Quiso que la música instruyera y deleitara; por eso adaptó el antiguo servicio musical de la iglesia e introdujo himnos sencillos en el idioma del pueblo. Adaptó las mejores melodías antiguas y canciones populares y compuso himnos que nunca han dejado de conmover los corazones de los creyentes. Sus himnos fueron recibidos con interés y la gente los cantaba con gozo y convicción. Hubo quienes expresaron que Lutero comunicó más sus ideas por medio de los himnos que por los sermones. Se ha afirmado que Lutero no fue solamente un reformador de la Iglesia, sino también de la música. La Iglesia cristiana recibió como herencia la inclusión del canto congregacional, como especial privilegio del creyente al acercarse a Dios para cantar su grandeza. Por Rev. David Rodríguez U.
Posted on: Mon, 28 Oct 2013 19:43:14 +0000
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