La Biblia dice que Jesucristo es el Sembrador: Mateo 13:36-37 - TopicsExpress



          

La Biblia dice que Jesucristo es el Sembrador: Mateo 13:36-37 Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo. 37 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. Jesús es “el Sembrador” pero nosotros sabemos que la forma en que Dios trabajó esto era que Su pueblo llevara la Palabra y sembrara la semilla del evangelio por toda la tierra. Dios describió este proceso en: ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Pero en el Antiguo Testamento, en el libro del profeta Isaías, encontramos un versículo similar excepto que eso no dice “ellos” sino “Él”. Isaías 52:7 ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz… De esto aprendemos que el Señor Jesucristo completa Sus propósitos trabajando a través de Su pueblo. Su pueblo sembró la semilla del evangelio durante el Día de Salvación para este mundo; pero se puede decir que Cristo sembró la semilla. Después de todo, Él es el único que podía moverse dentro de ellos tanto para el querer como para el hacer de Su buena voluntad. Dios habla de sembrar el evangelio en muchos lugares, pero Él también habla de cosechar lo sembrado. El Señor nos dice que hay un tiempo para estas dos cosas: Eclesiastés 3:1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; El tiempo para plantar describe el proceso de la siembra de semillas. Y el tiempo de arrancar lo (que fue) plantado describe el proceso de cosechar el fruto que se produjo como resultado. El pueblo de Dios/Cristo hizo la siembra; pero ¿quién es el que siega? La Biblia nos dice lo siguiente: 14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. 15 Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. 16 Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. 17 Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. 18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. 19 Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios. Nos encontramos con que el Señor Jesucristo (el que está sentado sobre una nube) está haciendo la siega en el Día del Juicio. Es interesante ver cómo el tiempo de la cosecha está bien coordinado con la sangre saliendo del lagar por mil seiscientos estadios. Ya hemos entendido que hay una buena posibilidad de que los 1.600 estadios tipifiquen 1.600 días. Y que los 1.600 días son el período del Día del Juicio. Esto significaría que el Señor va por la tarea de segar durante los 1600 días enteros de juicio. Cristo es el Segador, sí, pero la Biblia también nos dice: 34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. 35 ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. 36 Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega. 37 Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega. 38 Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores. En este pasaje, Cristo declara que “Yo os he enviado a segar…” Esto significa que Él está identificando a aquellos que creen en Él, Su pueblo, como los segadores. No estamos sorprendidos por esto en absoluto. Se ajusta al patrón que Dios ha establecido para el envío del evangelio. Él comisionó a Su pueblo y lo envió a llevar la Palabra de Dios por toda la tierra. Ellos sembraron, pero ya que son el cuerpo de Cristo, Él sembró. Del mismo modo, Dios usa a su pueblo para proclamar las verdades de la Palabra de Dios en el Día del Juicio. De este modo, ellos siegan (reúnen, juntan); pero en realidad es Cristo haciendo la cosecha, ya que son el cuerpo de Cristo y cumplen sus deberes de cosechar en obediencia a Su mandato. ¡Cristo es el Sembrador! Los elegidos son los sembradores. ¡Cristo es el Segador! Los elegidos son los segadores.
Posted on: Sun, 01 Sep 2013 13:07:58 +0000

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