La Jornada Guerrero sábado 21 de septiembre de 2013 → Sociedad → Agua Fría, pueblo de Chilapa azotado por Manuel Unas 80 familias, que perdieron sus casas y siguen incomunicadas, están a la espera de comida y ayuda para reparar caminos Agua Fría, pueblo de Chilapa azotado por Manuel ARTURO DE DIOS PALMA (Corresponsal) Chilapa, 20 de septiembre. Erasmo Flores Morales, junto con su esposa y sus cuatro hijos, a las 4 de tarde de este viernes sólo había comido tortillas con sal y se encontraba en espera de que alguna la autoridad llegue con ayuda y alimentos para su familia y para las 80 más de la comunidad Agua fría, Chilapa, que están incomunicadas y con comida al mínimo. Mientras todo eso llega, cuida los pedazos de abobe a los que redujo su casa la tormenta Manuel. La comunidad Agua Fría está a unos 40 minutos de la cabecera municipal, pero ahora con la contingencia, está incomunicada y con sus caminos invadidos por los cerros que se convirtieron en montones de lodo, lo que hace el paso casi imposible. Un automóvil sólo puede avanzar hasta un kilómetro antes de llegar. La mayoría de las casas están montadas sobre los cerros que el domingo y lunes no soportaron la lluvia incesante y comenzaron a caer. A esta pequeña localidad, que la habitan unos 350 pobladores, la devastó la tormenta. Los desprendimientos de los cerros la dividieron en dos. El pasado lunes con ayuda de los habitantes de la comunidad vecina, Santa Catarina, pudieron salir. Desde ese día hasta el jueves, Agua Fría estuvo abandonada, ningún habitante se quedó a esperar ver qué cerros se derrumbarían. Este lunes también salió Erasmo con su esposa y sus cuatro hijos para resguardarse se las torrenciales lluvias. Dejó su casa con cuarteaduras que le provocó la humedad la lluvia de cuatro días. Pero ahora que regresó este jueves, encontró su vivienda y la de su padre, Celestino Flores, hechas pedazos. La casa de Erasmo no era más que un cuarto construido con paredes de adobe y cubierto con lámina de aluminio, no medía más de cuatro metros cuadrados y no contaba casi con muebles. Sólo, recuerda, tenía una cama que compartía con su familia, un pequeño televisor y su cocina rustica. No más. Ahora él y su familia duermen y cocinan en la casa de un tío, pero, dice, ahí no pasa mucho tiempo porque el lugar que les prestaron es muy pequeño y además prefiere cuidar los restos de su vivienda. Pero en Agua Fría no sólo Erasmo está damnificado, son casi 80 las familias que con los desprendimientos de los cerros sus casas están en riesgo de ser colapsadas. La comunidad es es por sí lugar complicado, pero ahora, con las barrancas que se formaron tras los deslaves de los cerros su geografía se muestra deformada, pese a que una máquina intenta recomponer los caminos. Por ejemplo, ahora la única primaria que hay en el poblado sólo la separan tres metros de distancia con una barranca de aproximadamente 200 metros de alto, que antes de la tormenta era una terreno donde sembraban maíz. El comisario Audino Grande Flores, el pasado miércoles, llegó hasta la cabecera municipal para solicitar ayuda para su comunidad, como alimentos, medicinas y productos de higiene personal, así como maquinaria para liberar los caminos, pero lo único que recibió del gobierno municipal fue el sello de recibido de su petición por escrito. lajornadaguerrero.mx/2013/09/21/index.php?section=sociedad&article=012n1soc
Posted on: Sat, 21 Sep 2013 15:44:16 +0000