La Verdad siempre le da vuelta a las cosas que creemos y a las costumbres que poseemos como imperativas. La Verdad se hace humilde y le lava los pies a los que teniendo autoridad piensan que están sobre La Verdad. La Verdad muchas veces es paradójica; salvó a muchos pero al final no se salvó a si mismo para poder salvar a todos. La Verdad sacaba gritos estridentes de terror de los espíritus més temibles pero los niños más inocentes corrían a jugar con él. La Verdad produce un desorden maravilloso en este universo de Dios. La Verdad arranca nuestros perfectos programas y bosquejos y los desordena para que sean útiles. La Verdad toma todos nuestros pensamientos lógicos y lineales, los despeina y los lleva a la obediencia de Su pensamiento. La Verdad toma nuestras estructuradas tablas de Excel y las convierte en mapas mentales funcionales donde lo espontáneo tiene más impacto. La Verdad apaga la luz del escenario para que los músicos no puedan ver la hoja de solfeo perfectamente escrita y así vean la música bella que llevan dentro e improvisen. La Verdad tuerce el camino recto y derecho que hemos trazado dentro de la ruta crítica de la planificación estratégica de la Iglesia y redibuja el mapa a senderos desconocidos y angostos, donde la brújula no funciona y el GPS no recibe señal; donde sólo la fe ciega puede alumbrar la oscuridad de la vereda imperfecta y desconocida. La Verdad tiene grandes consecuencias de libertad al romper la regla y la ley, dejando libre al prisionero del castigo merecido y dándole como individuo a escoger: amar a Dios o . . . no. - Junior Z.
Posted on: Fri, 28 Jun 2013 01:01:52 +0000
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