La calidad del desempeño individual de los legisladores, no tiene tanto que ver con la calidad personal individual como con la calidad de la institución que los reúne. En Patria Querida partimos del principio que, mucho antes y mejor que nosotros, habían pasado por la política muchísimas excelentes personas que luego de algún tiempo vieron frustradas sus mejores intenciones, o se vieron contagiadas o expulsadas del sistema. No porque ellas eran “malas” sino porque no tenían el cobijamiento, el acompañamiento, el apoyo, la ayuda y el control de una institución robusta y con valores. En esa convicción, nuestra tarea principal, y muy bien lograda al principio, fue construir un Movimiento Político robusto, y para eso, había que acordar las reglas que nos regirían y sobre todo, cumplirlas. Fue así que, institucionalmente, definimos la manera en que tomaríamos las decisiones, y las consecuencias que tendrían nuestras faltas de cumplimientos. En una primera etapa fuimos muy rigurosos, y gracias a eso los desempeños individuales fueron muy satisfactorios y la institución creció en fecundidad y prestigio. Desde el momento en que, por diversas razones, aflojamos el rigor y la vigencia activa, radical e imperativa de los acuerdos expresados en reglamentos y decisiones diversas, y fuimos siendo más condescendientes con algunas costumbres tradicionales políticas, la decadencia comenzó y los resultados electorales acompañaron. ¿Por qué el castigo electoral es mayor para Patria Querida que para los tradicionales? Sencillamente porque de ellos no se espera nada y de nosotros sí. ¿Es acaso eso justo? …y a mí, y a Don Valente nos parece que sí. Es justo. Porque si ya tenemos 2 enormes partidos con las costumbres que criticamos, para qué querríamos en este bendito país tener otros montones de pequeños partidos políticos con esas mismas costumbres..! Con dos basta y sobra! Si aparecen terceros, es para que sean radicalmente diferentes y mejores, y si no lo son, mejor que desaparezcan. Nos desdibujamos completamente, nos aguamos, perdimos nuestro gusto, sabor y esencia. Y, si hay algo incluso peor que “ser malo” es “no ser algo”. Muchas excelentes personas conformaron los equipos legislativos de Patria Querida en toda la República, a quienes agradezco la enorme y generosa entrega, pero insisto en algo muy difícil de observar y más difícil aún de reconocer. El excelente desempeño, mientras existió, no se basó principalmente en dicha excelencia personal, sino en la calidad institucional. El desafío no es simplemente ser, o adherir a excelentes personas, sino conformar una excelente institución política. Si no se logra eso, ninguna excelente persona sobrevivirá en la política.
Posted on: Sun, 06 Oct 2013 11:54:20 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015