La carrera pedestre por la línea del tren, San José Puntarenas - TopicsExpress



          

La carrera pedestre por la línea del tren, San José Puntarenas 1914-1938. M.Sc. Jorge Lobo Di Palma El sábado 14 de febrero de 1914 a las 5 de la tarde en la esquina noroeste del parque central de San José, dio inicio la primera carrera de maratón5 San José-Puntare-nas. En esta primera edición tomaron parte solo tres sportmans6, Octavio Rojas, Manuel Polanco y Federico Estrada. La distancia estimada para la carrera era 116 kilómetros, aunque en su primera edición la distancia total fue de 125 kilómetros, debido a que el juez de la carrera tuvo que cambiar el recorrido, ya que cerca del rio grande en Atenas “había mucho cascajo y piedra suelta en la línea del tren, que impedía que los corredores llevaran una carrera regular”7, por lo que los atletas tuvieron que desviarse pasando por la carretera nacional, alargando en casi 10 kiló-metros más el recorrido original de 116 kilómetros. Los corredores eran acompañados por el juez de la competencia quien viajaba en un moto car y, que entre otras funciones era el encargado de verificar que la carrera se realizará de acuerdo a la normativa establecida, se cumpliera el recorrido y darle asisten-cia al atleta que lo requería. Además del motor car en que viajaba el juez de competencia, también lo hacia un tren con excursionistas, que solía salir de San José horas después de la partida de la competencia, de tal manera que tenían la oportunidad de observar el desarrollo de la misma y brindarles apoyo y asistencia. A cada corredor se le permitía llevar su propio salveque en el que cargaba principalmente alimento, ropa y medicamentos, y durante el recorrido recibía no solo los aplausos del público sino también café caliente, pan, ungüentos y hasta masajes. Organización Desde su fundación en 1905, el club sport la libertad se caracterizo por pro-mover la diversidad en la práctica deportiva como, futbol, baloncesto, beisbol y com-petencias de pruebas de atletismo. En ese mismo año, los miembros del club sport la libertad tomaron parte de forma activa organizando y participando en las pruebas de atletismo en fiestas cívicas de San José, en eventos tan variados como “la carrera de 100 yardas, salto a lo alto, salto con percha (la garrocha), tiro al martillo, carrera 440 yardas, salto a lo largo, así como la maratón entre Tres Ríos y San José”8. Con el pasar de los años, los eventos deportivos organizados por el club sport la libertad fueron creciendo en regularidad, variedad y en practicantes. Tal fue la aceptación social de los “sports”9, que ya no se limitaban con hacer exhibiciones en días festivos, sino que casi todos los fines de semana organizaban encuentros deportivos incluso fuera de San José, la mayoría de ellos con carácter benéfico en Cartago, Heredia, Alajuela, Puntarenas y Limón. La idea de organizar el evento pedestre San José-Puntarenas corriendo por los durmientes de la línea de tren, nació de varios miembros del antiguo equipo de la Libertad10, entre ellos Octavio y Roberto Rojas, Manuel Polanco, Eduardo Garnier y Luis Esquivel, entre otros y su finalidad principal era la innovación. Esperando que por medio del más grande desafío deportivo del momento, e inspirados en algunas corrientes gimnásticas de la época, pretendían que esta práctica deportiva contribuyera al desarrollo del coraje, la disciplina, el vigor, y con ello ciudadanos más fuertes y identificados con las patria. El evento se propuso llevarlo a cabo en fechas cercanas al 19 de marzo en conmemoración del día de San José, pero debido que la competencia se debía de realizar un fin de semana para que los atletas pudieran participar sin ausentarse del trabajo y que además, no coincidiera con la semana santa y otros eventos sociales previamente establecidos, se llego a realizar en fechas tan variadas desde febrero hasta el mes de mayo de cada año. Participación, recorrido y premiación. En las primeras ediciones, el número de participantes fue mínimo y casi to-dos ellos eran los mismos miembros del Club Sport la Libertad. Con el pasar de los años conforme se fue promocionando la carrera fue tomando adeptos hasta llegar a contar con casi 40 corredores. En la tabla 1 se resume los ganadores por año, el número de participantes, el tiempo realizado por ganador y la distancia estimada. Otra de las razones por la cual la carrera creció en participantes fue por la premiación. En las primeras ediciones se ofreció un premio de 50 colones al ganador, y para 1922 se premiaba con “100 colones al primer lugar, 50 colones al segundo lugar y 25 colones para el tercer lugar”11. Estimulo económico, que para la época era bastante significativo. Su recorrido tenía como punta de partida el parque central de San José, posteriormente se enrumbaban hacia la Sabana y de ahí corriendo por los durmientes o en algunas ocasiones a los lados de la línea del tren, se dirigían hasta Puntarenas, pasando por el puente del río grande en Atenas, Orotina, Caldera y por el túnel cambalache, entre otros lugares, para posteriormente correr por la playa hasta llegar finalmente al balneario municipal donde terminaba la carrera. Tabla 1 Ganadores por año de la carrera pedestre San José Puntarenas, números de participan-tes por edición, tiempo realizado y distancia recorrida. Año Ganador Número de partici- Tiempo realizado Kilómetros pantes 1914 Octavio Rojas 3 19h20m0 125 1915 Luis Esquivel 5 15h35m0 116 1916 Roberto Rojas 5 16h03m0 116 1917 Roberto Rojas 7 16h46m0 116 1918 No se celebro 1919 Antonio Rodríguez 5 16h54m0 116 1920 No se celebro 1921 No se celebro 1922 Antonio Rodríguez 5 15h18m0 116 1923 suspendida 1924 suspendida 1925 Antonio Rodríguez --- 15h05m0 116 1926 Leonidas Villalta 19 16h36m0 116 1927 Antonio Rodríguez 13 17h30m0 116 1928 Antonio Rodríguez ---- 16h41m0 116 1929 Antonio Rodríguez 25 16h03m0 116 1930 José Delgado 22 16h19m0 116 1931 Antonio Rodríguez 32 17h10m0 116 1932 Enrique Hoffman 31 15h46m0 116 1933 Víctor Manuel Poveda 37 15h22m0 116 1934 Víctor Manuel Poveda 20 14h50m0 116 1935 Alfredo Pineda 12 14h27m0 116 1936 Alfredo Pineda 14 15h00m0 116 1937 Batuel Alpizar 26 15h07m0 116 1938 Alfredo Pineda --- 15h20m0 116 Los sportmanes y su preparación Es poca la información pertinente a la preparación física que se sometían los atletas para participar en evento tan exigente, pero por los relatos recopilados queda claro que los entrenamientos eran de forma empírica, sin ninguna prepara-ción científica, como lo expresado por Roberto y Octavio Rojas quienes aseguran que días antes de su participación en la primera edición de la carrera San José-Puntarenas realizaron una carrera más larga y difícil: “Esa vez, salimos de esta capital a las 3 de la mañana y llegamos a las 6 a Cartago; segui-mos sin para allí, siempre trotando, pasamos por Llano Grande y Tierra Blanca y llegamos a las ollas del Irazú, arriba del volcán; pasamos por la finca “Poski”de Peralta, por Cot, Paso Ancho, Paraíso, Agua Caliente y las 8 de la noche estaba yo comiendo tranquilamente en mi casa de habitación en esta capital. Al otro día, a las 6 y media de la mañana, ya es-tábamos mi compañero y yo en el trabajo dando mazo sobre el yunque.”12 Caso similar fue el de Antonio Rodríguez (el sanjuaneño), que sin en-trenador, sin técnica alguna, sin asistente ni consejos, implantó numerosos re-cords en Costa Rica para largas distancias. Con una disciplina férrea, entren-aba diariamente desde las 3 de la mañana hasta el momento en que comenzaba a trabajar 3 horas después en el beneficio de café de Turnón. “Ha hecho du-rante los últimos días un entrenamiento como pocos, como preparación para la maratón San José-Puntarenas. Ha recorrido desde Orotina a la Capital en un tiempo de 6 horas”13. Los protagonistas y sus acontecimientos En sus primeras ediciones la participación fue muy escasa de 3 o 4 cor-redores, llegando a terminar el evento en algunas ocasiones, uno o ninguno de los participantes. Al inicio, fueron los mismos miembros del comité organizador los que tomaron parte, y con el pasar de los años se fueron incorporando nuevos atle-tas, incluyendo la participación extranjera, como fue el caso en 1915 “del andarín argentino Humberto Peyronel, que venía de ganar en Caracas Venezuela y en San-tiago de Chile. Pero El andarín argentino enfermo de cólico y quedó rezagado antes de llegar a Puntarenas, en donde los recogió el tren del pacífico”14. Uno de los máximos representantes fue Roberto Rojas “el ronco”, quien junto a sus compañeros del equipo la libertad, Octavio Rojas, y Federico Estrada, fueron los tres atletas inscritos para participar en la primera edición de la carrera pe-destre San José-Puntarenas. Lamentablemente, el día anterior a esta primera edición de tan singular evento, el gran favorito “el ronco” fue encarcelado, siendo sustituido por otro de los miembros del equipo atlético la libertad, Manuel Polanco15. Octavio Rojas fue el vencedor de esta primera edición, con un tiempo de 19 horas y 20 minutos y un recorrido total de 125 kilómetros. El salbeque que portaba el ganador, pesaba 35 libras, en que el llevaba comida, ropa y medicinas, posteriormente se redujo 10 libras ya que le genero ampollas. Antes de llegar a Orotina, los atletas suf-rieron un retraso de 2 horas, ya que Rojas al percatarse que Estrada no lo seguía, decidió devolverse sospechando un accidente. Pocos kilómetros después lo encontró tendido en el suelo, y junto con su otro compañero Polanco, decidieron darle medicamentos y llevarlo a una casa vecina donde lo dejaron y ellos siguieron la carrera. Mientras tanto en Puntarenas, desde las 8 de la mañana del día siguiente de que partieron de San José los atletas, eran esperando con gran entusiasmo. Un número considerable de gente y la banda militar esperaban a los corredores en la estación del ferrocarril y en los baños donde terminaría la carrera, pero tuvieron que esperar hasta el medio día, cuando a lo lejos en la playa, se vislumbro la figura del primer “sportman”, Octavio Rojas que sin parar de correr, sonreía satisfecho y hacia reverencia con la cabeza, agradeciendo a la gente las manifestaciones que se le hacían. 30 minutos después llego Polanco en un estado deplorable, mate-rialmente no podía trotar, iba con la barba pegada al pecho y los ojos casi cerra-dos. “Los nervios de la cadera sumamente contraídos y daba el cuerpo un balancín extraordinario”16. La conmovedora escena protagonizada por Polanco, logro una manifestación más vibrante que a Rojas, el vencedor. “El día siguiente, Rojas y Polanco, mecánico y ebanista respectivamente, no faltaron al trabajo”17 . La maratón San José-Puntarenas de 1916 y 1917 fue ganada por el “ronco” quien era considerado en mejor de corredor del momento, hasta que en 1917, en la carrera de Tres Ríos a San José no participó, lo que la prensa titulo “Rojitas pasó a la historia. Lo que pueden los años y el cansancio físico”18. La carrera fue ganada por Antonio Rodríguez “el sanjuaneño”, quien se vislumbraba como el sustituto del ronco. En los años de 1920 y 1921 la carrera San José-Puntarenas no se celebro por qué no escribieron atletas y en otros años como en 1923 y 1924 se suspendió por falta de recursos económicos. Incluso se llego a dar el caso de 1918 en que el único atleta que termino el evento fue descalificado por haber recibido ayuda. Roberto Rojas el “ronco”19 En el año de 1927 se incribieron13 participantes, quienes tomaron la partida el sábado 19 de marzo en esquina noreste del parque central a las 3:00p.m, con la presencia de numeroso público que se aglomeró para apreciar la salida, y varios muchachos los acompañaron hasta la estaciones cercanas. En Río Grande, el periódico la Tribuna, por medio del despacho telegráfico comunica el paso de los corredores: a las 7 de la noche y 40 minutos en kilómetro 31 y medio marchaba el corredor con el número 7 acompañado de un “chiquillo”, quien se creyó llegaría hasta donde poder tomar el tren de los excursionistas que acompañaba a los atletas. En el kilómetro 46 se reporta el pasan a las 9 horas y 6 minutos de la noche, de los corredores número 13, 7 y 8 acompañados del “chiquil-lo” quien dijo llamarse Julio Eduardo Duarte de 13 años de edad, y que no iba cansado. En el kilómetro 50, se retiraron los corredores 6,9, 10,11 por cansancio, mientras que en ese punto pasaron en primer lugar los corredores números 13 y 7 y el niño Duarte que no solicitó fricciones y corrió como sus compañeros. Poste-riormente en el kilómetro 64, 2 antes de llegar a Orotina fue encontrado el niño Duarte. No estaba cansado sino al contrario en magnificas condiciones para seguir, pero una pedrada lanzada inconscientemente por uno de sus compañeros, le originó un fuerte golpe en el pie dañándole un dedo y haciéndole imposible seguir cor-riendo. En este lugar fue recogido por el motor car20. La carrera fue ganada por el sanjuaneño con un tiempo superior a las 17 horas. Foto de 25 corredores que tomaron parte de la de la maratón San José-Puntarenas en 1921. La era del Antonio Rodríguez Jiménez el “sanjuaneño”. Antonio Rodríguez el “sanjuaneño” fue el máxima exponente costarricense de las carreras pedestres principalmente a partir de las década de los veinte del siglo XX. De las siete oportunidades en que corrió la distancia San José-Puntarenas, por la vía férrea, gano en las siete ocasiones (1919,1922, 1925, 1927, 1928, 1929, 1931), siendo el máximo referente del evento. El “sanjuaneño”, comenzó su pasión por el correr en las calles y caminos empedrados de la antigua villa de San Juan del Murciélago, hoy San Juan de Tibás. Tenía poco más de 20 años cuando comenzó a tomar parte en las carreras que se organizaban en el pueblo y consistían en darle 25 vueltas a la plaza, en donde comenzaba a revelarse como un gran corredor. Casi nunca lograron arrebatarle el triunfo y, cuando llegaba a la meta, sus compañeros de brega todavía tenían que darle 2 o 3 vueltas más a la plaza para llegar al límite señalado22. El “sanjuaneño”23 Fueron numerosos los logros atléticos alcanzados por el “sanjuaneño”, ganando la gran mayoría de carreras pedestres organizadas principalmente en el valle central, donde vale resaltar la carrera de Tres Ríos al Estadio Nacional, que posteriormente se convirtió en la conocida carrera de San Juan, pueblo natal del sanjuaneño, que con mucho entusiasmo le fue dedicada en 1963, cuando tenía 75 años. En 1924, en la inauguración del Estadio Nacional y como parte de las olimpi-adas centroamericanas, el “sanjuaneño” fue el máximo representante costarricense al ganar tres medallas de oro, superando a reconocidos atletas puertorriqueños de-stacados en la zona del Canal de Panamá. A nivel internacional, tuvo una destacada participación en los Primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cuba, en el año 1930; obteniendo el tercer puesto general. También, en 1935 participa exi-tosamente en los Juegos Deportivos Centroamericanos de El Salvador. En 1973 se propuesto y se aceptado como miembro de la galería del deporte de Costa Rica. La suspensión de la carrera pedestre San José-Puntarenas Desde inicios de la década de 1930, la maratón San José-Puntarenas em-pezó a ser cuestionada por diferentes sectores de la sociedad ya que no veían en ella resultados efectivo, y más bien la catalogaban como una prueba ineficiente y falta de objetivo. Pero no fue sino hasta 1938, cuando un grupo de distinguidos caballeros, miembros de varios clubes deportivos, médicos y periodistas24, fueron reunidos para que manifestaran con respecto a dicho evento, el cual fue calificado de inhumano y absurdo, y llegaron a las siguientes conclusiones: “¿Qué hemos sacado de tan ruda prueba deportiva? Nada, absolutamente nada. ¿Resultó atlético? Ninguno. ¿Fin atlético? Tampoco tiene, porque ni prepara ni da marca cierta. Un ejercicio absurdo hecho sobre una pista de durmientes, sobre terreno sinuoso y lleno de ir-regularidades, de noche, sin observación técnica ni cosa parecida. ¿Qué fondo moral tiene esta carrera? duele referirse a él, pero hay que hacerlo. Por correr se ofrece un premio a los vencedores. Pues bien: sabemos que muchos se lanzan en la dolorosa aventura tan solo por ver sí logran llevar pan a sus hijos. Gente sin empleo, sin trabajo. En la carrera del domingo se vio el caso de un corredor que llegó a la meta, moribundo, agotado, casi agonizante, habiendo hecho un esfuerzo superior al de sus condiciones físicas. Ante él sentimos que el corazón se oprimía y el espíritu se resbalaba ante el hecho real e inhumano. ¿Cuál fue el objeto que lo llevó a tan temerario ejercicio? ¿Una ansiedad deportiva? ¿Un mejoramiento atlético? ¿Una aspiración física cultural? No. El hambre de sus hijos. Tenía muchos me-ses sin trabajo. Y como ese, otros tantos. Esto debe de terminarse. La maratónica ha sido modificada acortándose la distancia y haciéndose sobre una pista bien acondicionada. Y cuando eso sucede nosotros seguimos sobre lo viejo, lo empírico, absurdo e inobjetivo”. 25 Además, la influencia extranjera trajo al país una nueva visión del deporte y sus necesidades como cultura física para realizar la salud corporal del hombre. El deporte debe tomarse con ese principio sustancial y efectivo. Lo que no sea salud, vigorización corporal y espiritual, debe desterrarse. “La maratónica San José-Pun-tarenas no ha construido más bien ha destruido. Las reglas atléticas internacionales instituyen el evento del maratón y trazan sus normas como prueba de resistencia, obedeciendo a un plan médico y tomando en cuenta el objetivo cultural deportivo sin perder de vista las condiciones físicas del participante así como también el me-dio material y climático donde ello se efectúa”26 Quien desea leer el artículo completo, lo puede acceder en esta dirección: historia.fcs.ucr.ac.cr/articulos/2010/v11n1/01carreraped.pdf
Posted on: Fri, 08 Nov 2013 21:24:05 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015