La cenicienta 50 años después. Todo el mundo conoce el cuento de la Cenicienta, pero pocas personas saben que paso después, el cuento dice que fueron felices, pero esta es la verdadera historia. El príncipe y Cenicienta se casaron, ciertamente fueron felices, heredaron el trono y reinaron muchos años, fueron unos monarcas queridos por su pueblo. Tras la muerte del príncipe, Cenicienta abdico en favor de su hija mayor, ya que como monarcas modernos habían derogado la ley sálica, y las mujeres podían reinar. Cenicienta se retiró a una casa en el campo, un buen día estaba haciendo punto, sentada en una mecedora en el porche de su casa. De pronto apareció ante ella su hada madrina. Cenicienta la reconoció al instante y le dijo: - Hada madrina, que sorpresa, cuanto tiempo sin verte. Estas tan joven y hermosa como siempre. - Si Cenicienta, las hadas no envejecemos, tu en cambio se te ve muy mayor. - Claro hada, ya tengo mis añitos, y dime ¿Que te trae por aquí? - Veras Cenicienta, tu siempre has sido mi favorita, y me dije, voy a ver cómo le va a Cenicienta y le concedo tres deseos. - ¿Tres deseos? ¿De verdad? Gracias. - Bien dime ¿Cuál es tu primer deseo? - Veras hada, como dijiste ya me estoy haciendo vieja, me gustaría ser joven otra vez. El hada madrina agito su varita mágica sobre la cabeza de cenicienta y al instante cenicienta rejuveneció, el príncipe se habría quedado boquiabierto si la hubiese visto. El hada le pregunto a Cenicienta: - ¿Tienes pensado tu segundo deseo Cenicienta? - Si madrina, veras esto años de crisis y recortes han dejado las arcas de palacio muy vacías, no me vendría nada mal algo de dinero. El hada madrina toco suavemente el gran arcón de costura que había al lado de Cenicienta convirtiendo inmediatamente su contenido en oro y piedras preciosas. En el rostro de cenicienta se dibujó una sonrisa. El hada pregunto a cenicienta. - ¿Cuál es tu tercer deseo? - Bueno, ya que soy joven y rica, no me vendría mal un joven y apuesto pretendiente. El hada apunto su varita hacia el gato que dormitaba a los pies de cenicienta, un rayo cruzo el aire y el felino se transformó en un atractivo joven que miraba sonriente a Cenicienta. Cenicienta agradeció a su hada madrina los deseos que le había concedido, y se despidieron. Ya a solas con el muchacho se acercó a él mirándole con lujuria, le tomo las manos y arrimo su cara a la del muchacho tratando de besarle; el joven aparto la cara y ante una Cenicienta sorprendida dijo: - Cenicienta, estoy seguro de que ahora te arrepientes de haberme capado cuando era gato.
Posted on: Thu, 05 Sep 2013 12:38:58 +0000
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