La comunicación verbal resulta indiscutiblemente necesaria; sin embargo, cuando un diálogo se convierte en acalorada discusión, ésta rebasa los límites de la comunicación sana y creativa, para convertirse en un obstáculo a sortear para poder llevar a cabo cualquier tipo de relación. La discusión innecesaria respecto al cómo, cuándo, y dónde, yendo más allá del porque y el para qué requeridos para entrar en acción resulta generalmente en detrimiento de la comunicación, no sólo retrasando la efectividad de determinada empresa, sino, en ocaciones, impidiendo terminantemente que dicha empresa pueda realizarse. Más acción y menos discusión, resulta fórmula infalible para poder llevar a feliz término empresas como educar debidamente a los hijos, enseñar a los alumnos en la escuela, administrar debidamente un negocio, no permitir ser manipulado, actuar de una manera más reafirmante en todo momento, o bien tener éxito en una conquista amorosa. . esto es todo
Posted on: Mon, 28 Oct 2013 18:40:23 +0000
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