La dimensión espiritual de la obra de Arte Cuando analizo la - TopicsExpress



          

La dimensión espiritual de la obra de Arte Cuando analizo la problemática del Arte concentrándome en un tiempo y lugar determinado encuentro que invariablemente esta condicionado por los factores políticos, económicos y sociales de turno. Los cuales, a su vez, establecen las personalidades y corrientes favorecidas. Esta visión transciende el medio local y esta vinculada a las ideologías globales imperantes en cada época instituyendo indefectiblemente corrientes hegemónicas. Esto puede comprobarse sobradamente en el estudio de la Historia del Arte al observar, desde nuestra perspectiva en el tiempo, como muchas expresiones no son más que el emergente lógico y funcional de su momento histórico. Pero si analizamos ahora algunas corrientes y creadores (al menos las que han llegado a nuestros días) que en su momento fueron desplazados de la escena debido a su completa independencia, veremos que el valor que le adjudicaron las culturas venideras al momento de rescatarlos del olvido, es precisamente su condición metafísica. Su referencia al infinito. Si estudiamos la Historia del Arte, o si la observamos simplemente desde el punto de vista antropológico, veremos que desde sus origines más remotos, en tiempos de Altamira siempre estuvo ligada a la dimensión espiritual del hombre. Aquellos adolescentes cazadores, que se abismaron al ceno de la caverna para el ritual anticipatorio de la caza; Los posteriores sacerdotes de Egipto, al preparar el alma del faraón para el viaje de ultratumba; Así como las míticas escuelas griegas, que honraron a sus dioses y héroes a través de la escultura compartieron esta convicción. La extensa edad media, coronada por el fenómeno sin precedentes de la catedral gótica, donde se intenta, nada menos que recrear la Jerusalén celeste; El Renacimiento, en su anhelo de retomar los ideales griegos, dando nombres como Leonardo, Rafael y Miguel Ángel; Las cumbres del Barroco, cuando toda figuración parecía agotada por la genial generación precedente; Los Románticos, Simbolistas y Surrealistas ensanchando las fronteras entre lo real y lo fantástico; Y la sacrificada entrega del artista moderno, ofrendando su vida en miserables buhardillas ante la pérdida de religiosidad del hombre moderno, son vastos ejemplos que no pueden ser tomados a la ligera en favor de las modas o los intereses de algunos pocos. Por que el verdadero artista y la consecuente obra de arte, siguen estando en contacto con este linaje histórico y una obra de Arte no está lograda sino nos conecta con el universo espiritual. No podemos desprender la obra de arte, ni escindirla de su historia, por que el artista contemporáneo, pese a todo el avance tecnológico de siglo XXI, sigue estando en estrecho contacto y comunión con aquellos adolescentes cazadores, profetas y sacerdotes. Y desde los más lúcidos pensadores a los locos sagrados todos han presentido en la obra de Arte un puente al infinito.
Posted on: Fri, 06 Sep 2013 01:50:07 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015