La gente que dá tránsito, que adopta, que rescata, que alimenta, que para, que cuida, que protege, que defiende, que alerta, que acude, que documenta, que instruye, que ayuda, que dona, que transporta, que colabora, que no sigue de largo, que se compromete, que abriga, que da agua fresca, que da un reparo, que pone una cucha, que esteriliza, que cura, que sufre y llora por un animal EN la calle o maltratado, o abandonado...esa gente no es fanática, ni loca, ni mal atendida, ni tiene tiempo de sobra, ni está sola como perro en el mundo, ni tiene la maquinita de hacer billetes, ni el auto se les mantiene solo, ni le regalan el combustible, ni viven en una chacra de mil hectáreas, ni tienen diez personas que los ayuden, ni toda la salud del mundo, ni toda la comida en la olla, ni lugar y espacio de sobra en su casa y en su vida, ni lástima por la lástima en si, ni les gusta estar desbordados muchas veces en su existencia. Sin embargo, hacen todo lo que los demás podrían y no hacen por creer que hacer todo eso les va a quitar autonomía y libertad. La conciencia es un juez implacable, y aquel que mata o deja morir sin haber siquiera INTENTADO salvar, es cómplice del que abandonó o siguió de largo habiendo podido parar a ayudar.
Posted on: Thu, 10 Oct 2013 07:39:18 +0000
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