La grandeza de Jehová es inescrutable “Jehová es grande y ha - TopicsExpress



          

La grandeza de Jehová es inescrutable “Jehová es grande y ha de ser alabado en gran manera, y su grandeza es inescrutable.” (SALMO 145:3.) EL COMPOSITOR del Salmo 145 es uno de los personajes históricos de más renombre. Cuando era un muchacho, mató en combate a un gigante bien armado, y con el tiempo se convirtió en un rey guerrero que derrotó a numerosos enemigos. Se llamaba David, y llegó a ser el segundo rey del antiguo Israel. Su fama perduró tras su muerte, de modo que incluso en nuestros días hay millones de personas que han oído de él. 2 A pesar de sus hazañas, tenía un concepto humilde de sí mismo. Dirigiéndose a Jehová cantó: “Cuando veo tus cielos, las obras de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has preparado, ¿qué es el hombre mortal para que lo tengas presente, y el hijo del hombre terrestre para que cuides de él?” (Salmo 8:3, 4). En vez de creerse importante, David atribuyó el mérito por haberse librado de sus adversarios a Jehová, de quien dijo: “Tú me darás tu escudo de salvación, y tu humildad es lo que me hace grande” (2 Samuel 22:1, 2, 36). En efecto, Dios es humilde al mostrar misericordia a los pecadores, y David agradecía tal bondad inmerecida. ‘Ensalzaré a Dios el Rey’ 3 Aunque era el rey nombrado por Dios, David consideraba que el auténtico Rey de Israel era Jehová, por lo que declaró: “Tuyo es el reino, oh Jehová, Aquel que también te alzas como cabeza sobre todo” (1 Crónicas 29:11). ¡Y cuánto apreciaba David la gobernación divina! “Te ensalzaré, oh mi Dios el Rey —cantó—, y ciertamente bendeciré tu nombre hasta tiempo indefinido, aun para siempre. Todo el día te bendeciré, sí, y ciertamente alabaré tu nombre hasta tiempo indefinido, aun para siempre.” (Salmo 145:1, 2.) David deseaba alabar a Jehová Dios todo el día y por toda la eternidad. 4 El Salmo 145 proporciona una contundente respuesta a la alegación de Satanás de que Dios es un gobernante egoísta que priva de libertad a sus criaturas (Génesis 3:1-5). Asimismo, dicho salmo denuncia la mentira satánica de que quien sirve a Dios lo hace por lo que pueda obtener de él y no porque lo ame (Job 1:9-11; 2:4, 5). Al igual que David, los cristianos verdaderos de hoy están refutando las acusaciones falsas del Diablo. Valoran enormemente su esperanza de vivir para siempre bajo el Reino, ya que su deseo es alabar a Jehová por toda la eternidad. De hecho, ya se cuentan por millones los que han comenzado a hacerlo, pues han puesto fe en el sacrificio redentor de Jesús y se han hecho adoradores de Jehová dedicados y bautizados, que le obedecen y le sirven por amor (Romanos 5:8; 1 Juan 5:3). 5 Pensemos en las numerosas oportunidades que los siervos de Jehová tenemos de bendecirlo y alabarlo. Podemos hacerlo al orarle cuando nos llega al corazón algo que hayamos leído en su Palabra, la Biblia. Igualmente, podemos ensalzarlo y expresarle nuestra gratitud cuando nos conmueve la forma en que trata a su pueblo o nos maravilla algún aspecto de su fascinante creación. Y también lo bendecimos al estudiar sus propósitos en las reuniones cristianas junto con nuestros hermanos en la fe o al hablar de ello en nuestras conversaciones. En realidad, todas las “obras excelentes” que efectuamos a favor del Reino de Dios contribuyen a la alabanza de Jehová (Mateo 5:16). 6 Entre tales obras excelentes figura la reciente construcción de muchos lugares de adoración que el pueblo de Jehová ha llevado a cabo en países sumidos en la pobreza. Gran parte de esta labor ha sido posible gracias al apoyo económico de hermanos de otros países. Además, algunos cristianos se han trasladado voluntariamente a esos lugares para colaborar en la edificación de Salones del Reino. Pero la obra excelente más importante de todas es la de alabar a Jehová predicando las buenas nuevas de su Reino (Mateo 24:14). Como muestran versículos posteriores del Salmo 145, David apreciaba la gobernación de Dios y lo ensalzaba como Rey (Salmo 145:11, 12). ¿Sentimos nosotros el mismo aprecio por el amor con que Jehová gobierna? ¿Hablamos frecuentemente de su Reino a otras personas? Ejemplos de la grandeza divina 7 En Salmo 145:3 se subraya un poderoso motivo para alabar a Jehová. David cantó: “Jehová es grande y ha de ser alabado en gran manera, y su grandeza es inescrutable”. La grandeza de Jehová es insondable, no tiene límites. Los seres humanos no podemos escrutarla, abarcarla ni medirla completamente. No obstante, sin duda nos beneficiará examinar algunos ejemplos de ella. 8 Trate de recordar una ocasión en la que, alejado de las luces de la ciudad, alzó la vista a un despejado cielo nocturno. ¿No se maravilló al contemplar la multitud de estrellas que relumbraban en la negrura del espacio? ¿No se sintió impulsado a alabar a Jehová por su grandeza al crear todos esos cuerpos celestes? Sin embargo, lo que vio no es más que una fracción diminuta de las estrellas de la galaxia en que se halla el planeta Tierra. Y se calcula que hay más de cien mil millones de galaxias, de las cuales solo tres pueden verse sin telescopio. Realmente, las innumerables estrellas y galaxias que componen el vasto universo atestiguan el poder creador de Jehová y su inescrutable grandeza (Isaías 40:26). 9 Examinemos ahora la grandeza de Jehová en otros aspectos, los que tienen que ver con Jesucristo. Dios la manifestó al crear a su Hijo y emplearlo como “obrero maestro” durante incontables milenios (Proverbios 8:22-31). La grandeza del amor de Jehová volvió a demostrarse cuando entregó a su Hijo unigénito como sacrificio de rescate por la humanidad (Mateo 20:28; Juan 3:16; 1 Juan 2:1, 2). Y el glorioso e inmortal cuerpo espiritual que Jehová forjó para Jesús al resucitarlo supera con creces lo que los seres humanos pueden acertar a comprender (1 Pedro 3:18). 10 La resurrección de Jesús refleja muchos aspectos impresionantes de la insondable grandeza divina. Jehová sin duda hizo que Jesús volviera a recordar el trabajo que implicó la creación de las cosas visibles e invisibles (Colosenses 1:15, 16). Entre estas obras creativas se incluyen las demás criaturas espirituales, el universo, la Tierra productiva y todas las formas de vida de nuestro planeta. Al pleno conocimiento de la historia de la vida celestial y terrestre, de la que su Hijo fue testigo durante su existencia prehumana, Jehová añadió las vivencias de Jesús como humano perfecto. Vemos, pues, que la inescrutable grandeza de Jehová se hace patente en la resurrección de Jesús. Además, aquel gran acto es una garantía de que la resurrección de otras personas es posible, y debe fortalecer nuestra fe en que Dios puede devolverles la vida a los millones de fallecidos que guarda en su memoria perfecta (Juan 5:28, 29; Hechos 17:31). Obras maravillosas y poderosos actos 11 Desde la resurrección de Jesús, Jehová ha ejecutado muchas otras obras maravillosas (Salmo 40:5). En el Pentecostés del año 33 E.C., Jehová dio existencia a una nueva nación, “el Israel de Dios”, compuesta por los discípulos de Cristo ungidos con espíritu santo (Gálatas 6:16). De una forma poderosa, esta nueva nación espiritual se extendió por todo el mundo conocido de aquel tiempo. Y a pesar de la apostasía que dio origen a la cristiandad tras la muerte de los apóstoles, Jehová siguió realizando obras maravillosas para hacer seguro el cumplimiento de Su propósito. 12 Por ejemplo, el canon de la Biblia se preservó, y con el tiempo se tradujo a todos los idiomas principales que hoy existen. A menudo, los traductores realizaron su labor en circunstancias difíciles y amenazados de muerte por los secuaces de Satanás. Innegablemente, la Biblia jamás se habría traducido a más de dos mil idiomas si ello no hubiera sido la voluntad de Jehová, el Dios de grandeza inescrutable. 13 La grandeza de Jehová también se ha manifestado en los propósitos que cumple su Reino. Por ejemplo, en el año 1914 instauró como Rey celestial a su Hijo, Jesucristo. Poco después, este se enfrentó a Satanás y sus demonios, los arrojó de los cielos y los confinó a la vecindad de la Tierra, donde ahora aguardan la hora en que serán abismados (Revelación [Apocalipsis] 12:9-12; 20:1-3). Desde entonces, la persecución contra los seguidores ungidos de Jesús se ha intensificado, pero Jehová los ha sostenido en este tiempo de la presencia invisible de Cristo (Mateo 24:3; Revelación 12:17). 14 En el año 1919, Jehová efectuó otra obra maravillosa que demostró su grandeza, pues los discípulos ungidos de Jesús fueron revivificados y salieron del estado de inactividad al que habían sido reducidos (Revelación 11:3-11). En los años transcurridos desde entonces, los ungidos han predicado con celo las buenas nuevas del Reino celestial ya establecido, de modo que se ha recogido a más de ellos a fin de completar el número de 144.000 (Revelación 14:1-3). Y mediante los seguidores ungidos de Cristo, Jehová ha colocado el fundamento de “una nueva tierra”, una sociedad humana justa (Revelación 21:1). Pero ¿qué pasará con la “nueva tierra” cuando todos los ungidos fieles se vayan al cielo? 15 En 1935, en el número de septiembre de la edición en español de esta revista, aparecieron artículos clave sobre la “gran muchedumbre” mencionada en el capítulo 7 de Revelación. Los cristianos ungidos empezaron a buscar celosamente y a acoger a estos hermanos en la fe que, procedentes de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, componen la “gran muchedumbre” que sobrevivirá a la inminente “gran tribulación” con la perspectiva de vivir para siempre en un Paraíso como miembros permanentes de la “nueva tierra” (Revelación 7:9-14). Como resultado de la obra de predicar el Reino y hacer discípulos que encabezan los cristianos ungidos, ya hay más de seis millones de personas que abrigan la esperanza de la vida sin fin en un paraíso terrestre. ¿A quién corresponde el mérito de este aumento frente a la oposición de Satanás y su mundo corrupto? (1 Juan 5:19.) Únicamente Jehová, mediante su espíritu santo, podía efectuar todos estos logros (Isaías 60:22; Zacarías 4:6). Jehová, glorioso en esplendor y dignidad 16 Sin importar su naturaleza, las “maravillosas obras” y los “poderosos actos” de Jehová jamás quedarán en el olvido. Como David escribió: “Generación tras generación encomiará tus obras, e informará acerca de tus poderosos actos. En el glorioso esplendor de tu dignidad y en los asuntos de tus maravillosas obras ciertamente me interesaré intensamente. Y ellos hablarán acerca de la fuerza de tus propias cosas inspiradoras de temor; y en cuanto a tu grandeza, yo ciertamente la declararé” (Salmo 145:4-6). Sin embargo, ¿cuánto podía saber David acerca del glorioso esplendor de Jehová, teniendo en cuenta que “Dios es un Espíritu” y, por consiguiente, invisible a nuestros ojos? (Juan 1:18; 4:24.) 17 Aun sin ver a Dios, David tenía diversos medios para acrecentar su aprecio por la dignidad de Jehová. Entre otras cosas, podía leer los relatos bíblicos de Sus poderosos actos, como el de la destrucción de un mundo impío mediante el diluvio universal. Y es muy probable que comprendiera la humillación que sufrieron los dioses falsos de Egipto cuando Dios liberó a los israelitas de su cautiverio en esa nación. Tales acontecimientos atestiguan la dignidad y grandeza de Jehová. 18 Sin duda alguna, David aumentó su aprecio por la dignidad de Dios, no solo al leer las Escrituras, sino también al meditar en ellas. Por ejemplo, quizá reflexionó sobre lo que ocurrió cuando Jehová dio la Ley a Israel. Hubo truenos, relámpagos, una nube densa y un sonido muy fuerte de cuerno. El monte Sinaí comenzó a humear y sacudirse. Congregados al pie de la montaña, los israelitas incluso oyeron “las Diez Palabras” cuando Jehová les habló desde el fuego y la nube a través de un representante angélico (Deuteronomio 4:32-36; 5:22-24; 10:4; Éxodo 19:16-20; Hechos 7:38, 53). ¡Qué manifestaciones de la grandiosidad de Jehová! Quienes aman la Palabra de Dios y meditan en estos relatos no pueden menos que sentirse conmovidos por ‘el glorioso esplendor de la dignidad de Jehová’. Por supuesto, hoy disponemos de toda la Biblia, en la cual se hallan distintas visiones gloriosas que nos impresionan por la grandeza que Jehová manifiesta en ellas (Ezequiel 1:26-28; Daniel 7:9, 10; Revelación, capítulo 4). 19 Otra forma en que David pudo quedar impresionado por la dignidad de Dios fue estudiando las leyes que Jehová dio a los israelitas (Deuteronomio 17:18-20; Salmo 19:7-11). La obediencia a las leyes divinas confería dignidad a la nación de Israel y la separaba de todos los demás pueblos (Deuteronomio 4:6-8). Al igual que sucedió con David, leer con regularidad las Escrituras, meditar profundamente en ellas y estudiarlas con diligencia intensificará nuestro aprecio por la dignidad de Jehová. La grandeza de las cualidades morales de Dios 20 Como hemos notado, los primeros seis versículos del Salmo 145 aportan sólidas razones para alabar a Jehová por las diversas facetas de su inescrutable grandeza. Seguidamente, los versículos 7 a 9 ensalzan la grandeza de sus cualidades morales. David canta estas palabras: “Rebosarán con la mención de la abundancia de tu bondad, y a causa de tu justicia clamarán gozosamente. Jehová es benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y grande en bondad amorosa. Jehová es bueno para con todos, y sus misericordias están sobre todas sus obras”. 21 David resalta primero la bondad y la justicia de Jehová, cualidades que Satanás puso en entredicho. ¿Qué efecto tienen estos atributos en todos los que aman a Dios y se someten a su soberanía? En realidad, la bondad de Jehová y la justicia con que gobierna generan tanto gozo en sus adoradores que es como si continuamente ‘rebosaran’ en alabanzas a él. Por otra parte, Jehová manifiesta su bondad “para con todos”, de modo que esperamos que muchos más se arrepientan y lleguen a ser adoradores del Dios verdadero antes de que sea tarde (Hechos 14:15-17). 22 David también valoró las cualidades que Dios mismo destacó al ir “pasando delante del rostro de [Moisés] y declarando: ‘Jehová, Jehová, un Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad’” (Éxodo 34:6). Por lo tanto, David pudo indicar que “Jehová es benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y grande en bondad amorosa”. A pesar de su inescrutable grandeza, Jehová dignifica a sus siervos humanos tratándolos con benevolencia. Puesto que es sumamente misericordioso, desea perdonar a los pecadores arrepentidos sobre la base del sacrificio redentor de Jesús. Además, es tardo para la cólera, por lo que concede a sus fieles la oportunidad de que superen las debilidades que podrían impedirles entrar en su justo nuevo mundo (2 Pedro 3:9, 13, 14). 23 David ensalza la bondad amorosa, o amor leal, de Dios. De hecho, el resto del Salmo 145 muestra cómo manifiesta Jehová esta cualidad y cómo responden a ella sus siervos leales. Examinaremos estas cuestiones en el siguiente artículo. ¿Qué respondería? • ¿Qué oportunidades tenemos de alabar a Jehová “todo el día”? • ¿Qué ejemplos muestran que la grandeza de Jehová es inescrutable? • ¿Cómo podemos intensificar nuestro aprecio por la gloriosa dignidad de Jehová? [Preguntas del estudio] 1, 2. ¿Qué clase de persona era David, y cómo se veía en relación con Dios? 3. a) ¿Qué punto de vista tenía David en cuanto a quién reinaba en Israel? b) ¿Con cuánta intensidad deseaba David alabar a Jehová? 4. ¿Qué alegaciones falsas denuncia el Salmo 145? 5, 6. ¿Qué oportunidades hay de bendecir y alabar a Jehová? 7. Mencione un poderoso motivo para alabar a Jehová. 8. ¿Qué revela el universo en cuanto a la grandeza y el poder de Jehová? 9, 10. a) ¿Qué aspectos de la grandeza de Jehová se han puesto de manifiesto con relación a Jesucristo? b) ¿Qué efecto debe tener en nuestra fe la resurrección de Jesús? 11. ¿Qué gran obra de Jehová se inició en el Pentecostés de 33 E.C.? 12. ¿De qué es prueba el hecho de que la Biblia pueda leerse en todos los idiomas principales que hoy existen? 13. ¿Cómo se ha manifestado la grandeza de Jehová desde 1914 en los propósitos que cumple su Reino? 14. ¿Qué obra maravillosa efectuó Jehová en 1919, y qué logró con ello? 15. ¿Qué obra han encabezado los cristianos ungidos, y con qué resultados? 16. ¿Por qué no podemos ver literalmente ‘el glorioso esplendor de la dignidad de Jehová’? 17, 18. ¿Cómo pudo David aumentar su aprecio por ‘el glorioso esplendor de la dignidad de Jehová’? 19. ¿Qué intensificará nuestro aprecio por la dignidad de Jehová? 20, 21. a) ¿Qué cualidades ensalzan la grandeza de Jehová en Salmo 145:7-9? b) ¿Qué efecto tienen tales atributos de Dios en todos los que lo aman? 22. ¿Cómo trata Jehová a sus siervos? 23. ¿Qué inapreciable cualidad examinaremos en el siguiente artículo? [Ilustración de la página 10] Las galaxias del universo atestiguan la grandeza de Jehová [Reconocimiento] Gentileza de Anglo-Australian Observatory, fotografía de David Malin [Ilustración de la página 12] ¿Cómo se ha manifestado la grandeza de Jehová en relación con Jesucristo? [Ilustración de la página 13] Los israelitas vieron pruebas de la gloriosa dignidad de Jehová cuando recibieron la Ley en el monte Sinaí
Posted on: Mon, 11 Nov 2013 16:56:21 +0000

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