La influencia de los centros académicos más poderosos del mundo - TopicsExpress



          

La influencia de los centros académicos más poderosos del mundo en los líderes políticos: Dime dónde estudiaste y te diré cómo ejerces el poder Por: Manuel Alfieri Políticos, economistas, ejecutivos, dirigentes influyentes en los destinos de los países y en la vida de millones de personas, suelen ser el reflejo de su formación intelectual, en la mayoría de los casos adquirida en las principales universidades de los Estados Unidos. La preponderancia absoluta de la doctrina liberal. Los casos excepcionales de Latinoamérica. Los líderes mundiales, aquellos que manejan los hilos de la política y que pueden influir sobre la vida de millones de personas a diario, se forman intelectualmente en los centros académicos más poderosos del planeta. De allí salen presidentes, primeros ministros, representantes de organismos multilaterales, importantes ejecutivos y directores de bancos. En su gran mayoría, se trata de exclusivos reductos cerrados a la población y destinados a una pequeña élite, de donde emergen los dirigentes del futuro, casi siempre influenciados por las distintas corrientes del liberalismo. Una formación que oficia como factor determinante a la hora de comprender su pensamiento y las decisiones que toman cuando ocupan cargos trascendentales. El recorrido por las trayectorias de algunos dirigentes políticos de relevancia internacional puede ayudar a develar esta cuestión. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estudió durante su juventud la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York. Allí realizó una especialización en Relaciones Internacionales y se graduó en 1983. La Universidad de Columbia es una casa de estudios tradicional en la que se formaron 29 jefes de Estado y nueve jueces de la Corte Suprema de los Estados Unidos. En ese listado se incluyen, además, 20 multimillonarios vivos, como Warren Buffett, director ejecutivo de Berkshire Hathaway y una de las personas más ricas del mundo que alcanzó su cuarto de hora de fama cuando propuso que para salir de la crisis económica, los millonarios deberían pagar más impuestos. Algo a lo que la derecha republicana se opone como si fuera un credo. A fines de 1988, Obama comenzó a estudiar Derecho en la exclusiva Harvard Law School y, en su primera temporada como alumno, fue seleccionado editor de la revista Harvard Law Review. La universidad es, al igual que Columbia, uno de los reductos académicos más orientados a la búsqueda del poder político y empresarial. Como se sabe, Harvard, donde también estudiaron John F. Kennedy y George W. Bush, no es un lugar exclusivo para la población estadounidense: también hay espacio para figuras del mundo europeo y latinoamericano. Allí, el ex presidente colombiano Álvaro Uribe obtuvo un certificado de Administración y Finanzas. Su sucesor, Juan Manuel Santos, realizó una maestría en Administración Pública. Y el chileno Sebastián Piñera hizo un doctorado en Economía. La influencia de Harvard sobre Piñera es notoria en los manejos de la política diaria, pero también en la conformación de su gabinete: tres de sus actuales ministros estudiaron ahí. Según su biógrafa, la periodista Loreto Daza, dos profesores de Harvard lo marcaron profundamente: el premio Nobel de Economía, Kenneth Arrow, quien fuera su tutor en la tesis doctoral, y Mark Feldstein, un liberal que fue asesor del presidente Ronald Reagan. También trabajó junto con Domingo Cavallo, otro egresado de Harvard, como consejero del dictador boliviano Hugo Banzer (1971-1978). Con la llegada de Piñera al poder, los "Harvard boys" desplazaron a los "Chicago boys", fieles exponentes de la década neoliberal y más comunes en la época de Pinochet. Los especialistas aseguran que la Universidad de Chicago es conocida como un centro de formación conservador en lo que refiere a políticas de mercado. Harvard, en cambio, es un espacio menos dogmático. Junto con Harvard, la británica Universidad de Oxford es otro importante centro de formación de líderes mundiales. Por sus aulas pasaron los principales políticos del Reino Unido, todos ellos marcados de por vida por la huella liberal de dicha casa de estudios. En el listado aparece el actual primer ministro del Reino Unido, David Cameron, quien estudió Filosofía, Política y Economía. También está su sucesor, Tony Blair, quien optó por Derecho. La fallecida Margaret Thatcher, por su parte, dedicó sus horas de estudio a la Química. Pero, al igual que Harvard, Oxford es un centro de formación internacional. Allí fueron el ex presidente estadounidense Bill Clinton y las figuras políticas más importantes de Noruega, Canadá, India y Australia, entre las que hay primeros ministros y premios Nobel. Tal es la importancia de esta universidad a la hora de formar a los futuros líderes mundiales que el año pasado creó la primera escuela especial para formar presidentes. En el programa de estudios destinado para la élite gubernamental hay materias que enseñan a manejar crisis y pandemias como las de la vaca loca y la gripe A. También hay lugar para la combinación de las Ciencias Sociales con el Derecho, la Tecnología y la Seguridad. Francia también tiene su propia casa de estudios a la hora de formar líderes. Por el famoso Sciences Po (Instituto de Estudios Políticos de París) pasó la gran mayoría de los presidentes galos y los principales cuadros de la derecha y de la izquierda. Es el caso de François Hollande, quien en los pasillos del instituto, dotados de una intensa actividad política, comenzó a acercarse al Partido Socialista. También están los casos de Jacques Chirac, antiguo presidente de la República Francesa, y Christine Lagarde, directora del FMI. En el Sciences Po, además, estudió el ex mandatario Nicolas Sarkozy, quien no logró su título debido a su insuficiente nivel de inglés. Pero no sólo las universidades son espacios de formación de los dirigentes mundiales. Los think tanks también. En España, el conservador Partido Popular (PP) cuenta con la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), un organismo privado que fue creado por el ex presidente José María Aznar. Informalmente, la FAES es conocida como el "laboratorio" de ideas del PP, desde donde se desarrollan los principios políticos del liberalismo-conservador español. Allí se forman, como en las universidades, los futuros dirigentes de la derecha española. Su objetivo, según exponen en su página oficial, es el "fortalecimiento de los valores de la libertad, la democracia y el humanismo occidental, creando, promoviendo y difundiendo ideas basadas en la libertad política, intelectual y económica". Las ideas que se desarrollan en la FAES pretenden ofrecer alternativas políticas y de pensamiento a las del socialismo, que además puedan ser asumidas por los líderes políticos para ser transformadas en programas de acción pública. Tanto las escuelas de formación como los think tanks tienen un objetivo claro: formar a los dirigentes del futuro con una mirada particular sobre el mundo. Aunque no todos, la gran mayoría de esos líderes emerge de los centros académicos más grandes y exclusivos del mundo. Por lo visto, allí adquieren un pensamiento y una serie de ideas políticas que son similares a los sitios en los que deciden formarse: elitistas y para los poderosos. Lula, Evo y el Pepe: Tres ejemplos por fuera del molde A diferencia de lo que ocurre con la gran mayoría de los líderes mundiales, muchos de los presidentes y referentes latinoamericanos de este siglo se formaron fuera de la academia. Su aprendizaje fue, más bien, en organizaciones sociales, agrupaciones políticas o en la propia experiencia laboral y sindical. Este último caso es el del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que comenzó a trabajar a los 11 años como ayudante en una tintorería y como vendedor ambulante de frutas. Pocos años después, tras abandonar la escuela, ingresó a una planta de tornillos, donde trabajaba 12 horas diarias. Al mismo tiempo, realizó un curso de mecánico en el Servicio Nacional de Industria. Ya en 1966, comenzó a trabajar en Industrias Villares, donde dio sus primeros pasos en el sindicalismo. A partir de entonces, Lula participó de forma activa de la vida sindical, repartiendo boletines políticos producidos en la clandestinidad para criticar duramente a la dictadura brasileña. Un camino que, muchos años más tarde, culminaría en la obtención de la presidencia de su país. Al igual que Lula, Evo Morales también comenzó a trabajar desde muy chico y, por esa razón, debió abandonar la escuela prontamente. Su trayectoria política comenzó en 1981, cuando asumió como secretario de Deportes de su sindicato. Cuatro años después, llegaría a ser secretario general y uno de los sindicalistas cocaleros que más defendió a los pequeños campesinos de su país. Por último, aparece José “Pepe” Mujica. Criado en una familia humilde, el presidente uruguayo cursó estudios primarios y secundarios en colegios del barrio donde nació. Pero nunca llegó a completar la carrera universitaria que había comenzado en el Instituto Alfredo Vázquez Acevedo para estudiar Derecho. El “Pepe” se introdujo en la política en los años sesenta, cuando ingresó al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros con el que participó en operativos guerrilleros, al tiempo que trabajaba en su chacra hasta que, buscado por la policía, se refugió en la clandestinidad. Los "alumnos" argentinos Argentina es un territorio propicio para las escuelas de formación política y los think tanks. Uno de los más recordados es la Fundación Mediterránea, que logró consolidarse institucionalmente y obtener un amplio contacto con la política pública. Fue fundada en 1977 por iniciativa de un grupo de industriales de Córdoba, entre los que estaba Fulvio Pagani, creador de Arcor. Muchos de sus integrantes llegaron a ocupar importantes cargos políticos. Entre ellos, Domingo Felipe Cavallo, quien fuera presidente del Banco Central en el final de la dictadura militar y ministro de Economía en los gobiernos de Carlos Menem y Fernando De La Rúa. Otra de los grupos diseñados para reclutar técnicos y armar programas de gobierno fue la Fundación Argentina para el Desarrollo con Equidad (FADE), impulsada en 1977 por José Luis Machinea, ministro de Economía durante el gobierno de la Alianza. También está la Fundación Pensar, el think tank del jefe de gobierno Mauricio Macri. Según un informe de la Universidad de Pennsylvania, este grupo está entre los mejores 20 a nivel partidario en todo el mundo. Otro de los organismos destacados en nuestro país es el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), presidido por el ex canciller Adalberto Rodríguez Giavarini. El Colegio Nacional Buenos Aires, que en 2013 cumplió 150 años, también formó importantes dirigentes políticos de la historia argentina. Fundado por el ex presidente Bartolomé Mitre, en el Nacional se formaron Manuel Belgrano y Mariano Moreno; Carlos Pellegrini, Roque Sáenz Peña y Marcelo T. de Alvear. También estudiaron allí el socialista Alfredo Palacios y el Nobel de Medicina Bernardo Houssay. La cúpula de Montoneros, integrada por Mario Firmenich y Fernando Abal Medina, es otra camada que se egresó del Buenos Aires. Actualmente también hay varios exponentes de la política que emergieron del tradicional colegio porteño, como el viceministro de Economía Axel Kicillof, el legislador Andrés “el cuervo” Larroque, el hoy massista Felipe Solá y el candidato del frente UNEN Martín Lousteau.
Posted on: Sat, 31 Aug 2013 09:50:54 +0000

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