La mayoría de las veces lo que extrañamos del pasado es a la - TopicsExpress



          

La mayoría de las veces lo que extrañamos del pasado es a la comunidad y no a la situación en que se vivió. En Hato Rey éramos miles los que convivíamos. Nos sabíamos todo lo relacionado acerca de nuestros conocidos y amigos. Los bochinches eran parte de nuestra cultura de barrio. Actualmente yo estoy residiendo en el piso 16 de un condominio. En el piso hay 15 apartamentos, en estos, vivimos 17 personas, oigan bién 17 personas. Solamente he hablado con ocho de ellos. No sé a que se dedican. En Hato Rey mis vecinos mas cercanos lo componían 5 familias. Y, sumábamos mas o menos 55 personas. Una enorme diferencia. Mi mejor recuerdo es que en casa de doña Paula eran 9 sus hijos, en casa del compay Nando eran 4 sin contar los nietos, en la de doña Ramona eran 7 hijos, En el hogar de mi suegro Don Ramón eran 8 y todas mujeres, en la casa de doña Isabel eran 8 hijos y en mi casa éramos 8. No he sumado en este grupo a nuestros padres. Esto era solamente en 6 hogares. Se pueden imaginar, cuantas personas residían en Hato Rey. En casa de la esfamilia Crúz Cotto eran 11 hijos. Por ser tantas las personas, nuestros nombres eran repetidos, por ejemplo Habían muchas Marías, muchos Juan, Pedros, Vitín, Juniors, Carlos ect. Pero cómo la necesidad siempre ha sido madre de la invención, le añadimos un apodo a todo el mundo. Pero no un apodo cualquiera, los clasificamos en las siguientes categorías. Con nombres de animales, por ej. Vitín camello, Mingo Camarón, Hernán el Mono, Rafael la Vaca, Juanita la Coneja ect. Otra de las categorías era con problemas físicos tales cómo, Pedro el cojo, Pepe el manquito, Ramona la bizca, Toño el ciego, Tato pescuezo de aguacate ect, Otra modalidad era llamarlos por su profesión, Polo el pintor, Fernando el panadero, Clemen el guardia, Tato el zapatero, Pilar el piraguero ect. figuraba también los que asociabamos con sus padres, ejemplo, Vitín el de yita, Toñito el de Dolfa, Gladys la de Paula, Vive el de Saragoza. Junior el de Mariano, Junior el de Goyito ect., Algunos los llamábamos por sus nombres y apellidos, Carmen Mójica, Agustín Quiñones, Carmelo Rivas, Toño Suazo, Roberto Colón ect. Habían nombres de personas que por su singularidad no necesitaban de otro adjetivo, ejemplo, Tella, Nano, Nenaco, Nacho, Consio, Manuele, Benilda ect. A las personas mayores los tratabamos de don y doñas. Los colmados y quioscos eran conocidos con el nombre de sus dueños. Por ej. el colmado de Antonio Reyes, el de Cheo Pastrana, el bar de Nano, el quiosco de don Guelo, el colmado de Tito, el de Óscar. Todos estos ápodos eran necesarios para nuestro diario convivir. Mi ultimo apodo fué Vitín el guardia. Toño
Posted on: Fri, 13 Sep 2013 16:12:01 +0000

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