La moda de los impuestos verdes. :: redespyme El Estado utiliza la protección del medio ambiente para esquilmar una vez más los bolsillos del contribuyente. El Estado central y las comunidades autónomas están utilizando últimamente como excusa la protección del medio ambiente para instaurar nuevos impuestos verdes. Se apoya en un objetivo amable para muchos (el ecologismo) para socavar el ahorro de los contribuyentes. La Generalitat de Cataluña es la última institución que se ha unido a la moda verde y ha impuesto tres nuevos tipos la semana pasada. Y es que hace unos días Artur Mas desechó acometer más recortes en los Presupuestos del 2014, por lo que tendrá que apoyarse en la partida de la recaudación. No en vano, Cataluña necesita ajustar este año su disparado déficit al 1,58% marcado por el Gobierno central. Con los tres nuevos impuestos, la Generalitat pretende ingresar 50 millones de euros. Estos tributos servirán, según la Administración catalana, para financiar inversiones públicas en la mejora del entorno y para cumplir mejor con las directivas europeas en materia de medio ambiente. En concreto, los tres nuevos tributos gravarán las emisiones de la aviación comercial (por el que se esperan recaudar 3,6 millones anuales), la producción termonuclear de energía eléctrica (43 millones anuales), y la emisión de gases y partículas en la atmósfera (2,76 millones anuales). Este último impuesto también existe en otras comunidades autónomas, como Castilla-La Mancha, Aragón, Galicia, Andalucía, Murcia o la Comunidad Valenciana. En cuanto al gravamen impuesto sobre las emisiones de CO2 de los vuelos intercontinentales (con destino u origen en la UE), se da la circunstancia de que la Unión Europea mantiene en suspenso este impuesto. Y es que Bruselas se encontró con una fuerte oposición del sector aeronáutico y de los Gobiernos chino, ruso y estadounidense cuando lo instauró en 2012, por lo que decidió suspenderlo un año hasta que encuentre consenso internacional. De hecho, Washington amenazó con prohibir a sus aerolíneas pagarlo. Al Gobierno catalán, más preocupado en despilfarrar recursos en fiestas independentistas, no parece que le importe que estos nuevos impuestos repercutan en la factura de la luz a las familias catalanas o en lo billetes de avión. Simplemente se excusa en que ese no es el “propósito” de la creación de estos nuevos gravámenes, según declaró el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs. Otras comunidades autónomas también se han apuntado a la moda verde. Por ejemplo, en Andalucía, Aragón, Castilla La Mancha, Galicia, la Comunidad Valenciana y Murcia existe un impuesto sobre emisiones contaminantes que afecta a las plantas de producción de energía. También existe un tributo sobre vertidos directos al mar, que está implantado en Andalucía y Murcia. O, por último, el impuesto a las instalaciones de telecomunicaciones y distribución eléctrica, que grava su contaminación visual, y que está vigente en Asturias, Castilla y León, La Rioja, Extremadura y Canarias. También el Estado central ha sucumbido a la protección del medio ambiente mediante la imposición de tributos. Actualmente está en trámite parlamentario el Proyecto de Ley de medidas medioambientales y Tributarias, que, entre otras medidas, crea el impuesto a los gases fluorados de efecto invernadero. La tasa verde penaliza los gases que emiten los aerosoles, los aires acondicionados y los aparatos de refrigeración. El Gobierno se escuda en que estas sustancias contribuyen al calentamiento de la atmósfera. Este tributo, que entrará en vigor en enero de 2014, será especialmente dañino, por ejemplo, para los supermercados, a los que les podría suponer hasta 100 millones de euros al año (un 25% de sus beneficios). PABLO ARJONA :: redestravel/espana
Posted on: Mon, 16 Sep 2013 10:53:29 +0000
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