La opresión creada por el poder religioso en los tiempos de Jesus al igual que hoy, es más profunda que la sumisión al poder de los que se hacen llamar Pasores. En nombre de Dios se justificaba el nacionalismo judaico, la marginación social, la sumisión ciega a la Ley, la separación entre puro e impuro generando un sentimiento de indignidad frente a Dios y una religión desligada de la práctica social Mc 11, 10.17; Mc 1,39-45). Jesús intentó acabar con el fanatismo judaico (Mc 4,30-32; 13,10). Lo mismo hizo con la marginación social, evidenciando que Dios está contra toda forma de discriminación (Mc 1,39-45). Jesús mostró que Dios siempre está con los pobres: “Bienaventurados son los pobres, porque de ellos es el Reino de Dios” (Q 6,20). Una enseñanza contraria a la Ley oficial, la que afirmaba que la pobreza era castigo de Dios, al igual que el dia de hoy lideres se gozen diciendo que tu prueba es castigo de Dios por murmurar y criticar contra su ungido.
Posted on: Mon, 02 Dec 2013 16:45:12 +0000
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